Tepic: los servicios públicos y la calidad de vida
Carlos Delgado Camacho
20 de Febrero de 2018
Es muy común escuchar el malestar de los ciudadanos por la basura que no se recoge debidamente; porque algunas lámparas del alumbrado público están fundidas y no las cambian; porque no hay suficiente vigilancia policiaca en las colonias de la periferia o comunidades aledañas; sin embargo, muy poco se sabe de organizaciones ciudadanas que “le entren” al análisis profundo de la problemática subyacente y a la búsqueda de soluciones pertinentes para el caso. Esto –en opinión de un servidor- se debe a que sin más, damos por hecho que si no se cumple cabalmente con el cumplimiento de dichas tareas, se debe concretamente a la simple ineptitud, irresponsabilidad o “valemadrismo” de quienes tienen la obligación de hacerlo. Me parece mis estimados lectores que si bien pudiera haber algo de ello, la realidad es que este asunto tiene otras vertientes dignas de comentase.
Por mi parte iniciaría apuntando que el tema es sin duda importante, toda vez que para calificar lo que llamamos calidad de vida de los habitantes de una población o ciudad –entre otros-, se toma en cuenta precisamente el factor “CALIDAD DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS” que se les proporcionan. Servicios cuya responsabilidad sabemos, fundamentalmente corresponde brindarlos a las administraciones municipales que por cierto, se las ven negras para hacerlo a satisfacción plena de los ciudadanos en virtud de la endémica crisis financiera en que históricamente sobreviven; esto, por el insuficiente presupuesto que se les asigna de la federación. Más allá de las acostumbradas críticas (muchas de ellas sin conocimiento y sustento) que se hacen a quienes dirigen y junto con los regidores conforman un Ayuntamiento, habría que aceptar que con los recursos propios que obtienen –salvo casos excepcionales de municipios y ciudades ricas por su industria y/o comercio- resulta prácticamente imposible para la gran mayoría quedar bien con sus gobernados. De esta difícil situación por supuesto que no escapa la entidad nayarita, misma en la que quizás el único municipio que podría ser la excepción -dadas sus muy favorables y particulares características- sería la del pujante municipio de Bahía de Banderas. Es decir, que en este sentido ni siquiera el municipio capitalino se salva, situación que se agrava si anotamos que al mismo, llegan diariamente cientos de nuevos habitantes que emigran de la deprimida zona rural. Emigración que posteriormente se refleja en nuevos asentamientos de población que luego demandarán los respectivos y vitales servicios públicos para cuya satisfacción como ya se dijo, no se tendrán los recursos financieros ya de por sí insuficientes. Esto se ha vuelto un círculo vicioso, pues sabemos que regularmente los erarios municipales por sí mismos tienen una captación propia muy precaria vía ingresos que se obtienen por Impuesto Predial, Registro Civil y el funcionamiento de negocios entre algunos otros rubros que ni en sueños, alcanzaría para medianamente cubrir las exigencias cotidianas. Este es el crítico panorama existente en términos de recursos financieros, razón por la cual a los ciudadanos debiera quedarnos claro, que a efecto de que LOS SERVICIOS MUNICIPALES SE MEJOREN Y CON ELLO SE ELEVE EL NIVEL DE CALIDAD DE VIDA EN NUESTRAS CIUDADES YPOBLACIONES, habría que o colaborar con aportaciones adicionales, o dirigir nuestros reclamos hacia quienes captan y distribuyen EL GRUESO DEL DINERO QUE SE OBTIENE VÍA PRINCIPALES IMPUESTOS EN EL PAÍS y que es nada más y nada menos que EL GOBIERNO FEDERAL a través de la Secretaría de Hacienda. Gobierno federal que mientras siga con la actual política presupuestaria centralista de captar, y decidir a su arbitrio la repartición de lo que se obtiene de impuestos sustanciales como lo son el 16 % de IVA a todo lo que consumimos los mexicanos, el ISR que aportan todas las empresas, personas morales y físicas, y los que se obtienen por las tasas especiales con que están gravadas las gasolinas, el gas, los licores, tabacos y otros recursos naturales nacionales que se concesionan a particulares para su explotación, etc, etc; difícilmente veremos que esta perniciosa situación cambie a favor de los ciudadanos. Es decir, que junto con el necesario impulso de una CULTURA DE CUMPLIMIENTO CIUDADANO EN EL PAGO DE IMPUESTOS, se requiere una revisión profunda de la actual POLÍTICA DE DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO NACIONAL que derive en hacer llegar directamente a los municipios mejor apoyo financiero tanto para que mejoren la prestación de los servicios públicos elementales, como también para que les quede margen de promover acciones dirigidas a detonar su economía interna. Para el caso por supuesto, tendría que eliminarse la nefasta práctica tan en boga, en la que se otorga gran parte del presupuesto nacional a las bancadas de los partidos a efecto de que Diputados y Senadores –con burdo criterio de proselitismo partidario- lleven “agua a su molino”. Pero sobre todo, establecer verdaderos mecanismos de
seguimiento de la captación, el manejo, otorgamiento y la aplicación de los recursos para evitar algo que conocemos se ha vuelto institucional; me refiero AL DESVÍO Y MAL USO DE LOS RECURSOS por parte de FUNCIONARIOS CORRUPTOS acostumbrados a ello. ¿Será posible? En un plano optimista, un servidor considera que SÍ ES POSIBLE, sobre todo en el marco de un escenario electoral en el que muy probablemente LOS MEXICANOS NOS ATREVEREMOS A DAR EL GOLPE DE TIMÓN QUE SE OCUPA PARA SUPERAR EL ACTUAL ESTADO DE COSAS Y DIRIGIR AL PAÍS HACIA UN MEJOR DESTINO.
COROLARIO.- Los nayaritas seguimos en espera de ver que el actual gobernante estatal, con la visión empresarial que nos dijo tener, nos dé la noticia de que pronto se instalará alguna fábrica o empresa transformadora de productos de la región para detonar la economía de la entidad. Hasta la próxima.
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