El pueblo decidirá en las urnas cambio sí o cambio no: AMLO

El problema está claro, el modelo neoliberal que desde hace 30 años le impusieron al país, cayó en una multifacética crisis estructural y llevó a los mexicanos a un callejón sin salida. Como dijera Andrés Manuel López Obrador, el actual régimen ya se agotó, es un régimen caduco de corrupción, de injusticias, de privilegios, que está destruyendo al país, que ha causado esta grave crisis de bienestar social, esta grave crisis de inseguridad y de violencia.

En los últimos 30 años que en México se ha estado aplicando la llamada política neoliberal, no ha habido un sustancial crecimiento económico, esto es, la economía nacional ha crecido muy poco, a una tasa de crecimiento promedio anual de 2.3 por ciento y, si atendemos al crecimiento per cápita, allí es prácticamente cero. Con el neoliberalismo no ha habido un importante crecimiento en la economía mexicana. En comparación con otros países, México se ha mostrado como uno de los países con menos crecimiento económico. Y según el catecismo de la economía política capitalista, si no hay crecimiento en la economía no se generan empleos. Y si no se generan empleos, si no hay trabajo, no puede haber bienestar. Y si no hay bienestar, no puede haber tranquilidad y paz  social. Por eso la alternativa se plantea en cambiar el modelo o seguir con lo mismo.

¿Qué implica un cambio del modelo de desarrollo del país? Sin plantearnos la meta de llegar al “socialismo” que por cierto no ha existido en el planeta, el nuevo modelo de desarrollo de México debiera recuperar las experiencias históricas exitosas que tuvo el país cuando mantuvo un crecimiento sostenido de no menos del 5 por ciento anual y el Estado jugó el papel de impulsor de la industrialización nacional y de justiciero social. El nuevo Estado Nacional ya no sería el Estado de la Revolución Mexicana, pero tampoco sería el actual Estado Neoliberal Transnacionalizado. A groso modo, la economía mexicana requiere para crecer de un esquema de “economía mixta” en donde el Estado Nacional promueva la inversión productiva privada, mixta y pública, requiere del fortalecimiento del mercado interno y de la diversificación del mercado exterior, requiere de la recuperación de la autosuficiencia alimentaria de los productos agroindustriales, etc. Y se requiere que el nuevo Estado Nacional tenga una política de justicia social, de participación popular en sus decisiones fundamentales, de impulsor del pleno empleo, etc.

De los pre-candidatos presidenciables el que se identifica con la necesidad de un cambio de modelo de desarrollo del país, es Andrés Manuel López Obrador quien dice que uno de las causas de la desigualdad entre los mexicanos es la corrupción, la  cual se propone “arrancarla de tajo” y sacar de allí, los dineros necesarios para impulsar el crecimiento de México con la creación anual de 1 millón 200 mil puestos de trabajo, a través de la inversión promovida por su gobierno ya sea privada, mixta o pública. Y de allí mismo obtendrá los dineros para becar a los estudiantes necesitados, para dar estudio y trabajo a los “ninis”, a los adultos mayores, a quienes estén en la pobreza extrema, etc. AMLO asegura que son los únicos que pueden acabar con la corrupción en México. En fin.