Tristes remembranzas

Este 26 de diciembre del año pasado, en el portal informativo de internet “nayaritaltivo.com.mx”, el extraordinario reportero de la gente, Oscar González Bonilla, hace una remembranza de los fatídicos hechos que sucedieron entre los días 22 y 23 de diciembre de 1988 dentro de las instalaciones del Centro Penitenciario Venustiano Carranza, en Tepic, presentando a la vez una entrevista que le realizó en el año 2012 al abogado Carlos Rafael Espinoza Robles, testigo presencial de los hechos ocurridos esos nefastos días.

El audaz reportero de la gente, González Bonilla, entrelaza la entrevista con su labor reporteril de aquellos aciagos días, ya que en ese entonces fungía como reportero de la cadena radiofónica “Notisistema”, de Promomedios de Occidente con sede en Guadalajara, Jalisco, por lo que estuvo al tanto de los acontecimientos durante casi 48 horas, por lo que como él mismo lo explica, el cansancio lo venció y ya no pudo asistir, precisamente por lo mismo, a la conferencia de prensa que ofreció el entonces gobernador del estado Celso Humberto Delgado Ramírez, en donde se justificaría por haber llamado a un grupo paramilitar con base en el entonces Distrito Federal (DF), denominado “Zorros”, grupo que tal y como actuaron para supuestamente calmar los ánimos de un motín de los presos del penal, más bien pareció un grupo de asesinos inmisericordes; algo que gran parte de la opinión pública tenía y tiene por consabido, ya que muchos de los elementos que pertenecen a las diversas corporaciones policíacas y militares, son por los regular, la mayoría, resentidos sociales, por lo que esto podría ser la causa de que actúen con tal saña en contra de la población inerme. Tal y como aconteció, de acuerdo al reportaje en comento, de que este grupo de los llamados Zorros, masacró a varios internos del reclusorio cuando ya estaban vencidos y dados.

Como esta publicación de don Oscar González Bonilla también apareció en “facebook”, dio pie a diversos comentarios, la mayoría de ellos felicitando al reportero de la gente por la veracidad y descripción de los contundentes hechos que enlutaron a infinidad de familias nayaritas. La mayoría de los comentarios a favor y no todos, porque al menos hubo una mención de algún lector que le pregunta a González Bonilla que “cual (sic) es el motivo de repetir a cada rato la historia, no es que me moleste yo viví de cercas ese asunto vivía portal (sic) la calle zócalo vi las balaceras”; así que de entrada cuestiona al reportero cuál es el motivo de repetir, y respecto a esto  se podría decir que el motivo es porque sigue presente en la mayoría de los habitantes no nada más de Tepic, sino de todo Nayarit y posiblemente de otros lares; y más, precisamente en los familiares, amigos y conocidos de lo que fueron asesinados aquella vez, por lo que es y debe ser una fecha que no se olvide tan fácilmente. Y más presente en los familiares porque jamás vieron justicia alguna de saber tan siquiera quién había matado a su familiar que estaba preso, quedándose únicamente con la versión de que fueron los “zorros” quienes vinieron desde el DF a darle gusto al gatillo, y envalentonados quizás por la impunidad ofrecida disparando contra gente desarmada y ya rendida.

Desde luego que al igual que el 2 de octubre de 1968 no se olvida, esta tragedia que enlutó a Nayarit tampoco se debe olvidar, por lo que debe estarse recordando constantemente para que las nuevas generaciones hagan y tengan conciencia de este trágico suceso que de acuerdo a los enterados se pudo haber evitado; y más, porque según el reportaje, el entrevistado aún no se explica por qué se mandó llamar a ese criminal grupo paramilitar y menos quién dio la orden de que regresaran después de que ya estaban prácticamente rendidos los amotinados para ultimarlos, según se desprende de lo documentado.

En esos días oscuros para los nayaritas, al salir información al respecto en una revista semanal de circulación nacional (Proceso), dicha revista no se pudo conseguir en los kioscos y estanquillos aquí en la capital nayarita, pues se dice que se agotó de inmediato pero se pudo conseguir en los trenes de pasajeros que venían tanto del sur como del norte y, desde luego, el reportaje de González Bonilla que se trasmitió en Radio Metrópoli, “la estación de las noticias” allá en la perla tapatía.

De este lamentable hecho más conocido como “el zorrazo”, existen dolientes que recuerdan a sus familiares que cayeron esos días y que siguen esperando se haga justicia.