Círculo perverso
Francisco Cruz Angulo
04 de Septiembre de 2018
Una vez más los tepicenses son víctimas de los acuerdos por debajo de la mesa entre los políticos que aspiran a un puesto de elección popular y los líderes sindicales que conciertan durante las campañas electorales.
El pasado domingo la dirigencia del SUTSEM aprobó en una plenaria de su comité paralizar todas las actividades administrativas y de servicios públicos al Ayuntamiento de Tepic por no cumplir con lo pactado con el alcalde perredista, Mtro. Francisco Javier Castellón Fonseca en materia del pago de diversas prestaciones sociales más adeudos pendientes. Ese paro se realizó el día de ayer.
Estamos ante un círculo perverso, esto es, si no me cumples lo que me prometiste te paralizo actividades.
Esta situación de complicidades y chantaje tuvo su origen -en efecto- en gobiernos priístas cuando se utilizaba a los sindicatos como promotores del voto corporativo, es más el PRI en el gobierno utilizaba los descuentos o condonaciones del servicios de agua potable como dadiva de promoción electoral, lo que explica en gran parte la bancarrota del SIAPA.
De igual manera el clientelismo electoral incrementó notablemente la nómina de trabajadores sindicalizados y personal de confianza en cumplimiento a esos pactos políticos-electorales entre alcaldes y sindicato.
A consecuencia de esas nocivas prácticas los ayuntamientos están siendo asfixiados por las onerosas demandas laborales y el exceso de personal burocrático…
¿DE QUÉ SIRVIÓ LA ALTERNANCIA?
Cuando el PRI dejó de ser hegemónico a la llegada al poder de los partidos de oposición se creyó que cambiarían las relaciones políticas con los sindicatos, entre otros el de la burocracia estatal y municipal.
En el caso específico con el SUTSEM la Sra. Águeda Galicia dio el chaquetazo a su anterior partido, el PRI y ofertó sus buenos oficios a los partidos de oposición, claro a cambio de continuar disfrutando de los privilegios laborales.
Obviamente la Sra. Águeda –ávida de poder- exige lo que se le prometió durante la campaña electoral, es decir dejaron entrar al caballo de Troya al que hoy no saben cómo quitárselo de encima.
Además, la lideresa del SUTSEM no solo se da el lujo de paralizar las actividades del ayuntamiento sino que dispone de una red incondicional de informadores dentro de la administración que le hacen llegar santo y seña de cómo funciona el sistema interno administrativo.
Es así como fuimos enterados de los llamados apoyos extraordinarios disque para gestión social que se auto probaron los regidores del cabildo de Tepic que oscilan entre 50 a 52 mil pesos mensuales y sin rendir cuentas claras; asimismo de un incremento de empleados de confianza por méritos y pactos partidistas de campaña y de numerosas irregularidades en el manejo de los recursos de la hacienda municipal.
En tanto el Gobierno Estatal y los municipales no tomen el toro por los cuernos es decir poner límites legales a las relaciones entre los sindicatos de burócratas y el gobierno la vetusta líder sindical continuará imponiendo sus reglas del juego, sobre todo ahora que dispondrá de su brazo político-electoral al que denominará simbólicamente “Levántate Nayarit”…
SIMULACIÓN DE AUSTERIDAD REPUBLICANA
En el curso de la pasada campaña electoral Andrés Manuel López Obrador y los candidatos de Morena nos prometieron que de llegar al poder presidencial gobernarían con austeridad republicana en los tres poderes del Estado como uno de los objetivos medulares de la cuarta transformación del país.
Pues bien trascendió en los medios de comunicación nacionales que la Secretaría de Servicios Administrativos de la recién instalada cámara de senadores presupuestó en su iniciativa de gasto público para el próximo año fiscal una dieta mensual para cada uno de los legisladores de 108 mil pesos. Hasta allí va en concordancia con la política de austeridad republicana de Andrés Manuel López Obrador. Pero, ah, sorpresa, cada senador dispondrá de bonos extraordinarios para gestión social; equipamiento; viáticos y asesores, etc. por una cantidad cercana a los 300 mil pesos mensuales, o sea, en total casi 400 mil pesos mensuales.
Semanas antes en distintos foros públicos Ricardo Monreal, líder de la mayoría de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de esa Cámara se ufanó que esa representación popular sería el primer ejemplo de austeridad; que se terminaría sus privilegios, groseros dispendios y que rendirían cuentas claras en el ejercicio del gasto público.
De aprobarse ese presupuesto por la Cámara de Diputados de mayoría morenista pretextando que casi es el mismo de la pasada legislatura. ¿En dónde está el cambio de austeridad republicana?
Esa actitud será una mala señal a los electores que votaron por el cambio en la forma de gobernar al país. ¿Entonces eso de la austeridad republicana fue una faramalla para ganar votos?
Las bancadas mayoritarias de Morena deberán ser congruentes con la política de moral pública pregonada por Andrés Manuel López Obrador.
Por supuesto no se desea que nuestros senadores trabajen a condiciones de mendicidad. Lo que se trata que sus ingresos sean proporcionales a la calidad de su trabajo parlamentario. Qué no engañen a la gente porque pronto correrán el riesgo de perder credibilidad social…
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