Todo por el bien de Nayarit

Si bien hasta hoy hay un candidato ya definido por el partido Movimiento Ciudadano (MC) a la gubernatura del estado de Nayarit, que es el licenciado en economía Raúl Mejía González, los demás aspirantes aún figuran como precandidatos, pero es un hecho que por el PRI el abanderado será el senador con licencia y líder de la Confederación Nacional Campesina, Manuel Humberto Cota Jiménez, por el partido Morena será el doctor Miguel Ángel Navarro Quintero y por la alianza Juntos por ti, será el joven empresario Antonio Echevarría García.

Sin embargo, y aunque se diga que Manuel Cota va en caballo de hacienda, pesa sobre él el lastre del gasolinazo y la aprobación de las reformas llamadas estructurales para el país. Desde luego que como un hombre institucional que ha demostrado ser el señor Cota Jiménez, no tenía de otra que acatar la línea dictada por su partido so pena de caerse del mecate y pasar al ostracismo político, por lo que tuvo que disciplinarse y levantar la mano para aprobar dichas reformas que ya está visto, no fueron del todo estructurales, sobre todo la energética y menos la laboral pero peor aún la magisterial; reformas que han generado más problemas que beneficios al país. Un lastre muy difícil de olvidar para la mayor parte del electorado debido a los daños causados al bolsillo de la población no nada más de Nayarit, sino del país en general.

Es muy posible que Raúl Mejía González algo haya intuido respecto a que el PRI no las tiene todas consigo, por lo que aceptó la candidatura por MC, partido político que ya dio de qué hablar en el vecino estado de Jalisco, y si a esto le sumamos que Mejía González siendo delegado del PRI en ese vecino estado como en Sonora y que se dice que gracias a su trabajo como tal, hizo que las gubernaturas de ambos estados volvieran a manos del otrora partido aplanadora, y con el trabajo de proselitismo que generó el partido MC en Jalisco, pues es algo que se tendría que tomar en cuenta porque por algo MC se alzó con el triunfo de todas menos una de las alcaldías de la zona conurbada de  Guadalajara. Por algo será.

Pero también está el doctor Navarro Quintero, quien ya demostró músculo este pasado fin de semana en donde quedó claro que si bien los partidos políticos están muy desprestigiados, todos en su conjunto, mucha gente está viendo la posibilidad de darle una oportunidad al partido del sempiterno candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, el famoso “Peje”, para ver si compone en algo el rumbo del país, aunque hay analistas que lo definen como uno más del sistema; pero la lucha la está haciendo, por lo que Navarro Quintero también cuenta con las posibilidades de dar una buena batalla en la próxima contienda electoral en donde todo podría pasar.

Y desde luego que no hay que omitir al joven empresario Antonio Echevarría García, quien por lo que se ve no cuenta con ninguna posibilidad de sobresalir más allá de lo mediático, pues todo indica que su campaña de proselitismo será más bien una calca del 2002 cuando se apoyó a su tío Leopoldo Domínguez González y nada más, porque no es ampliamente conocido en el estado, además de cargar sobre sus hombros la mala administración de su señor padre y desde luego, la mala fama en que sus empresas han hecho entre quienes ahí han trabajado, quienes señalan malas artes laborales cuando los dan de baja en alguna de esas empresas que administra el joven empresario, como hacerles firmar renuncias al ser despedidos para que no queden registrados como despedidos ya sea justificada o injustificadamente. Aparte de no contar con un carisma que llame la atención y de que ha quedado demostrado que no es un buen orador, por lo que difícilmente le podría llegar al público elector como una buena opción; aunque ya se sabe que par
a todo hay gente.

Así que la moneda está en el aire y por lo que se ve, hasta hoy no hay nada para nadie; y si bien alguno de los llamados independientes pudiera dar la sorpresa, es poco probable ya que se intuye que nada más están ahí para cubrir el requisito. Aunque quién sabe y salte la liebre por donde menos se le espera, por lo que todo está en veremos y a ver qué sale de todo esto. Porque si no se ha repartido el pastel como dicen los enterados se acostumbraba antaño, pues que cada quien busque la opción que más le parezca, y que ojalá y la participación ciudadana sea de lo más abundante de lo que se espera, porque si algo daña el proceso electoral es el abstencionismo ya tan cotidiano. Pero en fin. Sea pues. Vale.