La realidad podría superar la ficción

A guisa que se me tilde de fantasioso o de que veo muchas películas o televisión, es bueno recordar que muchas de las veces la fantasía, la imaginación y la ficción han superado en mucho a la realidad.

En la película de “El Padrino”, basada en la novela homónima de Mario Puzo, Don Vito Corleone le dice a su subordinado Luca Brasi que vaya con los Tattaglia y que se muestre inconforme con la familia Corleone porque lo están haciendo menos, en sí, que dé la impresión de que quiere cambiar de bando. Y en la tercera secuencia de la película, Michael Corleone le dice a su sobrino Vincent que se presente ante sus enemigos en Sicilia de los que se da a entender que algunos de ellos tienen el control de El Vaticano, y que se muestre disgustado con su tío porque no permite que tenga amoríos con su hija, su prima hermana; pero le advierte que sea cuidadoso y que no se muestre muy traicionero porque podrían sospechar.

Pues bien, en la vida real y actual, el candidato panista Ricardo Anaya Cortés se ha mostrado muy despotricado en contra del presidente Enrique Peña Nieto, y hasta se ha excedido pronunciando descaradamente diciendo que de llegar a la Presidencia de la República podría meter a la cárcel al actual presidente del país en caso de comprobarse su mal actuar. Cosa que ya se sabe que jamás ocurrirá realmente en el hipotético caso de que el candidato panista llegara a la grande, pues todo es un juego mediático más para llamar la atención que para llegar a cumplir todas estas vanas promesas, pues más bien parece estar acatando un guion cinematográfico parecido a la del Padrino; como si tuviera la consigna de estar siguiendo una línea a pesar de estarse contradiciendo a cada instante en que pronuncia algo, como por ejemplo, primero dice y afirma que las reformas “estructurales” que él mismo aprobó siendo presidente de la Cámara de Diputados, son la panacea para el avance del país, y posteriormente despotrica en contra de las mismas. Y todo esto está más que documentado, aunque cínicamente no dice nada al respecto. Actúa tal y como si le hayan dicho: mira, tú aviéntate como el Borras, al fin y al cabo mucha gente ya ni se va a acordar que fuiste parte de la aprobación de las reformas que cada día hunden más y más al país en donde no te gusta vivir.

Tanto énfasis ha puesto criticando las reformas Anaya Cortés, tal y como si fuera completamente ajeno a ellas, por lo que si se analizara de bien a bien su comportamiento, como que no quedaría muy bien parado ante la opinión pública, que de hecho, gran parte de ella ya lo tiene catalogado como  un desequilibrado mental a más no poder. Así que no sería nada extraño que precisamente por ese desequilibrio mental, lo hayan escogido para representar el papel que ahora desempeña para ver si es chicle y pega.

Igual y como fue escogido Vicente Fox Quesada que, aprovechándose de su poco coeficiente mental fue preparado para que se ganara la preferencia de la mayoría de la gente que ya estaba harta de más de 70 años de hegemonía priista, así que le dijeron lo que tenía que decir para que la gente ávida de un cambio se fue con la finta de que él, Fox Quesada sacaría a los malos de Los Pinos y acabaría con las víboras prietas y demás alimañas que tenían al país como lo siguen teniendo.

Así que por todo esto se podría decir que alguien detrás de Vicente Fox y ahora de Ricardo Anaya, habiendo estudiado muy bien la situación psicológica de la mayor parte de la población, supo cuáles eran las palabras precisas para llegarle al electorado y convencerlo de que había llegado el momento del cambio para que todo quedara igual o peor.

Sin embargo, esas mentes maquiavélicas que están y han estado detrás del poder, no nada más podrían estar manejando a Ricardo Anaya y haber manejado en su momento a Vicente Fox, sino que probablemente también tengan entre su producción a los demás candidatos a la Presidencia de la República, cada uno de ellos desempeñando  su papel a la perfección para dar la apariencia de que están todos contra todos y a favor de ninguno.

De José Antonio Meade ya se sabe que es un candidato impuesto posiblemente desde el  extranjero, tal  vez por eso le dio temor decir que quitaría las pensiones presidenciales, tal vez porque no lo habría consultado en caso de que se le cuestionara al respecto, así que mejor prefirió decir que esas pensiones se las merecen por seis años de sacrificio. Pero ¿y AMLO? Pues tal vez también esté interpretando un papel en esta película nacional.

Sea pues. Vale.