Atención a las personas con capacidades motrices diferentes

Hasta prácticamente el último tercio del siglo pasado, a alguien o a algunos se les prendió el foco de que había qué ver por las necesidades de atención de las personas con capacidades motrices diferentes, personas a las que se les ha dado en llamar discapacitados o minusválidos, aunque esta última palabra mucha gente la toma en sentido peyorativo al creer que se les da menos valor a quienes han nacido, se han accidentado o que debido a alguna enfermedad tienen dificultad para desplazarse por las calles, jardines y edificios de la ciudad.

Así que cuando se puso atención en estas personas que tienen algún tipo de problema en su cuerpo, se comenzaron a poner rampas en las banquetas y en algunos inmuebles, no en todos pues la mayoría, si no es que todos, fueron construidos sin contemplar a las personas que utilizan sillas de ruedas o que por algún problema en su cuerpo se les dificulta subir escaleras o entrar a los elevadores, etcétera.

Sin embargo, en la capital nayarita uno de los servicios que hasta hoy no se ha contemplado para dar servicio a estas personas con dificultades motrices en su cuerpo, es el servicio de transporte urbano, pues hasta el día de hoy no hay unidades que tengan puertas y rampas para que puedan subir con sillas de ruedas.

Ahora tanto el Congreso Estatal así como el Municipio de Tepic han enfocado sus baterías para que las personas con algún tipo de discapacidad tengan más atención en todos los aspectos. Y está bien esta medida que se aplaude; pero el problema es que las aceras de Tepic no se prestan muy bien que digamos para que quien utilice silla de ruedas se desplace con seguridad y comodidad, ya que debido a lo reducido de las aceras, así como los desniveles que tienen la mayoría de las banquetas que se deben tanto a escalones como rampas para las cocheras, hacen muy dificultoso el transitar en silla de ruedas, por lo que quien anda en ellas por fuerza tiene que bajarse al arrollo vehicular con el peligro de que puedan ser golpeados por algún carro precisamente porque también muchas de las calles de la capital nayarita son muy estrechas, sobre todo las del Centro Histórico-

Y la mayoría de las banquetas tienen muchos desniveles porque hay unas casas más altas que otras, por lo que cuentan con escalones para facilitar el andar de los peatones así que va uno sube y baja y además, al llegar a una rampa de una cochera quien va caminando se tiene que inclinar de lado para poder sostener el equilibrio, así que para quienes vayan en silla de ruedas es prácticamente imposible rodar por cualquiera de las aceras, salvo una que otra cercana a los andadores del Centro Histórico.

Algunos edificios antiguos del servicio público al ser construidos para nada contemplaron o tal vez ni pensaron quienes los diseñaron que había gente que no podía subir escalones ya sea pocos o muchos peldaños, por lo que tal vez así sigan ya que con el pretexto de que no hay presupuesto y muchos de los edificios necesitarían remodelaciones muy costosas para facilitar el acceso de personas discapacitadas –obvio que no nada más en sillas de ruedas-, así que en el corto y mediano plaza es probable que no se resuelva a favor de quienes tengan algún tipo de dificultad motriz o de vista en su organismo.

Qué bueno que el Poder Legislativo Estatal, así como el Municipio de Tepic tengan en mente el facilitar el movimiento de las personas con capacidades motrices diversas, pero desde luego no nada más a quienes por equis motivos tienen que usar sillas de ruedas, sino también a quienes padecen ceguera o son débiles visuales que necesitan también mucho apoyo sobre todo cuando hay baches o alcantarillas abiertas en donde podría caer. Porque se ha visto caminar por las calles de Tepic gente que no puede ver caminando sin que nadie las vaya guiando, ayudada únicamente con su bastón. Igual, hay personas que usan muletas o que les falta alguna extremidad, etcétera.

Platicando con una persona discapacitada, comentó que lo que más le entristece es que la miren con lástima, que esta mirada se siente y cuando alguien la ve de este modo se siente incómoda; sin embargo, según esta persona, quienes la miran con un dejo de lástima no se ponen a pensar que prácticamente la mayoría de los discapacitados se sienten bien, sobre todo los que nacieron con algún tipo de discapacidad, pues están acostumbrados a moverse así sin ninguna dificultad para ellos. No es lo mismo si te lesionas una mano y no puedas bañarte igual, porque usas dos manos.

Sea pues. Vale.