Dos visiones de país se enfrentaron en el segundo debate

Ahora resulta que lastima los oídos la expresión de la “lucha contra la corrupción” que Andrés Manuel López Obrador viene anunciando desde antes de su campaña electoral. Y no es para menos, cuando aparece el libro “La Estafa Maestra” que desenmascara uno de los múltiples mecanismos de la corrupción del sistema político mexicano, y en el cual están involucrados funcionarios públicos de primer nivel, funcionarios universitarios, personas de alta marginación y los perversos corruptos de cuello blanco. El procedimiento resultó ser simple: el gobierno establece programas fondeados con fuertes cantidades de dinero para cierto tipo de acciones. A su vez establece convenios con las universidades para la prestación de determinados servicios. A su vez, las universidades contratan con ciertas empresas la prestación del servicio a cambio de un módico porcentaje. Pero estas empresas son señaladas de antemano por la autoridad, con la característica que son empresas fantasmas, formadas por personas marginadas contratadas para esos efectos. Y mediante este procedimiento se han esfumado varios miles de millones de pesos, según se documenta en el libro “La Estafa Maestra”. Por ello quieren que AMLO ya no diga que va a acabar con la corrupción.

Sin embargo, la moralización del ejercicio del Poder Público es parte fundamental de la visión “lopezobradorista”. Pero no es la única expresión de este modo de concebir a la sociedad mexicana. En el novedoso formato del segundo debate la primera pregunta del público que le tocó hacerla a Luis Ángel Amador Pérez, el cual quiso saber sobre las acciones que prevén los candidatos para reorientar las exportaciones a países diferentes a Estados Unidos. Andrés Manuel López Obrador afirmó que ante las amenazas del muro, militarizar la frontera y perseguir a los mexicanos, es preferible fortalecer la economía, con la finalidad de generar empleos en México y cerrar así la necesidad de emigrar. Los migrantes van a buscarse la vida a Estados Unidos, no van por gusto, y estamos de acuerdo con el TLC porque debemos aprovechar la relación con EU, de amistad y respeto mutuo.

Otra pregunta del público fue la de Diego Domínguez Sánchez acerca de si están de acuerdo en aumentar el salario mínimo para reducir la disparidad con los ingresos en Estados Unidos. López Obrador respondió: Estoy de acuerdo en esta postura, que es la que ha manifestado en algunas ocasiones el presidente Trump. En esto coincido, aumentar los salarios en México, aquí en la frontera, al doble del salario mínimo. No se puede hablar de un acuerdo comercial si no se busca la igualdad en el salario. En otra parte de su intervención, AMLO habló de la necesidad de reintegrar una alianza para el progreso que incorporara a Canadá, Estados Unidos, México y Centroamérica para detonar el desarrollo, la generación de empleos y reducir la migración. Sin embargo, fue recurrente en el combate a la corrupción como elemento clave para lograr el respeto de Estados Unidos, para invertir más en detonar empleos en el país y para atender la frontera. Dijo que la violencia en la frontera no se puede combatir con más violencia, sino potenciando el desarrollo para generar condiciones de paz. Hay un abandono en el campo. La mejor manera de enfrentar violencia e inseguridad es combatir la pobreza, acabar la corrupción. En fin.