Incendio en la UAN, judicialmente sin responsables

El provocado incendio tierna la mañana del domingo 19 de febrero de 2017 en edificio de Finanzas resguardo de documentación contable, ha complicado más el panorama de la Universidad Autónoma de Nayarit, ya de por sí denso, situación que judicialmente no acaba de concluir para definir responsables del atentado.

Los resultados de las investigaciones periciales en el lugar de los hechos, en aquel entonces obligaron a la Fiscalía General del Estado a emitir comunicación oficial de que para incendiar valiosos justificantes de gastos se utilizó gasolina, como principal combustible.

La mayoría de opinadores, sobre todo en redes sociales, han afirmado a pie juntillas que el incendio provocado es una práctica recurrente para borrar evidencias de corrupción, desvío millonario de dinero público que directo apunta al anterior rector Juan López Salazar, hoy prófugo de la justicia muy a pesar de haber girado la autoridad orden de aprehensión en su contra.

No es tanto que fuerzas oscurantistas traten de destruir la universidad pública, más bien hay personajes al exterior, aunque también al interior de la máxima casa de estudios, empeñadas en evitar trascienda el mal manejo del presupuesto que los compromete.

Existen versiones fundamentadas de que se han financiado campañas de candidatos del PRI, pero también del PRD. Cuando menos cuatro dirigentes de la FEUAN y uno del SPAUAN han ostentado cargos de elección popular por el PRI, mientras que dos, uno del SETUAN y otro de  rectoría, por el PRD.

Al actual rector de la UAN, Jorge Ignacio Peña González, ha tenido camino borrascoso, espinoso, difícil de transitar. Escaso ha sido su voluntad de esclarecer hechos que involucran a Juan López Salazar.

En el hipotético caso de que por dignidad renunciara al cargo, los grupos de poder dentro de la Universidad Autónoma de Nayarit, entre ellos los dirigentes de los tres sectores, convocarían a reunión del Consejo General Universitario para, de una terna, elegir al nuevo rector.

Incluso, también con base en la anterior Ley Orgánica, ese conjunto de fuerzas dominantes puede destituir al rector mediante el Consejo General Universitario.