Todo mundo quieto

La sentencia dada al exgobernador del estado de Veracruz Javier Duarte de Ochoa, desde luego que iba a generar disgusto en gran parte de la ciudadanía, porque haya hecho lo que haya hecho, debido al énfasis que se le puso en lo que se publicó al respecto, mucha gente esperaba una sentencia mucho mayor y que se le quitara todo lo que se dijo en su momento que se había llevado.

Ahora, esos nueve años de prisión con la posibilidad de reducción y un poco más de 58 mil pesos de multa, mucha gente lo ha tomado como una burla y más como un agravio. Y peor tantito ya que queda la duda si en verdad pasará un día sufriendo su pena como cualquier otro mexicano, porque se tiene la perspectiva de que gozará de más de un beneficio dentro del penal en donde purgará su condena.

Por algo se declaró culpable de al menos dos de los delitos por los que se le llevaba proceso y, aunque esto le ha ayudado en cierta forma, al menos ya quedó claro que se ha declarado como un ser poco confiable, pues abiertamente ha reconocido que es un delincuente.

¿Y entonces qué va a pasar con todos esos millones de pesos que se dijo que desapareció? Porque de acuerdo a la información de la sentencia únicamente se habla de la multa de más de 58 mil peos y el decomiso de al menos 41 inmueble, pero ¿y todo lo demás que se dijo en su momento se llevó el señor Duarte de Ochoa?

Obviamente que se sabe de antemano que en nuestro México lindo y querido es prácticamente imposible que se le llegue a decomisar un centavo de lo que se dice en su momento se ha llevado, pero al menos esa era la ilusión de muchos mexicanos de que a ver si ahora sí se hacía algo al respecto, pero al parecer todo quedará en lo mismo de siempre.

Quizás sea un sueño guajiro y una vil utopía el que algún día se le quite a algún político todo lo que se dice que se lleva, que se le haga una investigación desde que nace respecto a sus ganancias y que se le hagan cuentas claras de lo que pudo haber gastado durante su vida hasta antes de llegar a ocupar un cargo en el servicio público y de ahí comenzar a desglosar todos los gastos que pudo haber hecho inclusive hasta con dos o tres familia y que todo lo que se compruebe que no lo haya ganado se ingrese a las arcas nacionales.

Se piensa que posiblemente para que el presidente electo logre la mayoría de sus promesas le comience a hacer cuentas principalmente a todos los políticos que terminan su gestión próximamente y después a todos los que ostenten enormes riquezas y que no puedan justificar.

Y si suena a una utopía, en caso de que Andrés Manuel López Obrador se animara a hacer algo parecido, posiblemente tendría el respaldo de mucha gente y que a pesar de que se le llegar a juzgar como un dictador por los afectados, es muy probable que en caso de que les decomisara a todos los que se enriquecieron milagrosamente al haber dejado de vivir en el error, la gran mayoría de mexicanos en vez de sentirse indignada le aplaudiría esto, porque son miles de millones de pesos los que andan volando y que son dineros de la Nación; he ahí los millones de peos que se dice desaparecieron con empresas fantasma en la dichosa estafa maestra en la se dice está coludida Rosario Robles Berlanga y otros políticos más; también dinero desaparecido mediante obras que se cobraron pero que no se han llegado a ejecutar, dinero desaparecido mediante facturaciones alteradas, medicamentos pagados pero no adquiridos, en fin, una enorme cantidad de fraudes que son hasta del conocimiento público cuantimás de quienes están coludidos
o que han estado muy cerca de todos estos hechos.

Hay mucho dinero volando y que se podría recuperar si se quisiera, pero tal vez sea algo si no imposible, sí inaudito de hacer porque en caso de que se llegara a investigar a alguien que enriqueció de la noche a la mañana milagrosamente nada más por haber dejado de vivir en el error, se destaparía una cloaca en donde posiblemente todo mundo que ha vivido de la política y ocupado cargos públicos saldría embarrado a más no poder; tal vez por eso todo quedará en una utopía y tan, tan, todo mundo quieto. Sea pues. Vale.