Aumento en el cobro de predial y agua
Sergio Mejía Cano
12 de Enero de 2018
Voy camino al Palacio Municipal en donde esta vez de nueva cuenta se están recibiendo los pagos del predial y del agua. Antes de llegar me encuentro a un conocido ferrocarrilero pensionado y al saber a dónde me encamino, se exalta y me comenta que él ya había ido y que no se le hacía justo estar de pie casi tres horas haciendo fila siendo de la tercera edad, y que lo peor es que cuando llegó a la mesa en donde estaban cobrando, le van saliendo con que primero tenía que ir a otra parte para que revisaran si no tenía adeudos. Su enojo era porque no le dijeron qué hiciera para no haber hecho fila de balde; sin embargo, dijo que la señorita que lo estaba atendiendo le afirmó que ya no iba a hacer cola con ella, pero que primero pasara a la mesa de revisión.
Sin embargo, al llegar al Palacio Municipal veo poca gente, y me recibe un señor como cincuentón que me pregunta qué es lo que voy a pagar, y al decir que predial y agua normal, me señala una mesa a la derecha de la entrada en donde están varias personas frente a una computadora cada quien. Muestro el recibo anterior del predial y me dan una hoja solicitándome que la firme y pase a pagar al fondo. Y al preguntar sobre el pago del agua, me mandan al lado contrario de donde están ellos.
Veo como cuatro o cinco personas haciendo fila, y en la mesa que atiende se ven dos sillas y dos computadoras, pero una de ellas no tiene a nadie enfrente, aunque muy cerca de esa mesa se mira a una muchacha hablando por teléfono celular y quienes hacen cola la señalan como diciendo que dejó de cobrar por atender la llamada a su móvil.
Se me acerca el mismo varón que antes me había preguntado qué trámites iba a realizar y quizás al recordar que iba a pagar el predial me señala las mesas al fondo del patio central diciéndome que allá se pagaba el predial y el agua. Y efectivamente, antes de formarme en la fila en donde hay como siete personas, veo que hay nueve personas cobrando, seis el predial y tres el agua, por lo que rápido avanzó la cola. Así que no ocupé ni diez minutos en realizar ambos pagos. Tal vez corrí con suerte y el ferroviario pensionado no la pasó bien.
El pago del predial aumentó, en mi caso, $13.2793 y el agua tuvo un incremento d $17.03. Y esto es lo que ha dado pie para polemizar ante una taza de café con varios amigos y conocidos. ¿Por qué se tiene que pagar una especie de renta anual por una casa propia? Claro que siempre hay quien diga que el H. Ayuntamiento se tiene que allegar recursos mediante los impuestos; pues sí, pero el caso es que se supone que ya se pagó por esa casa de todo a todo y se siguen pagando impuestos mediante el pago del agua, de la luz, las actas de nacimiento, defunción, de matrimonio y otros servicios; pero ¿el predial? Además el disgusto de mucha gente es debido a los altos sueldos que se proporcionan las autoridades municipales, los regidores que deberían ser un servicio honorario y sin goce de sueldo, pero que ganan mucho dinero sin hacer prácticamente nada de beneficio social y a la comunidad en sí. Pagar el salario de la burocracia de a pie, pues ni modo, se les tiene que pagar; sin embargo, ¿ganan los trabajadores sindicalizados que están en el H. Ayuntamiento sueldo similar al que se les paga a los regidores? Obviamente que queda como de aquí a la Luna la diferencia; además también existe la carga de los trabajadores de confianza que por haber hecho méritos en campaña del presidente municipal, los acomodan en puestos en donde relativamente no hacen casi nada o nada y reciben buenos sueldos nada más por ser amigos o allegados del edil en turno.
Y respecto al pago del agua que pomposamente se anunció en el Congreso Estatal el aumento al cobro del vital líquido, este de ningún modo se justifica dicho aumento porque la mayoría de las colonias de la periferia y las del centro también, no cuentan con agua en las tuberías cotidianamente, pues un día falta y el otro también o cuando hay no existe la presión suficiente para que alcance a subir a los tinacos debidamente.
Queda claro que el SIAPA está muy necesitado de recursos económicos, pero dicho aumento se debió aplicar en cuanto estuviera garantizado el suministro del agua en toda la ciudad, porque no es justo que se cobre por un servicio que no se da o que es muy deficiente. Y lo peor del caso es que por lo regular las colonias populares son las que más sufren por la falta de agua, y en los asentamientos de gente pudiente es raro que se sepa que les falta el agua en sus albercas y tuberías.
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