El morenismo nayarita tiene la palabra

Lo que se ve no se pregunta. Soy antipanista y antiderechista de hueso colorado. No creo en el PAN. Tampoco en el PRI. Soy dialéctico, no dogmático. No se confundan conmigo. Creo en la Revolución. Creo en la democracia. Trabajo y lucho todos los días, por ellas, desde diversas trincheras, sobretodo en el campo de la batalla de ideas. Lo repito aquí y ahora: Lo que salvará a Nayarit, es un gobierno de los trabajadores. Para este día, no para mañana. Es lo que sigue ¡ya! Inaplazablemente. Llegó la hora.
 
Se configura una gran alianza. Con programa de gobierno y propuestas de personalidades a todos los cargos de elección. Desde gobernador, hasta regidores, síndicos, diputados y alcaldes.
 
Soy de los que creen que la izquierda sola, sin el PAN adentro, gana ¡y de calle! No ocupamos bules pá nadar. Sé el terreno que pisamos. No me chupo el dedo. No soy sectario ni oportunista. Hago política. Estamos jugando a las vencidas. O nos derrota la tendencia derechizadora o los vencemos. En eso estamos. Lo peor que nos puede pasar a la izquierda, es que si nos vence la derecha e impone su estrategia, le dejemos a ésta, el camino libre y nos alejemos mostrando una actitud cargada de franco y vulgar infantilismo. En política, espacio que se deja, de inmediato, otra fuerza lo cubre, con la mano en la cintura y sin pensarlo dos veces.
 
Estamos en Nayarit en la real posibilidad de cambiar las cosas, a través de conformar un gobierno que represente a todo nuestro pueblo, a sus sectores productivos e, iniciemos, un proceso que nos encamine hacia la solución de los grandes problemas, que históricamente hemos padecido.
 
Si a la izquierda nos vence la derecha, no debemos correr. Tenemos que quedarnos en el poderoso frente, aún con el PAN presente y, teniendo éste, los principales cargos dentro de la gran alianza, como sería la gubernatura u otros cargos políticos de primer orden. Desde las posiciones conquistadas, defenderemos a nuestro pueblo y contribuiremos a rectificar el desarrollo de Nayarit.
 
El problema no es personal. Atañe e involucra a casi millón y medio de personas que en estas tierras vivimos y radicamos. La prioridad y lo primero, (valga la redundancia), es cambiar el rumbo de la política y la economía en Nayarit. Se puede desde la gubernatura, el Poder Legislativo y los veinte poderes municipales. El PRI no pudo. No podrá. El PAN tampoco. Ambos son lo mismo. Se enterraron en el fango de la corrupción. Son iguales de corruptos. Con la izquierda adentro, estando incluso el PAN, se influye. Más todavía, si la izquierda tiene posiciones de poder y de gobierno, lo cual, debemos garantizar, a partir de la firma del convenio de coalición, mismo que debe ser no solamente a nivel de la campaña, sino a nivel del gobierno, con posiciones muy claras al interior del gabinete, del Poder Legislativo y los poderes municipales.
 
La alianza debe ser amplia, muy amplia, lo más amplia que se pueda. Aún con el PAN. Pero, también con Morena, no obstante lo sectario y cerrado de la corriente obradorista. Morena debe ser parte de esta gran alianza. Se requiere trabajar para convencerlos. Es lo que le conviene a Nayarit. Navarro Quintero debería reflexionar con seriedad y convencer a López Obrador que es necesaria la unidad de las fuerzas opositoras al PRI, para disputar, ganar y gobernar nuestro estado, a efecto de garantizar empleo, servicios de salud, educación, cultura, vivienda y los derechos básicos para todos los nayaritas, sin exceptuar a nadie ni a ninguno. Así de sencillo, está la cosa. Hay corrientes al interior de Morena que así lo plantean como lo es la postura de Monreal, Delegado en la Cuauhtémoc, que se la sabe de todas todas y, es lo más inteligente y consecuente que el morenismo nacional tiene y que es la línea correcta y justa para el país y sus regiones, donde está Nayarit. La soberbia y autosuficiencia conducen siempre a la derrota. Es lo que le puede pasar a Morena en Nayarit. Estamos a tiempo.
 
Nos queda claro, respecto a la alianza que tiene Morena con sectores del Pri gobierno, como se ve desde la perspectiva de personajes del oficialismo invadiendo al morenismo nayarita, lo cual, éstos, los morenistas, no podrían ya ocultar, ni pueden ya esconder, porque el priismo está a todas luces y a prueba de balas, sin cuidar formas, cínica y desvergonzadamente, ocupando espacios de Morena Nayarit, empezando por Navarro, cuyo personaje no prende para nada y, de seguro, llevará derechito a la derrota al partido de AMLO, por ser un priista de cepa y abanderado del más rancio y descarado neoliberalismo.
 
Los morenistas nayaritas, pues, tienen la palabra.