La insensibilidad y la indolencia oficial perjudicarán a México

Llama la atención la “insensibilidad e indolencia” del presidente mexicano Enrique Peña Nieto para tratar el asunto del “gasolinazo”. Y del baúl de mentiras saca la “inevitabilidad” del costo social para “preservar la estabilidad económica del país”. Además, nos dice que su decisión no se deriva de las acciones del “Pacto por México” que dirigió con la complacencia de los dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD, y que dieron por fruto la “Reformas Estructurales” dentro de las cuales está la “Reforma Energética” sacada por la fuerza por el PRI y por el PAN, así como, fue promovida la Reforma Hacendaria. En aquel entonces desoyeron la opinión del Pueblo como hoy, también la están desoyendo. En lugar de escuchar por lo menos a la ciudadanía, el presidente Peña pidió a la población escuchar las razones que diversos miembros del gabinete han expresado para explicar la determinación del aumento al precio de los combustibles.

Si la pandilla de “neoliberales” no hubiera desmantelado el Estado de la Revolución Mexicana el Pueblo de México no estuviera viviendo esta pesadilla de miseria, pues el 50 por ciento de los nacionales viven en situación de pobreza alimentaria. Este es el real motivo por el cual los mexicanos emigran a los Estados Unidos en busca de trabajo y de mejores condiciones de vida que su gobierno no les otorga. Dicha pandilla de neoliberales inició su trabajo de desmantelamiento del Estado de la Revolución Mexicana desde el triste periodo presidencial de Miguel de la Madrid y pasando por los periodos panistas de Fox y Calderón, culmina su cometido con Enrique Peña Nieto arropado por los partidos políticos del PRI, PAN y PRD.

Con las erróneas políticas públicas traducidas en la devaluación del peso mexicano frente al dólar, en la privatización de los hidrocarburos, en la liberalización de los mercados a favor de los capitales transnacionales, en el libre comercio tanto de mercancías como de capitales, en el incremento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, IEPS, que afecta al precio de los combustibles, etc., con las erráticas políticas públicas, ¿Cómo se va a preservar la estabilidad económica del país? Más aún, el presidente Peña sigue sin entender la "molestia y el enojo" de todos los mexicanos, trabajadores y empresarios. Desde luego, hubo un mensaje al sector empresarial, les anticipó que el gobierno buscará instrumentar acciones a efecto de apoyar a los sectores más vulnerables del país y evitar que tengan un mayor impacto por el ajuste en los hidrocarburos.

La estabilidad económica del país no será posible. Por todo lo anterior, lo menos que podemos esperar es una espiral inflacionaria, una pérdida competitiva, una contracción del mercado interno y una barrera al mercado mundial, una quiebra de empresas y una mayor desocupación y falta de puestos de trabajo, un aumento en las tasas de interés, etc. Y no es que deseemos tal situación, sino que será la consecuencia de la errática política del gobierno mexicano. En fin.