Propuesta a un debate público

No estaría nada mal el que le tomaran la palabra al doctor Miguel Ángel Navarro Quintero los demás contendientes a la gubernatura del estado sobre su propuesta de llevar a cabo un debate público, pero que sea espontáneo, sin apuntadores ni líneas qué leer y menos con auxiliares que les podrían estar soplando respuestas; un debate de ideas y de propuestas que sean respondidas sin tener que recurrir a un machote o anotaciones prescritas de antemano.

Ojalá y se diera este debate que ha propuesto Navarro Quintero ya sea de uno en uno o todos juntos, los que sean, aunque al parecer nada más serán cuatro o tal vez cinco o quizás más en caso de que el señor Hilario Ramírez Villanueva (Layín) y otros más que pretenden la candidatura independiente logren alcanzar el número requerido de firmas ciudadanas. Pero los que sean, con tal de que aceptaran todos se pondría buena la cosa porque gran parte de la población estaría atenta y más si nadie de los contendientes sabe en determinado momento qué va a preguntar o qué va a responder, sino que todo dependa de la agilidad mental de cada uno de los posibles participantes; sin embargo así sea uno el que se aviente a debatir con el doctor Navarro Quintero, presagia interés y atención al por mayor, debido a que al menos tres de los aspirantes a ser gobernador de nuestra entidad son políticos ya de viejo cuño y que ya no se cuecen al primer hervor, por lo que sus propuestas, preguntas, respuestas, planteamientos, cuál y cómo ha sido su paso a través de los cargos públicos que han tenido y desde luego, presentar las soluciones lo que sería determinante para poner a pensar a gran parte de la opinión pública, porque se sabría de bien a bien el porqué de lo que piensan hacer para el progreso de Nayarit y sus habitantes; pero también llamaría la atención del respetable qué podrían decir los neo aspirantes a participar en la política de altura, porque pretender llegar a la gubernatura estatal no es poca cosa de querer ser nomás porque sí, sino por contar de antemano con proyectos a fondo bien pensados, basados y bien afianzados por tener muchos años dentro de la política.

Sería bueno oír, en caso de que se llegara a dar este debate público ya sea entre todos o de uno entre uno, qué piensan de las reformas dizque estructurales que tanto han polarizado a la población, qué piensan todos y cada uno sobre la salud, educación,  economía, la impunidad tan presente en nuestro país hoy en día, y de ser posible, qué razonamientos hay en el sector empresarial; y de todos en su conjunto, saber qué opinan sobre la energía, los hidrocarburos y por supuesto, de la atracción de inversiones tanto en el ramo turístico, así como industrial y empresarial con la finalidad de abatir el desempleo que tanto ha afectado no nada más a la entidad, sino al país entero.

Algo que podría ser también determinante e inclinar la balanza a favor de alguno de los contendientes, sería que se preguntaran entre sí qué piensan sobre el canal Bicentenario o el proyecto de la presa hidroeléctrica Las Cruces, porque en la respuesta que dieran al respecto, estaría el meollo del asunto si le atinan al pensamiento popular o yerran al decir lo contrario de lo que piensa la mayoría de la población nayarita, sobre todo de los que se sienten que serían los principales perjudicados.

Si se diera este debate y en caso de que hubiese un moderador o moderadora, también sería bueno preguntarles a los contendientes cuál sería su prioridad: atender el Sector Salud, el de Educación, el campo y la generación de empleos, antes de emprender obras de infraestructura que desde luego son necesarias, pero no tanto como la salud de los nayaritas que se podría afirmar que lo que más desean es que haya buena atención en los hospitales y que estos sean dignos para el buen servicio, buen surtido de medicamentos e implementos de curación, buen trato del personal médico; así como buenas escuelas que cuenten con lo más indispensable en sus inmuebles, agua corriente, utensilios de limpieza, conserjes, limpieza constante y que no se pretenda cobrarle esto a los padres y madres de familia, y obviamente, la cancelación definitiva de las famosas y dichosas cuotas supuestamente voluntarias, pero que son forzadas so pena de represalias a los alumnos de los padres y madres que no se pongan con su cuerno.

Todos estos planteamientos y más, podrían caber en un debate público tal y como señala el doctor navarro Quintero: sin apuntadores, notas y sin líneas a seguir.