Embate a la herbolaria mexicana
Sergio Mejía Cano
02 de Marzo de 2017
Este momento de crisis económica por el que estamos atravesando y que por lo visto no tiene para cuando parar, ha hecho que mucha gente haya vuelto a recurrir a las hierbas medicinales; si bien hay personas que desde siempre han mantenido esta costumbre, los nuevos tiempos han hecho que buena parte de la población envueltos por la modernidad haya dejado esta práctica que durante buen tiempo fue muy habitual entre la mayoría de los mexicanos.
Sin embargo, hay en día existen detractores de la medicina tradicional a base de hierbas que aducen que muchas de esas hierbas no contienen los ingredientes necesarios para curar algún tipo de enfermedad; los menos detractores señalan que podrían ayudar en algo al organismo humano pero que no son determinantes para remediar algún mal, y los más acérrimos enemigos afirman que en realidad no sirven para nada. ¡Ah caray!, entonces cuando se les dice a estos detractores de la herbolaria mexicana que muchos de los medicamentos alópatas están basados precisamente en las substancias que se les han descubierto a las hierbas; pero ya no, dicen algunos enterados, pues según éstos enterados ahora el ingrediente activo de la mayor parte de los medicamentos alópatas es sintético, y que por lo mismo los grandes laboratorios farmacéuticos ya no están recurriendo a las plantas y hierbas medicinales para elaborar la mayoría, si no es que todas sus medicinas; medicinas que cada día están más caras y que es que por eso mucha gente ha vuelto sus ojos a los remedios caseros con base a esas hierbas que hoy desprecian los laboratorios modernos que han recurrido a la química artificial para desplazar a la orgánica.
Y de acuerdo a varios naturistas, la química artificial está peleada a muerte con la química del organismo humano, por lo que es probable que hayan resurgido enfermedades ya casi erradicadas, porque el común denominador y que la mayoría de la gente sabe, sobre todo los médicos alópatas, la medicina moderna alivia, pero no cura; y que esa química artificial que contiene el ingrediente activo de muchos de los medicamentos actuales, alivian un malestar pero en dado caso podrían afectar otros órganos del cuerpo humano.
Así que platicando con personas que se dicen naturistas y con conocidos que de toda la vida han recurrido a las hierbas, comentan que mucha gente se ausentó de los remedios naturales con base en hierbas porque su proceso de curación es muy lento, pero esta lentitud es porque está curando de raíz algún malestar, y que como la medicina alópata alivia más pronto, relativamente, es por eso que ahora esa gente repudia o no le tiene la confianza suficiente a las hierbas. Y es que para esto también cuenta mucho películas, novelas o programación de todo tipo en donde se ve que una persona a punto de morir con tan solo aventarse una pequeña píldora a la boca y ya está, repuesta por completo esa persona que supuestamente estuvo a punto de morir, porque una simple píldora le salvó la vida; caso contrario de las hierbas que necesitan tiempo para llevar a cabo su cometido de curación. Y es precisamente debido a este tiempo que cuando la medicina alópata sustituyó en buena medida a las hierbas medicinales tradicionales, que los médicos dan su tiempo entre una y otra dosis de medicamento, porque si dicen que se debe ingerir determinada pastilla, píldora o cápsula cada tantas horas, cuatro, seis, ocho, etcétera, es para dar tiempo a que el ingrediente activo haga su recorrido en el cuerpo humano y para darle continuidad al medicamento a las horas siguientes sigue la otra pastilla para que haya continuidad en el proceso de alivio. Así que según los naturistas es muy diferente aliviar que curar.
Ahora con estos cambios en el clima es común que las vías respiratorias de niños y adultos más allá de la tercera edad se afecten con más frecuencia. Así que ahí vamos a una tienda naturista para comprar un té de abango, pero resulta que de la marca que habitualmente adquiría ya no hay; ya no lo surten, me dice la encargada de mostrador de la tienda y abunda en que no nada más dejaron de surtir el de abango, sino otros también que servían para los males estomacales; aunque ya hay otros laboratorios naturista que surten los que otros dejaron de surtir.
El embate en contra de las hierbas medicinales cada día arrecia más, pues se ha documentado que obligaron a los laboratorios naturistas a poner la leyenda a sus empaques de que su producto no es un medicamento, cosa obvia, pero ahora ya los quieren prohibir.
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