Si el rector Peña no lo hace, con vigor nosotros vamos a defender a la UAN
Oscar González Bonilla
30 de Enero de 2017
La Universidad Autónoma de Nayarit se debe defender con resolución, sin detenerse ante las dificultades, porque es conciencia social, también patrimonio más importante del pueblo nayarita, única posibilidad real de que los jóvenes nuestros accedan a la formación profesional de calidad y, a través de ésta, aspirar a la transformación de sus condiciones de vida.
En las líneas antedichas plasma su manera de pensar el maestro Carlos Rafael Rea Rodríguez, integrante de la organización nombrada Observador Universitario, sobre todo cuando con atención escucha al reportero plantear la disyuntiva: la UAN debe cerrarse o ser sometida a un proceso de refundación a fondo.
“La universidad debe mantenerse abierta, en funciones; debe reestructurarse a profundidad, en una palabra: refundarse. Ello implicaría abordar distintas dimensiones que van de lo administrativo-financiero, en crisis coyuntural muy severa, sin presentar planes de austeridad corto-placista sino el diseño de estrategias de reestructuración dirigidas a la nómina, contratación, cierre de privilegios a los grupos de poder al seno de la institución, racionalizar el gasto sin lesionar los derechos laborales y sin comprometer la matrícula universitaria”.
Carlos Rea, maestro asignado a la Unidad Académica de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAN, considera que todo lo anterior es posible realizar, “pero exige la concepción de un intenso diseño integral de largo plazo, no superficial. Esto no es concebible si no pensamos en la transformación política normativa de la institución, al mismo tiempo modificar de raíz las bases que permiten que unos cuantos grupos de poder secuestren no sólo los recursos económicos sino distorsionen los objetivos fundamentales de nuestra casa de estudios”.
No pasa por alto la necesidad de redefinir en forma sustantiva el modelo académico de la Universidad Autónoma de Nayarit para conectar de manera más pertinente la formación que brinda la universidad con las necesidades de la sociedad nayarita, pero con visión de innovación al futuro. “La UAN tiene la obligación de convertirse en el cerebro de la concepción de los modelos de bienestar colectivo para los habitantes de Nayarit a largo plazo”.
Advierte el entrevistador: Cree usted que el movimiento de defensa de la universidad para sacarla del marasmo en que se halla se podría realizar con liderazgos de sectores caducos, timoratos y convenencieros.
“La transformación de la universidad obliga en este momento, más que ningún otro, a que todos quienes estudiamos o trabajamos en la misma, asumamos de forma consciente, reflexiva, responsable, la defensa de la universidad. Eso implica la no espera que representaciones caducas, disfuncionales, que no constituyen una opción para la refundación radical de nuestra institución, sean las que procesen las exigencias, las demandas, los anhelos de la base universitaria, eso me parece muy importante. Desde luego cada instancia sindical tendrá sus intereses legítimos que reivindicar y defender con toda la energía que corresponda, pero me queda muy claro que somos el conjunto de los miles de universitarios quienes debemos de aprender rápido que está en riesgo la viabilidad, el presente y futuro de nuestra institución, por tanto debemos tomar las riendas de la transformación de la universidad con base en acciones sociales y políticas bien organizadas”.
El reportero de la gente plantea al maestro universitario entrevistado si cree en la conveniencia de realizar foros temáticos sobre cómo levantar a la UAN con la participación de universitarios actuales y pasados, intelectuales, artistas, políticos y sociedad en general.
“El presente y el futuro de la UAN no depende de los universitarios, así como su nacimiento dependió exclusivamente de quienes habrían de trabajar y estudiar en la universidad, dependió del pueblo de Nayarit. Esta es una institución de educación superior pública, funciona a partir del dinero del pueblo, tiene como objetivo fundamental la formación profesional de los hijos del pueblo nayarita con miras a mejorar las condiciones de vida de los habitantes de nuestra entidad.
“Por tanto no tendría que ser una tarea circunscrita la reflexión, el saneamiento, la defensa, la reestructuración, la refundación de la universidad, a quienes trabajamos y estudiamos en la UAN, tendríamos que ser capaces de generar propuestas, espacios, dinámicas, medidas que involucren al conjunto de la sociedad nayarita, en su diversidad de sectores, para repensar juntos cuál es el histórico papel que le corresponde jugar a nuestra máxima casa de estudios en este momento tan importante, no sólo para la vida de la institución, porque es claro que sufrimos los estragos de la sistemática arremetida contra la educación superior pública del país por parte del proyecto neoliberal”.
Carlos Rea, quien declinó al cargo de Vice-rector, considera que el rector Jorge Ignacio Peña González tiene ante sí tarea inmensa por desarrollar ante la grave crisis que prevalece en la UAN, “que le obliga a actuar con sabiduría pero de resuelta, muy enérgica y firme. Debe convocar a la comunidad universitaria a partir de propuestas, programas, proyectos, medidas pertinentes y serias para en torno suyo aglutinar a los universitarios. Pero si eso no ocurriera, nosotros profesores, trabajadores y estudiantes tenemos la obligación de luchar ya, ahora, activamente por salvar, por reestructurar la Universidad Autónoma de Nayarit”.
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