Hay miles de inhabilitados en Nayarit

Si bien se ha dicho que lo que se busca no es venganza sino justicia, la noticia que se dio recientemente de que el exgobernador Roberto Sandoval Castañeda será inhabilitado durante 12 años, diez meses y 15 días para poder ocupar cargos públicos, sí que causó cierto resentimiento en algunos sectores de la sociedad por considerarlo más bien un tipo de burla que una sentencia.

Se dice que después de esta sentencia en que no podrá desempeñar ningún cargo público el exgobernador Sandoval, vendría el verdadero juicio penal en su contra, se dice nada más, porque el que llegue a ser una realidad está de pensarse debido a nuestro sistema imperante en que entre los políticos nunca se llega a nada serio; si acaso, a una trama montada bien o mal pero una trama política y nada más. Y si acaso se llegara a montar un juicio de tipo penal, este deberá estar bien sustentado en todas sus formas y que no sea nada más un argüende mediático en que lo único que podría pasar sería que de la quemazón no pase, pero esto en sí no haría ya ninguna mella en el señor Sandoval Castañeda, quien al parecer ya está curado en salud en este sentido al contar con una buena defensa.

Esta inhabilitación a Roberto Sandoval generó todo tipo de comentarios en las redes sociales, y en los apartados de opinión en los portales de internet de algunos medios informativos, a cual más en contra de este dictamen, tal vez porque en Nayarit existen miles y miles de habitantes que desde siempre han estado inhabilitados para ocupar cargos en la función pública, incluso, recién nacidos y los que están por nacer, ya traen esa inhabilitación en su sino; así que cómo considerar esa sentencia al exgobernador como un castigo si en realidad no le afecta en nada y menos si como se dice que no le hace falta trabajar ya por tener bien asegurado económicamente su futuro.

Sin embargo, para acallar rumores de una buena vez, ¿qué no sería bueno que el mismo Sandoval Castañeda saliera a dar la cara y aclarara de una buena vez y de bien a bien su situación tanto política como económica? Si bien no él mismo en persona, que sería lo más óptimo, pero sí a través de sus abogados, todo con el fin de acallar de una buena vez todos esos rumores que ya se están convirtiendo en una leyenda urbana más. Y si está tranquilo y con su conciencia en paz, pues estaría mejor aún si diera las explicaciones de todo lo que hizo durante su función pública y así taparle la boca a muchos de sus detractores.

Y a propósito de cargos públicos, ¿cuál otro podría desempeñar en lo sucesivo Roberto Sandoval? Y además, ¿qué partido político lo podría postular? Ya que por el momento y en caso de que se revirtiera esta burda sentencia de inhabilitación, el PRI sopesaría la conveniencia de postularlo para algún cargo público, precisamente a lo quemado que está ya en el ámbito político, y si bien existe mucho cinismo e impunidad en la política mexicana, en caso de que el PRI lo volviera a arropar dándole una senaduría o una diputación federal, sería la piedra que hundiera más todavía a dicho partido político, así que ¿qué cargo se le podría dar al señor Sandoval? Porque es bueno recordar que en sí, el exgobernador no es político de cepa, sino que fue favorecido por algún hado padrino que lo encumbró en poco tiempo para llegar en poco tiempo a diputado local, presidente municipal y luego gobernador, algo muy pocas veces visto en una carrera política porque la mayoría de los políticos tienen que sudar la gota gorda para llegar a alcanzar si no la meta fijada, si vivir fuera del error durante un buen tiempo.

Y a propósito de tiempo, la corta carrera política de Roberto Sandoval por llegar a la gubernatura en tan poco tiempo posiblemente parezca que lo benefició, pero viéndola de bien a bien, tal vez lo ha perjudicado debido a su edad, porque en sí su vida política ha llegado a su fin, por lo que ya no tendrá modo de hacer algo dentro del mundo político.

Fue meteórica su carrera política, sí, pero al parecer ya se ha apagado definitivamente. Así que de haber hecho bien las cosas, pudo haber seguido mamando de la ubre presupuestal varios años más como senador, diputado o en algún otro cargo público; sin embargo, todo indica que no supo hacer bien las cosas para que no se hiciera el ruido que ahora lo tiene en el ojo del huracán; y que si bien no le podría pasar nada penalmente hablando, los señalamientos hacia él serán siempre en forma negativa, quedando para la historia estatal como un mal administrador. Sea pues. Vale.