Movimiento que se debe de tomar con prudencia

Desde luego que hay que tomar con prudencia este affaire de los migrantes centroamericanos, porque resulta un poco extraño el que haya surgido a menos de dos meses de que tome posesión la próxima administración federal a cargo del aún presidente electo Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Este movimiento por lo menos está involucrando a cinco países en donde el peor parado hasta el día de hoy es precisamente nuestro país debido a las posturas tanto del aún presidente Enrique Peña Nieto y AMLO, posturas que difieren según sus puntos de vista; y de acuerdo al comportamiento y postura que asuma AMLO será lo determinante en su relación con el presidente gringo Donald Trump que, hasta ahora se supone que es cordial por sus declaraciones sobre AMLO de ser bien recibido por su administración. Sin embargo, también hay otra lectura respecto a las declaraciones de Trump, al afirmar que México respeta el liderazgo de USA, palabras que en cierta forma dejan mal parada a la administración de Peña Nieto, porque se podría intuir que México está acatando ese liderazgo como si los USA fueran el patrón y mandamás de Peña Nieto por estar obedeciendo las instrucciones giradas por Donald Trump de que detenga a como dé lugar a los migrantes centroamericanos, principalmente hondureños.

En caso de alargarse este conflicto de los migrantes, obviamente que será una bomba de tiempo que le podría explotar a la próxima administración de AMLO, de ahí la prudencia con la que se debe de tomar este conflicto que podría tener varios fondos o uno solo pero muy profundo, porque podría ser algo de lo que se le ha tenido preparado al tabasqueño aunque también podría ser una coincidencia debido al hartazgo de muchos habitantes de estos países centroamericanos, que alegan que no hay trabajo y poca estabilidad social y que posiblemente esto los haya obligado a emprender la huída de sus países de origen.

Pero lo que nos ha puesto en el ojo del huracán ante la mirada de otros países del mundo, es el comportamiento de nuestro gobierno que quiere impedir la entrada de estos migrantes con el alegato de que se está defendiendo la soberanía nacional y ser indocumentados por lo que se está aplicando la ley de migración. Pero he aquí lo malo del asunto debido a que en las imágenes que se han estado trasmitiendo por televisión y en las redes sociales, porque existe una enorme incongruencia debido a un letrero en la frontera de México y Guatemala que dice “Bienvenidos a México”; así que la forma en que están siendo tratados los migrantes hondureños no concuerda con este letrero de Bienvenidos, porque ni modo que ser recibidos por policías sea una forma de ser bien recibidos estos hermanos centroamericanos.

Obvio que no se han hecho esperar voces de mexicanos similares a las que han puesto en boca de supuestos ciudadanos estadounidenses cuando llegan mexicanos a los USA de que los indocumentados les van a quitar sus trabajos. Igual, ahora se ve en las redes o se oyen en pláticas de café palabras que señalan lo mismo: que los centroamericanos nos van a quitar el empleo. Tal  y como si aquí sobrara. Desde luego que son voces mal informadas porque se ha dicho que lo único que quieren los hondureños que aglutinan esta marcha de migrantes, es atravesar nuestro país para tratar de llegar a la frontera norte. Lo malo de esto podría ser que no lleguen y que pasen muchos de ellos a la creación de nuevas fosas clandestinas.

Ahora bien: por más orquestado que pudiera estar este movimiento migratorio, es poco probable que haya personas decididas a arriesgas a su esposa e hijos a pasar todo tipo de penurias de las que posiblemente no salgan bien librados, por lo que se pudiera intuir que entre esa gran masa de migrantes haya muchos que ya no aguantan su situación en su propio país centroamericano.

Y de que la situación en algunos países de Centroamérica esté mal no es algo inventado, lo tenemos comprobado con nuestra actual situación también. Pero basta con platicar con los migrantes centroamericanos que pasan por Tepic a bordo de un tren carguero y que mientras dura la estancia en la capital nayarita recurren a los domicilios cercanos a la estación del ferrocarril a pedir agua, alimentos o una ayuda económica, afirman que en sus países hay grupos paramilitares que ayudan al gobierno en turno para apagar todo tipo de insurgencia o de simples protestas por hambre. De ahí que si alguien armó este conflicto, ya se le salió de las manos y ahora se podría tornar incontrolable. Sea pues. Vale.