Nayarit: la batalla por la gubernatura...

Nayarit, es ya escenario de la batalla electoral por la renovación de la gubernatura, además de la composición cameral, presidencias municipales y regidurías, que por ahora se encuentra en la etapa inicial de refinación estructural, mercadotécnica y de proselitismo en cada instituto político, con sus respectivos aspirantes, ya prácticamente precandidatos -según la ley electoral- a los respectivos espacios en disputa.

La singularidad de este proceso, está marcada indudablemente como nunca antes por el desenvolvimiento de la ciudadanía, sumamente crítica y dispuesta a hacer valer su sentir y decisión por la multiplicidad de medios que ofrece no solo la tecnología (Internet, redes sociales, foros formales e informales de expresión), sino de protesta directa, franca y hasta virulenta en contra de un sistema que a su juicio (no el de clase política) ha fallado, luego de magros resultados en materia de empleo, educación, vivienda, alimentación, legalidad y justicia, una gobernanza pues básicamente caduca, edificada no en el presente sino de ha mucho y con la participación de actores de toda filiación partidaria y doctrinológica, que no satisface los más elementales anhelos de progreso e igualdad social.

Así, a pesar de este oscuro diagnóstico, la cuantía de aspirantes a gobernar desde los diferentes ámbitos de poder no cesa, y cada cual pues, ha formulado su oferta y busca por todos los medios disponibles proyectarse como productos atractivos del gusto mayoritario, y hasta ahí.

No obstante, es claro que hoy no bastará con acciones de impacto auditivo, de fiesta y algarabía, de francachela, derroche y de tumulto, o de la simplista magnificación opositora de la situación para señalar con pose maniqueísta lo que es, que ya se conoce sobremanera, cuando existe de manera ineluctable una responsabilidad compartida, todos en mayor o menor grado como artífices de lo que hay, y en esa medida cada cual posee su propia carga por la cual buscar expiación; de tal suerte que no habrá resultado alguno en la negación o reparto de culpas como sinónimo de engaño y populismo reciclado, y sin un mínimo conector  de veras con el sentir popular, de congruencia y seriedad, porque la problemática es cosa seria; la estratégica identificación con las causas populares, matizada con el reconocimiento coyuntural de la realidad, aunque cueste y duela un poco, como las medidas emergentes que requieren aplicarse sin más a fin de dar el viraje que garantice el rescate y el bienestar colectivo.

Por ello, la elección más significativa será la de Gobernador, que por ley será el que asuma su propia responsabilidad, quizá la más grande, y la oportunidad al mismo tiempo de reivindicarse con el pueblo que precisamente eso espera (que el candidato que se niegue o se dedique a lucrar con la problemática y a señalar faltas dejará en claro su incapacidad para entender su propio tiempo y circunstancias para reconocer, construir y avanzar) a partir de una gobernanza, así sea de cuatro años, que no deje dudas de su eficacia por la veracidad, la justicia, la inclusión y la legalidad, que garantice subsanar los daños presentes sin dejo de impunidad.

De conformidad, todos los partidos y sus aspirantes, obligados están a participar en el proceso con el compromiso de reconocer antes que nada su papel desempeñado con lo que está, que hicieron o dejaron de hacer en su momento que favoreció su configuración tal cual, y de conformidad qué, cómo, cuándo, dónde, cómo y por qué de lo que se efectuará para la reivindicación: “Poner orden, cuantificar necesidades, establecer prioridades, delegar en personas competentes, llevar seguimiento del proceso y verificar resultados”, la fórmula contundente que en su momento diera orden al país, justo en la coyuntura de unificar y sentar bases para generar equilibrio y avances sustanciales con visión de futuro, con prevención, tiempos del reconocido Presidente Adolfo Ruiz Cortines, que destacara por su disciplina, entereza y esfuerzos contundentes en aras de la transparencia y la entrega de buenas cuentas. Así, de acuerdo a la reseña del periodista e historiador Enrique Krauze, Ruiz Cortines, legaría con gran tino lo siguiente: “Señores, hablemos al pueblo con hechos, evitando las declaraciones excesivas, las promesas difíciles de cumplir, la exhibición de nuestras personas [...]. Habrá de elaborarse, sin embargo, un programa basado estrictamente en las posibilidades. Todos sabemos que ya no es honrado ofrecer lo que no se esté en la seguridad de cumplir, ni crear esperanzas o inquietudes a sabiendas de que están fuera de nuestro alcance los medios de satisfacerlas, dando ocasión a que la propaganda democrática degenere en demagogia vituperable”.

“En las cosas de la patria- refrendó el ex Presidente- hay que poner amor patrio, nunca amor propio. Ni caudillo ni hombre único, ni salvador ni verdugo: servidor. Lo que es necesario hay que hacerlo posible. Sin embargo, conviene no olvidar la idea correlativa: Toda exigencia que pretenda ignorar la realidad nacional y clame por ventajas impropias, mientras otros carecen de todo, no sólo es egoísta e inhumana: merece el anatema social”.

Y precisamente, emanado del mismo partido que el ex Mandatario, este próximo lunes, el líder nacional de la CNC Manuel Cota Jiménez, emprenderá marcha hacia el encuentro con su destino -luego del registro legal de su proyecto acompañado de amigos, familia, correligionarios y simpatizantes-, primero como soldado incólume hacia la meta nada fácil pues, de reconquistar la confianza de los nayaritas, asumiendo su propia responsabilidad de cara a lo que es y lo que vendrá, hablando de frente y haciendo propios los justos reclamos del resentido colectivo social, eslabonando los sentimientos de la Entidad, y planteando el blindaje requerido para avanzar, y así, tras la suma interactiva de las mayorías, emprender a contra reloj el cumplimiento de lo acordado. El contraste entre lo “viejo que no acaba de morir, y lo nuevo que no acaba de nacer”, como causa de la crisis, según Bertolt Brecht, dará pauta a la consecuente definición en pro de un nuevo régimen sin más opción que la reconstrucción y el progreso con fundamento en la paz, la justicia y la legalidad. ¿Lo logrará el ya a partir del lunes precandidato priísta a la gubernatura de Nayarit Manuel Cota Jiménez? ¿Quién más podrá vencer el reto de luchar con franqueza de expresión, reconociendo aciertos y desaciertos propios y extra muros, siendo garante de un verdadero proceso de propuestas inteligentes por el bien de la sociedad? Ya lo veremos.