Las ligas mayores de la política son otro cantar

Desde hace algunos días en las redes sociales se han hecho evidentes varios anuncios en donde la candidata a una diputación federal por el PRI, la señora Sofía Bautista Zambrano, pregona que quiere debatir con sus adversarios; y hoy se anuncia en el portal de nnc.mx que esta señora ha recibido el aval del INE para llevar a cabo su tan ansiado debate.

Se ha dicho desde hace mucho tiempo que quien aspira a debatir con sus contrincantes es porque no se siente seguro del terreno que pisa y porque quiere darse a conocer aprovechando los reflectores de un debate, en donde daría rienda suelta a sus propuestas que vendrían a ser las mismas de siempre, nada más que un poco más rebuscadas pero al fin y al cabo, promesas de toda la vida que parecieran ser el machote de siempre al que se aferran a sabiendas de que jamás se cumplen.

Sin embargo, ¿qué espera en realidad la señora Bautista Zambrano citando a un debate a sus contrapartes? Porque con el debido respeto, experiencia no tiene alguna y ni la más mínima idea de lo que son las grandes ligas de la política nacional; si bien ha incursionado a nivel local, otro cantar es a nivel nacional de lo que por lo que se ve, Sofía no tiene al menos por el momento las tablas suficientes. Tal vez pudiera resultar un garbanzo de a libra, pero a simple vista no se entiende el porqué tan pronto la soltaron para contender a una diputación federal. Tal vez sea por estar siguiendo la tónica actual de lanzar a la política grande a noveles integrantes de los partidos para ver si es chicle y pega. Pero por un lado estaría bien, ya que posiblemente haya quien haya pensado en las dirigencias de los partidos políticos que ya basta de los dinosaurios que son los de siempre, por lo que habría que darle oportunidad a las nuevas caras; ¡claro que sí!, pero al menos con un poco más de experiencia a nivel local; porque una cosa es la política estudiantil de la que se vanagloria esta joven Bautista Zambrano, y otra cosa es ya tener las tablas suficientes no nada más para debatir, sino para en verdad representar a su distrito, cosa que está a mucha distancia de que sea una realidad, y menos por ser del PRI.

Y precisamente, debido a que Bautista Zambrano pertenece a las filas del otrora partido aplanadora, bien pudiera ser muy cuestionada en un debate, porque bastaría con preguntarle qué opina de las llamadas reformas estructurales y si las seguiría apoyando a pesar de que sus posibles representados le pidieran que pugnara porque se les diera marcha atrás, entonces ahí es en donde podría tronar de buenas a primeras esta candidata que quiere un debate, pues sería fácil de vencerla con base a preguntas tácticas, porque ni modo que se ponga en contra del programa que ha adoptado el PRI de acuerdo al nuevo orden mundial en donde el gobierno federal actual se ha mostrado ampliamente sumiso.

Pero ojalá y se llevara a cabo el tan ansiado –por parte de Sofía Bautista- debate, para que se le hicieran las preguntas adecuadas, porque de propuestas, pues se podría decir que ya está dicho todo en cuanto a seguridad y empleo que es lo que por lo regular pregonan siempre los candidatos; y esto porque eso de la seguridad al parecer lo ha tomado doña Sofía como una bandera, tal y como si los hechos sangrientos ya tan cotidianos en Nayarit, y sobre todo en la capital nayarita, fueran cosas que han sucedido nada más en esta actual y novel administración; ya que al parecer la señora Bautista pretende hacer creer o tal vez ella así lo crea, que la sangre derramada en los últimos acontecimientos son cosa nueva y que nunca habían ocurrido y de ahí que tal vez quiera debatir para resaltar estos hechos violentos, sin ponerse a pensar que todo lo que diga al respecto se le puede rebatir y revertir en un instante, porque los hechos de sangre ya van para mínimo diez años que se incrementaron y sin que haya modo de que se detengan por más esfuerzos que pongan de por medio las autoridades actuales.

Así que más le valdría a la señora Sofía Bautista dejar el debate en paz y mejor dedicarse a seguir con su campaña que por lo que se ve a nada la llevará más que a ponerse en evidencia. Obviamente su juventud la ayuda y respalda para que siga en la brega política; pero queda claro que aún no es su momento; y precisamente esa juventud física que hoy ostenta le puede ayudar para en el futuro llegar a ser algo parecido a doña Hilaria Domínguez Arvizu, por lo que tal vez de aquí a 40 años la sigamos mirando en sus campañas políticas.

Sea pues. Vale.