Gobernador al estilo Evo
Miguel González Ibarra
18 de noviembre de 2016
Pareciera una jalada sostener que Nayarit pide a gritos, para los próximos cuatro años, un gobernador que se parezca a Evo Morales, el indígena que llegó a la Presidencia de la República de Bolivia.
¿Sería posible tal acontecimiento?
Totalmente posible. Tenemos con qué y en qué. A estas alturas, es absolutamente posible y viable que Nayarit tenga un mandatario del perfil de Evo, capaz de aplicar las mismas políticas ejercidas y llevadas a cabo por el Jefe de Estado sudamericano, logrando la hazaña de disparar hasta las nubes la economía de aquel país y resolviendo problemas nacionales y sociales, ancestrales. Algo parecido y semejante podemos hacer aquí. Es más: debemos hacerlo aquí en Nayarit. Estamos obligados. La realidad está que arde.
¿Y quién sería? ¿Qué personaje sería?
Por el momento sólo hay uno y nadie más: José Luis, el del Partido del Trabajo.
José Luis es, exactamente, del mismo perfil de Evo. Los dos, luchadores sociales. Consagraron su vida en la defensa del pueblo humilde. Se entregaron en cuerpo y alma, a la causa de los trabajadores.
Evo terminó con el hambre en Bolivia. José Luis terminaría con el hambre en Nayarit. Estoy bien seguro de eso.
¿Cómo se le haría para terminar con el hambre en Nayarit desde el gobierno del Estado conducido por un luchador social tal y como lo es José Luis?
Muy sencillo y fácil. Cambiando de modelo económico y dándole otro curso y rumbo al desarrollo nayarita.
¿Cuál sería el nuevo modelo económico de los nayaritas promovido por José Luis, gobernante siendo el Titular del Ejecutivo?
Hacer lo que hizo y hace Evo en Bolivia. Impulsar una poderosa Economía Social soportada en los organismos de masas adheridos al Sector Social, en nuestro caso, tal y como lo reza la Constitución, ejidos, sindicatos, cooperativas, organizaciones y asociaciones civiles y de masas de todo carácter. Evo lo hizo, fundamentalmente, a través de los indígenas.
Aquí en Nayarit con los ejidos bastaría para impulsar una economía y un desarrollo jamás visto en los anales de nuestra historia. Los ejidos tendrían todo el poder financiero, político y técnico, lo mismo que se construiría un sistema de cooperativas en todos lados y por todos lados. La Economía Social sería de gran impacto. No se extinguiría de ninguna manera como se pudiera pensar a la Economía Privada, ésta, obviamente, en manos de particulares. Todo lo contrario. Ambas, se complementarían, tal y como ocurre en Bolivia. Ahora, el Sector Privado boliviano, dice que al irse Evo de la Presidencia de la República ¿qué van a hacer? Evo nunca se irá. Es el líder del pueblo boliviano. Los líderes son eternos. Nunca se van. Permanecen por siempre y para siempre.
Jose Luis se convertiría en algo así como el Evo de Nayarit, en el gran líder de este pueblo. Cota no reúne este perfil. Tampoco Mejía. Polo no puede ser el Evo nayarita, mucho menos Toño; ambos, más bien, tal y como ya lo hemos afirmado anteriormente, son del equipo trumpista muy de moda en la actualidad el mundo. Navarro no tiene el perfil, porque su pasado priista-panista no le permite ser como Evo, muy a pesar de cargar la camiseta de Morena y AMLO. De Layín ¿para qué hablar? Layín es una vacilada y una ofensa para la dignidad y elevación del pueblo nayarita. Pérez Cárdenas no puede ser como Evo, por sus ligas al Fondo Monetario y a los organismos financieros del imperio y ser del equipo de Gurría, mozo del Banco Mundial.
José Luis si puede ser como Evo. Es el único. Es del mismo perfil de Evo y hasta con las cualidades del mandatario boliviano. Antiimperialista. Buen conductor de masas, formado en la escuela guevarista-fidelista. Ha renunciado a los bienes materiales. No le importa la riqueza personal. Trabaja y lucha por un reparto justo y equitativo de la riqueza, para lo cual, con el modelo de Economía Social, estaría en la estrategia correcta y sacaría a Nayarit del atraso y de la pobreza y, así, empezaríamos a escribir la historia verdadera de esta región del país, porque, hasta hoy, lo que hemos vivido y escrito, es la prehistoria de Nayarit.
Hagamos el esfuerzo, pues, por tener en Nayarit un gobernador al estilo de Evo Morales. Se puede. Es posible. Las encuestas siempre mienten y nomás pervierten y confunden. Apostémosle a la historia y al temple revolucionario y socialista de nuestro pueblo, el glorioso pueblo nayarita.
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