Un peso que pesa mucho para la población

Pues lo hecho, hecho está, y al parecer no habrá vuelta de hoja respecto al aumento en la tarifa del transporte urbano, porque está visto que en nuestro país lo que sube prácticamente ya no baja a no ser la espuma de la cerveza. Todo indica que de nada sirvieron las protestas ciudadanas ni la recolección de firmas en contra de dicho aumento. Porque de que va, va, posiblemente acordaron tanto autoridades como el pulpo camionero.

Pero ¿cómo es que los concesionarios y permisionarios doblaron a las autoridades? ¿Por qué no se tomó en cuenta a la ciudadanía haciendo un estudio veraz y contundente de que este aumento perjudica severamente a la mayoría de la población? ¿Por qué no se ha tomado en cuenta nunca que el servicio del transporte urbano debe ser considerado como un servicio social sin fines de lucro? Porque un estudio a fondo respecto al real precio que debería tener dicho transporte, arrojaría que así cobraran 5 pesos aun así habría ganancias para el pulpo camionero, y porque la población no está en la posición económica de tener que pagar tanto, sobre todo las familias que tienen que abordar más de una ruta para poder trasladarse a donde vayan.

Queda claro que hay incrementos en refacciones, combustible, etcétera, pero de todos modos es probable que aun así obtengan un margen de ganancia los concesionarios tomando en cuenta de que no persigan el lucro, pero al parecer este es el fin de la mayoría de los permisionarios y concesionarios: obtener el mayor número de ganancias con las mínimas inversiones.

Sin embargo, como ya está hecho el aumento, pues ahora que se obligue de bien a bien a los dueños del transporte urbano no nada más a que mejoren su parque vehicular, sino que cumplan con sus trabajadores con todas las prestaciones de ley tal y como es debido y debe de ser.

Y a propósito de mejorar su parque vehicular, siempre es la misma cantaleta de que si se les autoriza el aumento pondrán en servicio nuevas unidades, pero todo queda en puras palabras que jamás se cumples, porque si acaso meten al servicio algunas unidades nuevas, siguen utilizando las anteriores como si nada alegando que el aumento no fue suficiente, que los costos ya se incrementaron y un largo etcétera de pretextos que obviamente saltan a la vista que es puro jarabe de pico porque si en verdad no obtuvieran ganancias los permisionarios, desde luego que ya habrían cambiado de negocio; pero no, ahí siguen, ¿por qué?, pues porque sea como sea siguen ganando.

Y como siempre prometen mejorar sus unidades, mejor el aumento se debería de otorgar hasta que demuestren que ya tienen unidades nuevas o en buen servicio y entonces sí autorizarles el aumento, pero de acuerdo a lo que gana la mayoría de la población, porque habrá quien diga que qué es un 1 peso de aumento; pero ese peso de aumento para muchas familias tepiqueñas significa mucho ese peso.

Pero también hay algo que no se ha tomado en cuenta desde hace mucho tiempo, y esto es el mejoramiento de las rutas establecidas no nada más aumentando el número de unidades, sino trazarlas de acuerdo a que abarquen un recorrido más amplio y que no todas converjan en el centro de la ciudad, sino crear rutas de circunvalación y otras transversales que en realidad satisfagan las necesidades de los puntos determinados a los que viajan cotidianamente los usuarios.

Existen hoy en día rutas muy saturadas de pasaje y otras que se llenan de puro polvo; sin embargo, esas rutas que se saturan de pasaje no permiten que entren otras líneas, por lo que ese acaparamiento de rutas también perjudica a los usuarios.

Un ejemplo claro de cómo podrían funcionar las rutas lo tiene la ruta Mololoa-Llanitos y viceversa que desde siempre ha funcionado de punta a punta de la ciudad, ampliándose conforme ha ido creciendo la ciudad.

Otra ruta que también fue muy eficiente fue la de Estación-Fresnos y viceversa; pero por alguna razón desaparecieron esta ruta que era también de largo recorrido y que se fue ampliando lo mismo que la ciudad, pero como llegaron las rutas Progreso tal vez por eso desaparecieron el recorrido original de la ruta Fresnos-Estación, aunque ningún Progreso llega por el rumbo de la estación, pero es posible que por algo no se modifican las rutas en beneficio de la población, sino única y exclusivamente para algunas rutas y por ende para sus concesionarios.

El pueblo nuevamente se siente abandonado por parte de las autoridades y sus representantes por este nuevo incremento a la tarifa de los camiones.

Sea pues. Vale.