Crimen a la educación en Nayarit

La Universidad Intercultural de Guadalupe Ocotán, municipio de La Yesca, desde hace siete años no funciona, por la sencilla razón de que el gobierno de Nayarit no ha aportado el 50 por ciento del presupuesto que le corresponde.

Pero es desconocido el dato sobre la cantidad de dinero que el gobierno estatal está obligado a entregar.

Siendo gobernador de Nayarit, Ney González firmó un convenio con la Subsecretaría de Educación Superior que obligó al gobierno federal construir el edificio sede de la Universidad Intercultural en el municipio de La Yesca.

El conjunto de naves de en aquel tiempo moderno inmueble escolar, fueron inauguradas en 2011, último año de gobierno, por el propio Ney González y representantes de autoridades educativas tanto nacionales como estatales en la comunidad de Guadalupe Ocotán.

Pero la obra que albergaría a jóvenes estudiantes de las diferentes etnias procedentes de Durango, Jalisco, Zacatecas y Nayarit quedó en el olvido. En deterioro material por falta de mantenimiento, lentamente muere por inanición.

Entre otros estudios superiores, la Universidad Intercultural ofrecería las carreras de Informática y Enfermería. Pero un propósito fundamental fue difundir el conocimiento de las lenguas y la cultura indígenas.

Y estaba proyectada para funcionar como organismo público descentralizado de carácter estatal, con personalidad jurídica y patrimonio propio.

El 26 de agosto de 2010, el gobernador Ney González emitió un decreto con referencia al acuerdo administrativo que crea la Universidad Intercultural del Estado de Nayarit, mismo que fue aprobado por la legislatura local.

En dicho acuerdo, el representante del Poder Ejecutivo de Nayarit establecía de manera bien definida la naturaleza, objeto, atribuciones y organización de la Universidad Intercultural que tendría su domicilio en el municipio de La Yesca, que sería la primera sede académica.

Formar individuos con actitud científica, creativos, solidarios, con espíritu emprendedor, innovador, sensibles a la diversidad cultural y comprometidos a la valoración de las diferentes culturas, era uno de sus múltiples objetivos.

El rector sería nombrado por el gobernador constitucional del Estado a propuesta del Consejo Directivo. El rector de la Universidad Intercultural duraría en su cargo cuatro años, y podría ser ratificado para un segundo periodo, previa valoración de su gestión de parte del Consejo Directivo, reza el documento en su apartado organizacional.

Pero a la basura se fue la cuantiosa inversión del gobierno federal en la construcción de la estructura física. En la actualidad el edificio de la Universidad Intercultural de Guadalupe Ocotán es un elefante blanco.

El gobierno estatal anterior en reiteradas ocasiones prometió echarla a funcionar, pero ese propósito no se ha cumplido.

La verdad es que no ha habido interés de aportar el 50 por ciento del presupuesto que le corresponde para el pago a la planta docente y administrativa, así como para el mantenimiento del inmueble, según la investigación periodística.

Y lo peor es que el gobierno federal obliga el depósito bancario de la parte que le incumbe al gobierno de Nayarit.

Se comete pues un crimen a la educación.