Se alía con Morena y no a la derecha, rectifica el rumbo el PT

El asunto de las “alianzas” por parte de las “izquierdas” para avanzar en la lucha por el derrocamiento del sistema capitalista ha sido uno de los grandes y graves problemas de los llamados partidos de izquierda de México. Fuera del Partido del Trabajo no hay ningún otro que en sus documentos básicos se proponga llegar al socialismo. Sin embargo algunos de sus militantes y dirigentes han caído en el oportunismo de incrustarse en ciertas posiciones dentro de las estructuras de gobierno para disfrutar de las mieles del Poder Público. El gran estratega de las alianzas, Mao Tze Tung, planteo que había que aliarse hasta con el diablo siempre y cuando la dirección de la alianza estuviera en manos de los comunistas y se avanzara estructuralmente en la lucha para el derrocamiento del capitalismo. Los llamados partidos de izquierda se han aliado con la ultraderecha para el robustecimiento del capitalismo. Y esto es así, porque sus alianzas han estado dirigidas por la derecha, aunque se han tamizado con la pretensión de sacar del Poder Público a ciertos segmentos de la derecha para suplirlos por otros, también de derecha. Realmente en México no existe planteamiento alguno tendiente a robustecer la lucha por la emancipación del capitalismo. En la última experiencia de este tipo, la experiencia de Nayarit, el planteamiento central fue la atracción de capitales para generar empleos, o sea, el desarrollo del capitalismo y sus contradicciones.

Sin embargo, a especie de rectificación política el Congreso Nacional del Partido del Trabajo avaló aliarse con Morena en 2018. El controvertido líder, Andrés Manuel López Obrador, presidente nacional de Morena, rechazó aliarse en los comicios presidenciales de 2018 con PRD, Movimiento Ciudadano, MC y el resto de los que dijo son ‘‘los partidos del régimen’’, y llamó a que el acuerdo electoral sólo se concrete con el Partido del Trabajo, PT, al recordar que su abanderado fue el único que declinó en el estado de México en favor de la candidata morenista Delfina Gómez. AMLO señaló que por congruencia no pueden ‘‘marchar juntos’’ con PRI, PAN, PRD, PVEM, MC, Encuentro Social y Nueva Alianza. En el caso de los perredistas dijo que es una ‘‘vergüenza que en Veracruz mantengan una alianza con el PAN y con un personaje tan corrupto y perverso como el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares’’, mientras que en el estado de México ‘‘se exhibieron como paleros’’. Afirmó que la alianza es con ciudadanos y militantes de todas las organizaciones políticas y sociales, ‘‘sin que esto implique unirnos con los partidos del régimen’’. ‘‘No somos populistas, autoritarios ni mesiánicos; somos mexicanos que queremos acabar con la impunidad para lograr el renacimiento de nuestra patria; no somos seguidores de ningún gobierno extranjero, ni de Maduro ni de Trump. Vamos a expresar una y mil veces que no estamos en contra de los empresarios, lo único que buscamos es erradicar la corrupción y los privilegios (…) Afirmar sin titubeos que habrá crecimiento económico, empleos, bienestar y se garantizará tranquilidad y paz’’. O sea, MORENA y sus aliados no se proponen derrocar al capitalismo. Entonces, ¿A qué le llaman “izquierda”? Andrés Manuel López Obrador sostiene que un partido formado por dirigentes y gobiernos corruptos, que compra votos, reparte migajas, trafica con la pobreza de la gente, que sólo es movido por el interés personal de sus dirigentes y que no lucha sinceramente por la transformación de México, no puede ser considerado de izquierda’’. Esto es, la transformación capitalista del país y la moralidad del partido y su dirigencia son las categorías fundamentales de la mal llamada “izquierda”.

En ese sentido no se puede hablar de socialismo ni mucho menos de comunismo. Por lo tanto, el PT pasa de la sumisión al PAN en Nayarit a la sumisión a AMLO en el país quien, a todas luces, no plantea una salida a la crisis del capitalismo mexicano fuera del capitalismo mundial. Sin embargo, no se puede negar que Andrés Manuel es el líder mexicano de un movimiento amplio democrático-burgués. En fin.