Campañas y responsabilidad...
Marco Vinicio Jaime
07 de Abril de 2017
Avanzan las campañas políticas, y es en este particular momento en donde al parecer queda al descubierto la problemática de los ciudadanos tal cual, sin disfraces ni los ampliamente conocidos constructos numéricos oficiales que oponen resistencia a la realidad social, no solo por el intercruce de señalamientos entre los contendientes, sino por la evidente manifestación o respuesta popular de desencanto. De ahí que se genera la oportunidad coyuntural de percibir de primera mano los sentimientos del pueblo, a efecto de que cada abanderado y su respectiva fuerza política representada reconozca con estricto sentido de responsabilidad su propio papel -sin mayor o menor imputación en honor a la verdad y la justicia-, y mejor aún, erija la mejor solución posible -hasta ipso facto- desde el corto y para el mediano y largo plazo.
Por ahora, los candidatos a Gobernador, en esta primera etapa del trajín proselitista, antes de la suma de los candidatos a presidentes municipales, diputados y regidores, están dando la peculiar definición del escenario, sabedores de que aquel que logre capitalizar el resquemor social y en consecuencia proyectarse como el constructor de las mejores condiciones para el futuro que se anhela por ley, marcará la agenda e irá a la par con sus huestes rompiendo el cerco de la incredulidad colectiva.
Por ello, resulta entendible el que los tres principales candidatos opositores al PRI, a saber el de la Alianza “Juntos por Tí”, comandada por Antonio Echevarría García, de Movimiento Renovación Nacional (MORENA), Miguel Ángel Navarro Quintero, y Movimiento Ciudadano (MC) con Raúl Mejía González, mantengan un fuerte discurso crítico, pues los resultados de la gobernanza en turno en función de los infaustos problemas que mantienen miseria, exclusión e injusticias en las mayorías, constituyen el principal elemento para justificar una transformación de fondo. De conformidad sus ofertas lo poseen como elemento común y con su estilo propio empiezan a salir de los cánones tradicionales al dar literalmente participación a la gente para que exprese sin tapujos sus problemas, caso concreto observado con mayor ahínco hasta este momento, en la Alianza “Juntos por Tí”.
No obstante, no dejar de llamar la atención que el PRI y sus aliados Verde Ecologista y Nueva Alianza, al mando de Manuel Humberto Cota Jiménez, también esté intentando dar su particular viraje a sus propios estereotipos de proselitismo, en virtud de la clara exigencia de la realidad nayarita, que es cosa seria, y con seriedad, honestidad, sencillez y humildad, al margen de los clichés mercadotécnicos del ruido y la fanfarrea “Poner orden, cuantificar necesidades, establecer prioridades, delegar en personas competentes (dar por fin sentido de pertenencia a su ejército), llevar seguimiento del proceso -transversalidad, un solo discurso sincrónico, e iguales líneas de comunicación política y comunicación social-, y verificar resultados”, fórmula que a decir del periodista e historiador Enrique Krauze, llevara al excelso administrador de la época de gloria presidencial, Adolfo Ruiz Cortinez, a dejar tal huella indeleble de agudo oficio político al establecer un estratégico por inteligente deslinde de un sistema antecesor que no alcanzó a equilibrar justicia y progreso armónico frente al “tan descantado progreso material e industrial -que derivaría en no pocos actos de corrupción-”, y que criticara con visionario acierto el connotado politólogo Daniel Cosío Villegas.
Por tanto, bien hará el Candidato priísta en continuar reforzando su discurso y propuesta en la honesta responsabilidad de convertirse en el primer crítico de lo que haga falta modificar, abanderar pues ya de frente los sentimientos de Nayarit. Si el candidato del PRI al Gobierno del Estado de México, Alfredo del Mazo, intenta ser él quien porte responsablemente la bandera de la crítica oposición, reconociendo la exigencia del pueblo -la cual concentra en la terrible inseguridad- y proponiendo la mejor transformación, Manuel Cota entonces, al igual que Colosio y su visionaria autocrítica, puede recoger y definir los principales reclamos sociales a fin de plantear su oferta de erradicación total.
Su tiempo y circunstancias lo han puesto ya en el camino, de tener que hacer frente a los flagelos que impactan directo en las siglas que representa. "Habemos -sostuvo ante un reconocido espacio noticioso a nivel nacional- candidatos y políticos que tienen su propia historia, ninguna culpa de los demás puede ser colocada en automático a nosotros, pues cada quien tiene su responsabilidad aunque sean del mismo partido”. ¿Lo logrará a tiempo integrando un gran equipo con una fuerte dosis de sincronía comunicacional: en la corresponsabilidad recíproca de veras de la reproducción multifacética del ejercicio periodístico, y de comunicación política que supera con mucho la mera apariencia por cuanto apela a la razón, dando respuesta a causas y efectos de lo preconizado? Y la contienda, ¿estará a la altura de las grandes demandas de la ciudadanía, que espera en efecto, en un marco de respeto, de responsabilidad y empatía, una razón, una sola razón, para creer en la construcción de un mejor futuro, en un Nayarit que
es de todos y para todos? Veamos.
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