Querer queriendo
Sergio Mejía Cano
16 de Enero de 2018
Inconcebible que la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), haya caído en esta desgracia financiera por la que está pasando tal vez irremediablemente; tal vez porque de querer queriendo, bien que se podría dilucidar en dónde y cuándo comenzó todo. Tal y como cuando una persona empieza a enfermar y que se da cuenta desde los primeros síntomas.
Así que desde que se detectaron los primeros síntomas de que algo malo estaba sucediendo con las finanzas de la UAN, de inmediato las autoridades universitarias debieron abocarse al meollo del asunto; sin embargo, al parecer se dejó crecer el malestar que, por no ponerle la atención debida este mal creció y creció como una bola de nieve y ahora no hay como pararla y menos destruirla para que todo se aclare debidamente. Aunque también podría darse el caso de que los anteriores rectores universitarios prefirieron nadar de a muertito dejando pasar el mal.
Desde hace mucho tiempo que se documentó que los aviadores eran una realidad en la UAN, pues religiosamente acudían a cobrar personas que prácticamente no tenían nada que ver con la UAN; y según los entendidos, cuando se dejó de pagar en efectivo a los académicos y se les comenzó a depositar su sueldo mediante tarjeta de débito, también se afilió al mismo sistema a otros tantos que no ejercían ya o nunca ejercieron dentro de la UAN en ningún ámbito. Eso se ha dicho desde siempre cada vez que salta a la palestra mediática o alguien saca a colación el tema de los aviadores que toda la vida se ha dicho, están en la mayoría, si no es que en todas las dependencias gubernamentales, delegaciones y hasta en las universidades del país.
Aunque suene a utopía, si se le llegara a escarbar revisando cómo se ha ejercido el presupuesto de la UAN y de todas las entradas de dinero que recibe, obviamente que se llegaría a algo y más, porque se supone que el presupuesto ya viene etiquetado y dizque no hay forma de que haya desvíos de dicho presupuesto ya que grandes cantidades de dinero no se pueden esfumar en el aire tan fácilmente; así que buscándole, pretendiendo y queriendo se podría encontrar la punta de la madeja no de un pasado inmediato, sino desde que se fundó la UAN. Podría ser utópico esto pero se volvería realidad en caso de que hubiese decisión al respecto.
Para uno que es neófito en estas cuestiones universitarias, aun así existe algo incomprensible como por ejemplo qué hace la UAN con el dinero que se le proporciona del 12% que aporta la ciudadanía cuando paga el impuesto predial, que no es poca cosa considerando que la mayoría de la población cubre este impuesto anual. Como por ejemplo en el caso de algunos cobros del predial, se cobró una cantidad de $56.3628 bajo la clave 809 que dice claramente: “Impuesto del 12% de UAN”; así que multiplicando esta cantidad por todos los pagos que se hacen cada año, exceptuando obviamente a los morosos y exentos regulares, desde luego que se convierte en una cantidad considerable y, si bien es cada año, aun así le tiene que servir de algo a la UAN. Y así sea cada año esta aportación, de todos modos tiene que significar algo para la UAN y así paliar sus erogaciones. Pero no nada más es esto lo que recibe la UAN por parte del pueblo, sino también el presupuesto federal asignado, así como de todos los cobros que realiza al estudiantado ya sea para ingresar o reingresar, etcétera; es decir, que no nada más está atenida la UAN a lo que le proporciona el Ejecutivo tanto federal como estatal, sino que también recibe entradas de dinero por parte del estudiantado mediante las cuotas preestablecidas de antemano según los trámites a realizar por parte de los jóvenes que aspiran a estudiar una carrera en donde por cierto cada vez se aceptan menos y se rechazan más estudiantes, contribuyendo con esto a menos entradas de dinero para la UAN.
Y así como se ha documentado que existen desde siempre personas que cobran sin trabajar en la UAN, también se debe de revisar la planta laboral tanto académica como de campo y solicitándoles que al momento de cobrar presenten su currículum y así determinar qué labores realizan dentro de la UAN o retener los pagos de determinadas personas que estén bajo sospecha de que no laboran ahí y en caso de que llegaran a reclamar sus pagos retenidos, que comprueben en dónde trabajan, qué hacen y cuánto tiempo les requiere la UAN para devengar lo que han cobrado; y de no poder comprobar nada de nada, pues que se les decomise todo lo que han cobrado a lo largo de su vida de aeronautas.
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