Chisgarabís

ALFARO, DESPIADADO

-Tú sigues.

A bocajarro me espetó el doctor José Luis David Alfaro, director del periódico Meridiano de Nayarit, cuando nos topamos en el café Diligencias, momento en que él divertido departía con grupo de congéneres como acostumbra.

La referencia conlleva el sentido que luego de fallecido Francisco Cruz Angulo, periodista amigo, el que sigue de ir a la tumba seré yo. Ese es el designio de Alfaro, quien lo expresa sin pizca de ironía. No, su dicho es pesimista y cruel.

Aunque conozco su forma de ser, no dejó de sorprenderme. Sin embargo, pese a que el doctor José Luis David Alfaro, dícese ser millonario en esta época cuando ronda los 71 años de edad, nadie tiene la vida comprada, afirma el refranero popular.

Lo mismo puedo ser yo, tú, él, vosotros o ellos. No sabemos, la muerte no respeta. Para paliar y evitar la confronta le manifesté que cada día se parecía más al cantante Juan Gabriel, también ya fallecido. Me contestó un improperio. Más tarde lo vi salir acompañado de su palafrenero de apellido Aguirre. Con actitud arrogante y soberbia Alfaro caminó por la avenida México hacia el norte con vientre en prominencia.

Es mi compadre, y el sentido común señala que no hay compadre que no haga daño.

Francisco Cruz Angulo, estimado compañero con quien me inicié en el ejercicio libre del periodismo en el periódico Diario del Pacífico, falleció el lunes 1 de octubre del presente año. Un día antes, su hija Oriana me anunció que se encontraba internado en Urgencias del hospital general de zona del IMSS, por la avenida Insurgentes en Tepic, en espera que otro enfermo desocupara una máquina para someterlo a hemodiálisis. Yo sabía que estaba enfermo de los riñones.

Al día siguiente cuando Oriana me dio la fatal noticia, pensé que la muerte de Pancho Angulo, como era mejor conocido entre la perrada, había sido a consecuencia de su mal en los riñones, pero resulta que no, según me contó su hija.

Día antes, Pancho tuvo un desgraciado accidente en el interior de su casa: se cayó, se fracturó la muñeca de un brazo y recibió severo golpe en la cabeza. Su vista era muy deficiente, pese a cuando menos dos ocasiones aceptar injerto de córnea. La última de un joven gringo que murió en accidente automovilístico. Lo llevaron al IMSS para ser atendido médicamente. Luego lo regresaron a casa.

En la especialidad de Nefrología, a los familiares de Angulo les explicaron que los riñones de éste estaban muy dañados, por tanto, en caso de desmayo, de inmediato llevarlo a internar. Y efectivamente, sufrió desmayo. Lo trasladaron de inmediato al Seguro Social para ser atendido de los riñones, donde posteriormente murió. Los médicos de Urgencias informaron que su deceso se debió a un derrame cerebral, producto del golpe en la cabeza provocado en la caída. Triste final de estimado amigo.