El discurso político
Miguel González Ibarra
17 de Enero de 2017
Dice un dicho que las aguas siempre toman su cauce. Eso ocurrió ayer domingo con motivo de la concentración contra el gasolinazo convocada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y culminada en la Plaza Principal de Tepic, a la entrada de Palacio Municipal.
¿Por qué?
Porque regresamos al discurso político, aquel que vincula magistralmente lo social con la disputa del poder, tal y como genialmente lo enseñó Alejandro Gascón Mercado, en la pasada década de los setentas y que es el estilo y el contenido de los nayaritas, practicado en aquel tramo de nuestra historia, que estremeció la vida nacional y puso a nuestro estado en los ojos de los mexicanos y en gran parte de los habitantes del planeta que miraban a esta tierra con esperanza, tal y como también lo hacían con el gobierno de Allende en Chile.
No me cabe la menor duda que estamos en la antesala de gobernar Nayarit. El sabor que se palpaba en el ambiente, desde la marcha por toda la Avenida México de nuestra capital, hasta en el mitin, por cierto, ausente de la acostumbrada mercadotecnia, era de victoria popular y que el PRI ya agotó sus cartas y debe salir de Palacio de Gobierno, y ya no debe ni puede seguir al frente del aparato del Estado, tal y como era el clamor y el grito de toda la gente participante de este singular evento.
Todos los oradores ofreciendo caminos y expresando ideas. En la ruta de disputar el poder político en Nayarit, como única solución a los grandes y graves problemas que estamos viviendo y padeciendo.
Naranjo marca la pauta y pone la cereza del pastel. En una pieza oratoria impecable, el diputado federal, con maestría y haciendo gala de sus cualidades de excelente conductor de masas, explica la cruda realidad del gasolinazo resuelto por el gobierno de Peña Nieto. Sin rodearle, dice que no hay otra solución más que sacar al PRI de Palacio Nacional y de Palacio de Gobierno de Nayarit, a través del voto, en los comicios de 2017 y 2018.
Naranjo introduce un sentimiento en la masa reunida y es la seguridad que el PRI será derrotado en las elecciones nayaritas de 2017 para iniciar un cambio progresista que rescate y reencauce el desarrollo de nuestro estado, cuya estrategia, es aceptada por los nayaritas reunidos frente a él, siempre atentos y receptivos a las palabras del líder perredista.
La de este domingo, fue una jornada que nos hizo regresar al discurso político, el camino correcto, que entrelaza la lucha social con la lucha política, y que nos llevará al gobierno a partir de septiembre del año que corre.
Las batallas que vienen no serán sencillas. Gobernar es más difícil y complejo que disputar. Lo haremos bien. Nayarit transitará por el camino de la democracia y el progreso social.
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