Surge la solidaridad mexicana
Sergio Mejía Cano
21 de Septiembre de 2017
De nueva cuenta ha imperado la solidaridad de los mexicanos en tiempos de desgracia al ofrecerse infinidad de manos en forma desinteresada para ayudar a personas atrapadas bajo los escombros, vivas o muertas, pero de lo que se trata es de rescatar gente esté como esté. Otra vez la población hizo a un lado a las autoridades que, con el afán de ordenar los movimientos, hacen perder segundos preciosos que podrían significar una o más vidas.
Aunque también no han faltado los prietitos en el arroz, pues se ha informado sobre gente de malos hígados que aprovechándose de las circunstancias se han dedicado a asaltar automovilistas y transeúntes en las inmediaciones de donde predomina la desgracia. Pero de estos malandrines tal vez la vida misma se encargue después de cobrarles la factura de sus malos actos en estos momentos de pesadumbre para la mayoría de los mexicanos. Y si bien se han documentado estos casos, de lo que sí no se ha dicho hasta el momento, es que haya habido saqueos o pillaje aprovechando de que muchas de las viviendas y oficinas del entorno han quedado deshabitadas por precaución de que los edificios estén más dañados de lo que aparentan.
Ahora se informa que sobran manos, pues la presencia de personas con el afán de ayudar ha superado las expectativas, y lo bueno es que si bien se dice que mucho ayuda quien no estorba, es poco probable que haya alguien que nada más esté haciendo bola, aunque podría suceder, pero si hay o se ve a alguien estático, posiblemente se deba al cansancio pues ya son muchas horas de estar retirando escombros a mano limpia, y esto debido a que se dice que no se puede aún utilizar maquinaria pesada por la duda de que haya todavía sobrevivientes bajo el montón de escombros. Y se ha dicho también a través de los medios que debido a la cantidad de gente que ayuda en las labores de rescate, ahora lo que más se necesita son víveres precisamente para esas personas solidarias que sin parar, muchos de ellos no cejan en su empeño de rescatar gente atrapada; y desde luego, también se ocupan medicamentos de primeros auxilios por aquello de que sean requeridos en cuanto saquen a alguien aún con vida.
Esta tragedia en la ciudad de México pareciera que habría opacado y en su caso olvidado a los hermanos en desgracia de los estados de Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz que todavía están pasando muchas penurias, pero no es así, ya que siguen presentes, y si bien se dice que la ayuda que les estaba llegando a cuentagotas, sigue persistiendo la ayuda hacia ellos. Y es que lo malo de la situación es que no nada más es la ciudad de México la que se vino a sumar a las catástrofes que están azotando al país, sino que también están los estados de Morelos, Puebla, Tlaxcala y las inmediaciones de estas entidades; sin embargo, ya se ha informado a través de los medios que hay ayuda que va directa para aquellos estados del sur y otros ya también para el centro del país.
Y si bien la ayuda ha sido mutua entre los capitalinos aunque no se conozcan entre sí, esta misma solidaridad se vio en las pequeñas poblaciones arrasadas en los estados del sur en donde los mismos pobladores se ayudaron unos a otros porque ahí no hay tanta gente como en la capital del país.
Y respecto a la ayuda, existe y perdura el escepticismo crónico ya tan arraigado en gran parte de los mexicanos en cuanto a si en verdad llegarán todos las ayudas a los más necesitados, porque ha habido ocasiones en que se ha informado sobre la desviación de las ayudas y que hasta las han acaparado algunos personajes con influencias en los lugares de los hechos. Y respecto a las ayudas económicas, también se prende la duda de si todo el dinero que se llegara a recaudar a través de las cuentas bancarias que se han abierto al respecto, les habrán de llegar a los afectados o en su caso se irán a utilizar debidamente, porque se han dado casos también de que después hay malas cuentas y lo peor es que ahí queda todo sin investigar a fondo. Y respecto a los víveres que la gente aporta de buena fe, se han dado casos también que con el tiempo se descubren bodegas llenas de los mismos pero ya echados a perder; y se ha dicho que hasta revenden muchas de las cosas que lleva la gente a los centros de acopio. De ahí a que se esté sugiriendo a la población que marque los víveres que lleva a dichos centros o que les raspe los códigos de barras para que no pueden revenderse o por aquello de no te entumas, porque como se ha dicho: se dan casos y no vaya siendo.
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