Manuel Cota, comienzo incierto
Oscar González Bonilla
02 de Abril de 2017
Inédito en la historia política de Nayarit el hecho que un candidato a gobernador de Nayarit inicie campaña en el primer minuto del día luego de ser aprobada su candidatura por la autoridad electoral, proselitismo ahora por periodo de 60 días exactos.
Es el caso de Manuel Humberto Cota Jiménez, candidato del PRI, quien inició campaña un minuto después de la media noche de este domingo 2 de abril en Bellavista, en el histórico lugar que representa la fábrica textil. Pero en realidad comenzó una hora después, porque en ese lapso se atravesó el cambio de horario de verano.
Sobre el significado de arrancar al primer minuto del día, una vez aprobada por la autoridad electoral la candidatura del robusto priista, no existe definición por parte del personal allegado al pretenso a gobernador. Con toda seguridad desea aprovechar al máximo el tiempo, sabedor que las campañas de proselitismo antes de seis meses, hoy son demasiado cortas.
Manuel Cota ha dicho que muy poco le importa sean cuatro años el periodo de gobierno que intenta presidir a partir del 19 de septiembre del presente 2017, porque él los convertirá en ocho mediante el trabajo a marchas forzadas las 24 horas del día. De ese pelo son las ganas de trabajar por el bienestar social de todos quienes habitamos la entidad nayarita.
Tampoco hay explicación sobre la razón de comenzar fuera del edificio testigo de uno de los primeros movimientos de huelga obrera en el país, cuyo simbolismo es innegable. Cierto es que en la práctica, una vez concluido el acto, a muchos asistentes el sitio les pareció inadecuado para un evento político de tal envergadura, donde, dicen, imperó la desorganización.
Pero aún más molestia causó que jóvenes partidarios de la coalición “Nayarit de Todos” a los presentes en el acto arrojaran con diversos artefactos polvo tricolor, como manifestación de júbilo. Sin embargo, los polveados no lo vieron de esa manera y se encabronaron. Ni debió ser así, puesto que la mayoría forma parte de la estructura que el candidato del PRI maneja transportada de un lugar a otro. Debieron aguantar vara.
Bueno el discurso del presidente del PRI nacional, Enrique Ochoa Reza. Mediocre el de Manuel Humberto. Pareciera que estaba nervioso, dijeron. Inusitado en un hombre de muchas tablas discursivas, más en estos tiempos que como senador y dirigente de la organización campesina del tricolor su presencia e intervención en actos de poder nacional eran la constante.
Fue superficial, tibio, sin contundencia, reflexionan testigos. Agregaría, luego de conocerlo, vano, en política plagado de citas comunes que el mayor número de gente escucha con indiferencia, porque son promesas que, comprobado está, no se cumplen, se dicen sólo al calor del discurso de campaña: “En mi gobierno daremos muerte civil a la corrupción, funcionario que no cumpla con su trabajo se va”.
La impresión es que este primer acto de campaña del candidato del PRI –por mencionar de la coalición al partido con mayor fuerza política- a gobernador de Nayarit, las cosas no salieron bien. Fueron en buen número los errores. Lo bueno es que quedó en casa, puesto que entre las 800 o mil personas que asistieron a esa hora de la madrugada la inmensa mayoría es personal de campaña de Manuel Cota, poca gente original de Bellavista, cuando menos. Ellos, los encampañados, si tuvieron a modo el transporte para llegar allá, los periodistas no, a pesar de haber sido invitados.
Para acabarla de amolar hicieron presencia Carlos Saldate, candidato priista a presidente del Ayuntamiento de Tepic, y además gente del gobernador Roberto Sandoval, quienes en estos momentos están bastante cuestionados a raíz de la detención en Estados Unidos del Fiscal Edgar Veytia, acusado de narcotráfico. Flaco favor le hacen a Cota y al PRI.
Por eso a tiempo el profesor Luis Alberto Acebo Gutiérrez, hombre de vasta experiencia en campañas políticas, cuando menos ha coordinado doce, a los priistas lanza el desesperado llamado: “Entiendan: dejen de andar de damas de compañía, trabajen en su barrio, toquen puertas, promuevan el voto”.
Si hacen oídos sordos, en su salud lo hallarán.
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