Fastidiar a los jóvenes de la tercera edad
Sergio Mejia Cano
13 de Junio de 2018
Hará cosa de unos diez años o quizás un poco más, que en el área de cajas en el edificio de Teléfonos de México (Telmex), por la calle Colima, contaba con baños para el público usuario; sin embargo, estos fueron cancelados en forma definitiva sin ninguna explicación, siendo que en ocasiones son tan largas las filas para pagar el servicio telefónico y hacer aclaraciones, que llega el momento en que ganan las ganas, sobre todo a las personas de la tercera edad y más, a quienes sufren de incontinencia de las necesidades fisiológicas.
También había una fila especial para adultos en plenitud, pero ahora ya tampoco existe una fila de este tipo, por lo que en una sola fila se tienen que formar todas las personas de cualquier edad, ya no hay condolencia para los jóvenes de la tercera edad que sufren más al estar de pie mucho rato.
Hay quien dice que posiblemente hayan quitado los baños y la fila para la tercera edad debido a que ya se puede pagar el servicio en muchas partes, incluso en cajeros automáticos del mismo Telmex en el centro de la ciudad. Pues sí, pero hay días, sobre todo cuando se llega el plazo del vencimiento para el día de pago del teléfono, que las oficinas de la calle Colima se ven completamente saturadas; tal vez debido a que en muchas de las partes en donde se puede pagar el servicio telefónico cobran comisión. Tal vez por eso mucha gente sigue acudiendo a las oficinas de la calle Colima.
Y a propósito de los jóvenes de la tercera edad, ahora muchos de ellos siguen desconcertados porque tenían años, muchos años sentándose en las bancas que estaban afuera de la presidencia municipal, pero estas bancas ya las quitaron, así que esos adultos en plenitud que tenían años yéndose a sentar a esas bancas, pues ya no más, ahora tienen que soportar el Sol en la Plaza Principal tal vez de pie, porque hay muchas de las bancas de esta plaza que no están en óptimas condiciones para estar un buen rato ahí sentados.
Supuestamente estas bancas que tantos años permanecieron en el pasillo principal del palacio municipal, se quitaron porque la gente las movía y se rayaba el piso; pero ¿entonces por qué no atornillarlas al piso para evitar que la gente las moviera? Ahora bien: fijándose en el piso de este pasillo de la presidencia municipal, no nada más está rayado, sino hasta se ve quebrado en algunas áreas y no precisamente en donde estaban estas bancas que han quitado, sino que se ve que es un mosaico que ya tiene tiempo pidiendo a gritos ser cambiado; pero el que supuestamente la gente por mover las bancas lo haya rayado, pues como que no es por eso. Se le ha quitado un atractivo más a la presidencia municipal que si bien las bancas no eran tanto para que descansaran los visitantes, sí para los tepiqueños y nayaritas que ahí se ponían a platicar de su vida activa cuando físicamente fueron jóvenes de edad. Esto desde luego que se podría tomar como una falta de respeto a la ciudadanía que tenía por costumbre ancestral ir a sentarse a las afueras del palacio municipal para un rato de relax.
Pero pareciera ser que se está perdiendo el sentido de amabilidad y condescendencia para los adultos en plenitud. Si bien hoy en día los pensionados ya no tienen que acudir a su clínica asignada para cubrir la supervivencia, de todos modos en caso de que se les interrumpa el pago mensual, por fuerza tienen que acudir a verificar qué pasó con su pago, y tener que actualizar sus datos.
Y ahora resulta que con el cambio de tarjeta de débito por vencimiento de la tarjeta anterior, al menos en la Banca Santander, no se puede activar la nueva tarjeta plástica hasta que no se actualicen los datos personales del tarjetahabiente. ¿Cómo es posible esto? Se supone que una persona de la tercera edad ya está actualizado por el resto que le queda de vida; sin embargo, ahora es necesario que para activar el nuevo plástico con vigencia de cinco años, tiene que acudir el pensionado a una sucursal de Santander para actualizar sus datos personales, como si una persona de la tercera edad pudiera andar haciendo trámites todos los días; si con trabajos acude un adulto mayor en plenitud cada mes a retirar su pensión, y ahora tiene que acudir a actualizar sus datos; y lo malo es que en mientras, el banco Santander está reteniendo un dinero que no le corresponde en absoluto, es un dinero propiedad del jubilado o pensionado el que está reteniendo sin fijarse en el daño que le podría causar al pensionado reteniéndole su pago mensual arbitrariamente.
Sea pues. Vale.
Comentarios