El pretexto ya tan común
Sergio Mejía Cano
20 de junio de 2017
De nueva cuenta doña Águeda Galicia Jiménez vuelve a la palestra mediática debido a los eternos problemas que sufren los agremiados al Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado y Municipios (SUTSEM). Ahora el conflicto se concentra con el municipio de Tepic, precisamente por lo que ya se ha hecho cotidiano: falta de pago a los trabajadores, según lo que se ha informado a través de los medios.
Sin embargo, este cuento de nunca acabar al parecer al presidente municipal en funciones no le preocupa y posiblemente ni siquiera piense en todo el daño que les causa no nada más a los trabajadores, sino a la población que deja de recibir los servicios debido a los paros de labores que hagan los afiliados al SUTSEM.
El pretexto ya tan común para generar estos conflictos es que supuestamente no hay dinero, cosa que podría ser factible, pero de ser así es un indicativo de una mala administración porque se supone que un buen administrador lo primero que tiene que hacer es asegurar salarios de los trabajadores y deudas pendientes, porque los trabajadores y proveedores ninguna culpa tienen de las malas cuentas que haga la tesorería y por supuesto ni de los altos salarios que es probable estos sí, no dejan de percibir en tiempo y forma tanto el mismo presidente municipal como regidores y allegados a los que no les falta quincenalmente su alto salario; pero ¿por qué a los demás trabajadores sí se las hacen tablas con lo que devengan legalmente?
No es muy descabellado pensar que esto de que se les retengan prestaciones y a veces hasta el mismo salario a los trabajadores de diversas dependencias gubernamentales tanto estatales como municipales, tal vez sea un caldo de cultivo para ver qué pasa, porque se dice que la tónica a seguir es eliminar todas las prestaciones y conquistas laborales que fueron logrando los trabajadores a lo largo del pasado siglo XX, conquistas laborales que en varias partes ya fueron derogadas como por ejemplo en los ferrocarriles, en las leyes reformadas del Sector Salud y en el de Educación.
Ahora se antepone el pretexto de que no hay dinero para pagar bonos ya contemplados en las prestaciones de los burócratas tanto estatales como municipales; sin embargo, se entiende que nadie trabaja de a gratis, sino para recibir un salario que si bien ya no es tan justo y constitucional como lo marca nuestra Carta Magna, al menos es un aliciente por las prestaciones de ley que no se pueden derogar de golpe y porrazo como es el derecho a la Salud, la Educación y vivienda; pero si bien no se les han derogado a los trabajadores estas prestaciones, con el mal servicio que ofrecen se podrían tomar ya como un indicativo de lo que está por venir. Porque no es casualidad que el Sector Salud ya tenga tanto tiempo en crisis y no nada más para los derechohabientes, sino también para los trabajadores que, también ya se ha documentado recientemente, un cierto sector de trabajadores de la Salud han estado reclamando varias quincenas que no les han sido pagadas en tiempo y forma, ¿por qué?
Y ahora hay gente ya próxima a pensionarse que a diario vive con la preocupación si su pensión les irá a llegar o no porque corren rumores que en algunos Sectores los fondos de pensiones presentan malas cuentas o han desaparecido, eso se rumora, y ya se sabe que cuando comienza a correr un rumor algo podría traer de fondo, por lo que cada día crece el número de personas que a diario andan tronándose los dedos pensando en qué van a hacer si se las llegan a hacer de tos al momento de tener que pensionarse, sobre todo en el sector de la Educación.
Es triste pensar que si la palabra jubilación viene de júbilo, alegría y bienestar, esta palabra haya pasado a ser más de preocupación que de jubileo. Y más porque la jubilación aunque sea poca al menos es algo porque peor es nada; sin embargo, ahora la preocupación viene a cuento porque llegan las noticias informando que en algunas partes del continente europeo ya se está contemplando aprobar leyes que obliguen a los hijos a tener que mantener a sus padres y abuelos; y aunque algunos analistas digan que eso está muy lejos de que llegue a nuestro país, es bueno recordar lo copiones que han salido los últimos gobiernos federales al adoptar medidas económicas que a pesar de haber fracasado en otros países, aun así se han importado a México, como los sistemas de “afores” chilenos que ya tronaron allá y aquí andan en las mismas, pero de todos modos se siguen importando esos malos modelos económicos.
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