El más monitoreado

Se podría decir que fue Vicente Fox Quesada quien abrió la puerta para que la figura presidencial se fuera deteriorando ya más abiertamente. Si bien los presidentes anteriores a Fox eran cuestionados por medio de caricaturas, con las incipientes redes sociales que ya despuntaban a principios de este siglo, buena parte de la población tuvo el medio para empezar a descargar sus sentimientos hacia una figura antes prácticamente imposible de criticar.

Ahora ya es cotidiano que el Presidente de la República en turno aparezca en los llamados memes y más porque el presidente Peña Nieto no hay día en que no sea criticado por lo que hace y dice; tanto la ha regado, aparentemente, el aún presidente que es de pensarse si tal vez no sea una estrategia para estar en la mente de la mayoría de los mexicanos; claro que podría ser así, pero por más actuados que pudieran ser sus dislates hay mucho de ello que de inmediato se ven a todas luces muy espontáneos, por lo que existe la posibilidad de que no haya nada de estrategia sino que así es su personalidad.

Cuando alguien dice que Peña Nieto da la apariencia de ser o estar tonto, no falta el defensor que diga que si estuviera tan tonto no estaría en donde está; sin embargo, tal vez por eso precisamente está en donde está, porque todo indica que es un ser bastante manipulable y que quienes están detrás de él no han tenido problemas para que Peña Nieto haga todo lo que se le indica, y de que ha dado muestras claras de ser pusilánime, ya que en vez de reclamarle al actual presidente gringo todas su groserías y ofensas en contra de nuestro país, se ha mostrado sumiso y hasta asustadizo y posiblemente hasta creyendo que es un ser superior a él al que tiene que rendirle pleitesía; pero no nada más nuestro propio presidente, sino también su aprendiz Secretario de Relaciones Exteriores quien le ha estado haciendo el juego al gobierno gringo atacando a la Hermana República de Venezuela.

Pero como cada día la tecnología de la comunicación avanza más y más, ahora existe la posibilidad de que el próximo presidente del país, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sea el presidente más criticado a través de las redes sociales, porque ya desde el 2 de julio pasado ha habido gente que le ha comenzado a reclamar de todo, como si ya fuera presidente; y más criticado es por personas de todos los ámbitos que aún le podrían hacer los reclamos que le hacen a AMLO al todavía presidente actual; pero no, ahora AMLO se ha convertido en el negro al que hay que tirarle de pelotazos.

Así que no es muy descabellado pensar que AMLO será aún más monitoreado tanto por detractores como seguidores que ya están aprovechando todo cuanto hace o dice el presidente electo para de inmediato subirlo a las redes y hasta a algunos medios informativos, como cuando le dijo a una periodista “corazón, corazoncito”, hecho que para pronto corrió en las redes y en algunos medios informativo como reguero de pólvora, más parecido a si hubiera cometido un grave delito.

Y ahora se le está cuestionando a AMLO el que le haya dado un beso a una reportera en Tijuana, Baja California, para así, supuestamente eludir una respuesta a la reportera sobre qué pensaba de las próximas elecciones en dicha entidad.

Así que en esta tónica, van a estar monitoreando al próximo presidente de México hasta esperando el momento en que se aviente una flatulencia para de inmediato tal vez satanizarlo como irrespetuoso también, como si ningún presidente de México a lo largo de nuestra historia como país haya hecho algo parecido.

En su momento, el poeta y escritor Javier Sicilia le dio un picorete salivón en la mejilla al entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa, ¿y?, obviamente que no pasó a mayores; tal vez hubiese sido más noticia si el señor Calderón Hinojosa le haya dado el beso al poeta morelense Sicilia.

Y ahora la reportera de Tijuana tal vez para hacerse de protagonismo ha dicho a los medio que fue una falta de respeto el picorete que le plantó en la mejilla AMLO, dizque porque invadió su espacio, que no lo pidió ni lo esperaba, etcétera; sin embargo, ¿qué acaso no pudo eludir ese beso del tabasqueño? Tan fácil que hubiera sido evitarlo con mover su cabeza la reportera y tan, tan, fin del asunto; además, como dijera Cyrano de Bergerac: ¿… qué es, señora, un beso…? Así de fácil. Ojalá y la reportera viera o leyera qué es un beso para Cyrano de Bergerac y tal vez hasta lo agradecería, porque pudo haber sido todo, menos una falta de respeto.  Sea pues. Vale.