Andrés Manuel y Claude-Adrien Helvétius

Toda vez que el INE ha declarado Presidente electo a Andrés Manuel López Obrador para el periodo 2018-2024 y que sus declaraciones, por ser de lo más variado, dificultan su ubicación en alguna corriente de pensamiento he decidido revisar algunas teorías fundamentales.

Dado que en las corrientes del neoliberalismo ni del pensamiento de la izquierda marxista que profeso  le encontré referencias concretas, me aboqué a buscar, más atrás en el tiempo. En la revisión de los liberales clásicos encontré varias referencias que retratan a la perfección algunos de sus pensamientos. Abordo aquí el caso de Helvétius.

Helvétius fue el primer hombre que precisó el principio del utilitarismo. De acuerdo con este principio: los hombres solo buscan el placer y evitar el dolor.

El asunto entonces es, por qué los hombres no son felices, porqué hay tanto sufrimiento, pobreza, porqué no han sabido evitar el dolor? La respuesta es: porque son ignorantes, porque han sido atemorizados (por el poder).

Como los que detentan el poder son pocos y los muchos se han dejado dominar por ellos (la mafia del poder), la cuestión, entonces, es terminar con los conspiradores.

Se precisaba entonces un movimiento de regeneración, éste debe tener como base maximizar el placer y minimizar el dolor: hacer a la gente más feliz, eliminar las causas de la miseria como la ignorancia y la injusticia.

Como las grandes masas no pueden tomar el poder y los aprendizajes para ser felices tardarían muchos años, lo mejor es integrar un grupo de hombres ilustrados, con voluntades resueltas y una pasión desinteresada por la mejoría de la sociedad (el gabinete). La base de ese hombre será: su calidad moral.

Como el hombre es desordenado por naturaleza, anárquico, entonces será necesario impulsar una constitución moral que comprenda premios (zanahoria) y castigos (garrote).

En el modelo de gobierno, imposible resultará el uso de la razón, pues ésta ha sido atrofiada por los regímenes neoliberales, entonces la clave será gobernar por medio del lenguaje del interés (las becas a los jóvenes, a los adultos mayores, conocer las necesidades…)

La constitución moral y las adecuaciones a la Constitución Política vigente, por parte de las cámaras será hacer dignas de la población las cosas que éstas decidan. Una fuerte labor ideológica, pues. Al fin de cuentas ya quedó claro que los malos hábitos son parte de la infelicidad que se vive actualmente (ya vemos declaraciones de seguidores que llaman a mantener limpias las calles, luego vendrán otras correcciones más profundas).

El estado será benévolo y el congreso su fuerza motora.

La clave será la sedesol que desaparece para dar paso a la Secretaría del bienestar. El elemento conductor será la educación, de ahí la convicción de abandonar la reforma educativa y volver el sistema educativo en la clave para la creación del hombre nuevo, al que se aspira, con el que se hará la nueva sociedad, la cual será armoniosa, alegre y feliz.

El problema de un modelo así, es que el hombre puede ser feliz aunque, con el tiempo, puede caer en la cuenta que algo ha perdido: su libertad.