Sangriento domingo en Tepic ¿sigues sin dar la cara, Roberto?
Ulises Rodríguez
28 de Agosto de 2017
Eran poco más de las diez de la mañana, ordenaba y acomodaba los libros que durante la semana consulté, siguiendo el ritual matutino de cada domingo, cuando el sonido de una ráfaga ensordecedora irrumpió en toda la casa y rompió con el silencio de lo que parecía, sería un domingo normal. Fueron las detonaciones de arma de fuego que les quitaron la vida a dos hombres en la colonia Santa Teresita, un hombre más, quedó herido. El percance fue en el cruce de las calles Pedraza y San Francisco, donde las distintas transmisiones en vivo de los diferentes medios de comunicación mostraban una escena más bien dantesca: dos hombres yacían sobre el suelo, frente a la mirada expectante de los testigos que en primer término rehuían acercarse, uno de ellos, aún con vida, se retorcía por el dolor de las heridas y el otro, muerto, estaba tendido sobre la banqueta y tenía la cabeza colgando, su masa encefálica y la sangre que salía de las heridas que le hicieron en la cabeza las balas caía y se mezclaba con un charco de agua sucia que se había formado por la lluvia de la madrugada. Un fallecido más dentro del vehículo, es un joven, tenía quizá mi edad o incluso más joven aún. La gente comienza a acercarse en ese punto de la transmisión, pero no para auxiliar al herido, sino para fotografiarlo a él y a los fallecidos. La gente toma foto, toma video, como si no fueran vidas las que acabaran de perderse… cuando pensaba que la indolencia y la indiferencia no podían ser mayores, un muchacho aparece en escena y de la mano del hombre muerto sobre la banqueta, arrebató algunos billetes ensangrentados en un grotesco acto de rapiña. Es una religiosa delgada y diminuta, con grandes lentes, la primera, quizá la única en acercarse a auxiliar al muchacho que aún estaba con vida y que falleció más tarde en el hospital al que fue trasladado. Las primeras pesquisas de las autoridades han dado a conocer que se trató de una ejecución relacionada con el crimen organizado. No resulta ninguna sorpresa. Ese cruce de calles es un punto de constante intercambio de droga, hace poco más de un mes, incluso, hubo una ejecución similar en ese mismo crucero. Otro punto que durante años funcionó para la compra y venta de droga fue a una cuadra de distancia, en el crucero de las calles Ejido y Pedraza. Hace años hice una denuncia en redes sociales sobre esa situación, agregando que el narcomenudeo se llevaba a cabo con la total protección y complicidad de la Policía Nayarit, recibiendo aquella publicación la acérrima defensa del fiscal Veytia por parte de un trío de personajes muy vinculados en aquel tiempo a quien se ha dado a conocer en Estados Unidos era apodado “El diablo”, pero que nosotros conocíamos bien como “La Bestia”. Uno de estos personajes, por cierto, hoy es un “destacado” influencer local, según el Mtro. Francisco Javier Castellón, presidente municipal electo de Tepic.
Ha sido desmoralizante, debo confesar, la reacción de los tepicenses durante las últimas ejecuciones. Nadie auxilia, nadie interviene, los que se acercan lo hacen para grabar y fotografiar a los fallecidos, estamos permitiendo que esta ola de violencia que se genera en el ocaso del gobierno de Roberto Sandoval se vuelva un asunto cotidiano que ya no genera sorpresa y que mucho menos tiene la capacidad de indignar.
La noche siguió con su cuota de terror. Un ejecutado más en la Colonia Puerta de la Laguna, dos más al poniente de la ciudad, en el Ahuacate y el descubrimiento de tres cuerpos más sobre la carretera federal 15, también un hombre fue acribillado en la Colonia Burócratas Federal, dejando un total, a la hora en lo que escribo el presente, de diez ejecuciones en menos de 24 horas. Lo anterior, que es una situación alarmante, no mereció ningún mensaje del actual gobernador Roberto Sandoval, quien con su actitud, nos recuerda aquella noche del 2010, igual de violenta que la jornada de este domingo y en la que el entonces gobernador –y en muy buena medida, responsable de aquella primera época de terror que vivimos los nayaritas-, Ney González, le reclamó que “siempre que pasa algo te escondes Roberto”. Aquella noche, se supo después, Sandoval Castañeda estaba en una gira proselitista por el norte de nuestro estado, promoviendo su candidatura a gobernador, por eso no le tomó importancia a lo ocurrido en Tepic, esta noche, posiblemente, haya estado más ocupado en los preparativos de su fuga el 19 de septiembre, por ello no tuvo tiempo de ocuparse de esta jornada violenta que padecimos, y de la que él también es responsable.
EN CORTO: Preocupa también el silencio del gobernador electo, Antonio Echevarría García y es verdad, no está todavía en funciones del cargo para el que fue electo, sin embargo, su actitud cordial con el actual gobernador, pese a que fue electo no por su liderazgo ni por ser un candidato extraordinario, sino más bien por el hartazgo generalizado de los nayaritas respecto del PRI y en particular de Roberto Sandoval y su equipo, deja mucho espacio a la duda. Más aún los rumores de que piensa impulsar para que ocupe la fiscalía general del estado a Rafael Valenzuela Armas –más parecido a Tribilín-, pensando en la fiscalía como una cuota política y no como lo que es, un área estratégica del gobierno que no debe ser dirigida ni por corruptos como hasta ahora, pero tampoco por improvisados que vayan a hacer más política que justicia, en especial después de este domingo, que parece el preludio de una nueva tempestad.
Comentarios