No hay bien que por mal no venga: salvemos la UAN

Estamos obligados los nayaritas a salvar la obra más grande que hemos construido misma que, sin lugar a dudas, es nuestra Universidad Autónoma de Nayarit (UAN).

Nos ofende tremendamente el manejo irresponsable y hasta criminal de sus finanzas. El dinero de la UAN es bendito y sagrado. Es intocable y se debe cuidar como a la niña de nuestros ojos.

El problema ya está. Es grave. Duele. Casi, casi mata. Tenemos que resolverlo, a como dé lugar, a partir de la autocrítica. Todos somos responsables. Agarro y tomo la parte que me toca. No es sano ni correcto decir “a mí que me esculquen, yo no fui”. Es muy cómoda tal posición, como lo hemos escuchado recientemente, incluso, de actores dirigentes de la UAN. Actitud irresponsable y hasta burlesca, la de éstos.

Con cárcel, solamente, no se resuelve el asunto. Los que robaron a la UAN, deben pagar ¡que paguen!, con la prisión y regresando lo que se hurtaron; sí; pero, nosotros, el pueblo, no podemos ni debemos quedarnos allí.

El problema de la UAN es político, no penal, ni judicial. Quien lo aborde y vea como cuestión penal y judicial, se equivoca garrafalmente.

¿O la UAN no tuvo un origen político al haberla fundado un gobernador sensible de los anhelos y aspiraciones populares? La trayectoria de nuestra máxima casa de estudios, en los tiempos que corren, continúa en la ruta política.

Se puede llevar a prisión a Juan López y compañía ¿y con eso ya se resolvió la crisis de la UAN?

No estoy exonerando al exrector; no; ni a él ni a otros involucrados en el desfalco y desvío presupuestal. Sancionarlo y condenarlo es atribución y facultad de la autoridad competente, no de personas físicas tal cual sería mi caso.

Insisto: Todos somos responsables. Gobernadores que fueron y el actual; rectores que fueron y el actual; legisladores que fueron y los actuales; líderes de los sectores; estudiantes; todos los nayaritas, sin excepción, somos responsables de lo que pasa en nuestra Alma Mater. Unos, porque no fuimos capaces de defenderla al no prevenir lo que pudiera ocurrir y está lamentablemente ocurriendo y, otros, por malvados, al sustraer sus fondos para beneficio personal, despojando así, a nuestros jóvenes de lograr una educación de calidad y una carrera profesional y no proporcionar las herramientas para el desarrollo impetuoso de Nayarit.

¿El gobierno tiene que ver en esto, no obstante la autonomía?

Todo comienza en el tipo de gobernantes que tenga el estado de Nayarit. En el tema que nos ocupa, el único que se salva es el Doctor Julián. De todos los demás gobernadores, ni uno sólo se escapa. Uno por uno, contribuyeron y aportaron, su grano, para el deterioro gradual de nuestro superior y excepcional centro de enseñanza.

Se requiere ir al fondo del asunto. Con “mejoralitos” no sale la UAN de la crisis que padece. Realicemos medidas profundas, desde la raíz, para que la universidad cumpla con su cometido de ser el cerebro para el desarrollo de Nayarit, tal y como la concibió su fundador, así como el pueblo nayarita, que es el creador real y verdadero de la misma, tal cual, siguen dando fe de ello los históricos caminos de plata, tan recordados y añorados por las grandes masas nayaritenses.

Existen cuestiones de principio. La universidad debe estar ligada al pueblo de Nayarit; profunda y orgánicamente ligada al pueblo nayarita. Esa fue, justamente, la estrategia trazada por el Doctor Gascón. La autonomía fue el primer golpe que recibió la universidad. La autonomía se planteó, esencialmente, en el marco de separar a la universidad del pueblo nayarita. ¡Gran error! Fue el camino para que cayera en manos de las mafias actuales, las cuales, la llevaron a la profunda crisis en la que hoy se encuentra. Logran desmantelarla casi toda. Salvémosla a partir de lo que nos dejaron. Estamos ante la inaplazable tarea urgentísima de salvarla. La salvaremos. Sin duda. La llevaremos hasta convertirla en una de las mejores universidades del mundo.

Rescatarla de las mafias, es nuestra gran tarea. La UAN debe servir al desarrollo de Nayarit, no a las pandillas que se apoderaron de ella. Debe ser dirigida, por tanto, por los nayaritas más ilustres y honrados, aunque no aparezcan en la escena universitaria. Hay muchos compatriotas muy capaces y muy honrados que pueden conducir a la UAN y darle el rumbo académico correcto que la sociedad nayarita está reclamando y exigiendo.

Las crisis siempre traen cosas buenas. Dice el dicho “no hay bien que por mal no venga”. Pero, tenemos que ir al fondo de la cuestión, sin sacarle cañas al tercio, poner las cosas en su lugar y decir las cosas como son o llamarlas por su verdadero y real nombre, aunque pisemos callos y duela.

Por supuesto, que el gobierno tiene que ver con el rumbo y futuro de nuestra universidad. Si el Ejecutivo del Estado, los próximos cuatro años, queda en manos del PRI o del PAN, es decir, de la corrupción y los corruptos de siempre, la UAN no saldrá de la tremenda crisis de ahora. Es y será como poner la iglesia en manos de Lutero. Hay que decir las cosas como son: Todos los gobernadores, incluyendo al actual, han metido la mano en la universidad. La autonomía es una gran mentira.

La única corriente política que puede salvar a la UAN, es la izquierda nayarita. La UAN, por tanto, así como nuestro pueblo, necesitan de un gobernador que tenga pensamiento de izquierda, aplique un programa de gobierno popular y democrático, así como tenga la cualidad de representar las mejores tradiciones progresistas y revolucionarias de nuestro invencible, siempre victorioso y eterno pueblo nayarita.

Lo demás, es puro cuento. “De plano”, como dijera una paisano de mi pueblo.