Que pongan sus barbas a remojar
Francisco Cruz Angulo
11 de noviembre de 2016
La comunidad internacional, latina y en especial en nuestro país esta consternada por el inesperado triunfo del empresario Donald Trump al ser electo como el próximo presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.
El arribo al poder de un personaje racista, misógino y megalomaniaco a la silla presidencial de aquel poderoso vecino país del norte ha despertado innumerables reflexiones de los analistas políticos y medios de comunicación de cuáles fueron las causas que contra todos los pronósticos ganó la mayoría de los estados de la unión y por segunda vez consecutiva el Partido Republicano que lo postuló tendrá mayoría en el Senado y en la Asamblea Nacional. O sea todo el poder político, económico y militar estará en sus manos.
Hagamos unas reflexiones de cómo podría impactar en la vida política y económica en nuestro país para los próximos 4 años.
1.-Lo primero que hay que hacer notar es el hecho que las empresas encuestadoras más prestigiadas de aquel país se equivocaron en sus mediciones de preferencias electorales.
Al otro día de la elección presidencial reconocieron que una gran parte del electorado mantuvo oculto el sentido de su voto el cual se manifestó hasta el día de la elección. Por lo tanto las empresas encuestadoras de todo el mundo deberán modificar su metodología ante un electorado que oculta sus sentimientos más profundos por la desconfianza a sus gobernantes y a las empresas encuestadoras.
2.-Otro elemento que deberá considerarse en el análisis del por qué este tipo de personajes sin formación política con un discurso radicalmente anti sistémico y nacionalista atrajo a millones de electores debido y a los perjuicios que ha traído a la clase trabajadora y a la clase media de la población por la globalización de la economía expresada en los tratados de libre comercio.
El ejemplo más reciente antes de la elección presidencial en los Estados Unidos fue la salida de la Gran Bretaña del mercado común europeo. Cuando la clase política gobernante de aquel país lo sometió a un plebiscito nacional con la certeza que ganaría el sí continuar en ese mercado los electores ingleses le asestaron un duro golpe a la política integracionista con un rotundo no.
En el caso de los Estados Unidos la mayoría de la votación blanca trabajadora y la clase media más conservadora votó a favor de Trump por la sencilla razón de que éste les prometió restituirles sus empleos, mejorar sus salarios mediante una política restriccionista que impida el ingreso de miles de migrantes de otros países que, según él se los quitaron los mexicanos; y como parte de esa política prometió que deportaría durante el inicio de su mandato a los millones de indocumentados que actualmente viven en ese país. Fue más allá: amenazó que construiría un muro al sur de la frontera con México y que sería pagado por nuestros connacionales. Adelantó que para ello cobraría un impuesto del 40% a las remesas de millones de dólares que mandan a nuestro país connacionales avecinados en aquella nación.
Este discurso xenófilo y racista fue lo que caló a los sentimientos de irritación contenida de la mayoría blanca de menores recursos económicos.
Durante las últimas dos décadas por los tratados de libre comercio millones de trabajadores quedaron sin empleo en aquella nación pues las grandes compañías trasnacionales emigraron a países subdesarrollados en donde encontraron paraísos fiscales y abundante mano de obra barata. El mejor ejemplo de la pauperización ocurrió en gran parte de los estados en donde se encontraban las grandes ensambladoras de automóviles y de empresas manufactureras.
En tanto este drama vivió esos sectores de la población la actual clase política gobernante y una minoría de poderosos empresarios continúan incrementando sus fortunas familiares. Simplemente esos sectores empobrecidos le pasaron factura a la clase política gobernante y a los dos grandes partidos que se vienen alternando en el poder desde la fundación de esa nación federalista.
Recuérdese que Donald Trump llegó al poder presidencial teniendo en su contra a los mismos dirigentes republicanos, a las poderosas empresas de comunicación escrita y televisiva y en contra de una Hillary Clinton que tuvo todo el apoyo del presidente Barack Obama y la poderosa Wall Street.
3.-En nuestro país la actual clase gobernante y los partidos políticos tienen que poner sus barbas a remojar sino interpretan correctamente las causas del ascenso al poder presidencial del millonario empresario.
Ciertamente a nuestro país le ha beneficiado desde hace décadas el Tratado de Libre Comercio. El problema radica que no se ha traducido en una mejor distribución de la riqueza en donde una minoría de empresarios y políticos corruptos han acumulado enormes fortunas en tanto que a millones de trabajadores de la ciudad y el campo en su mayoría apenas tienen acceso a un raquítico salario mínimo.
Con los escandalosos actos de corrupción de gobernantes priístas y panistas, un Congreso de la Unión que no ha sido un contrapeso eficaz a la política presidencial, la desconfianza a las instituciones de procuración y administración de la justicia y una economía que no crece, y que por el contrario por el fenómeno Trump podría mandar al desempleo a millones de mexicanos más los millares de connacionales que pudieran ser deportados de los Estados Unidos se estará generando el caldo de cultivo para que en la sucesión presidencial del 2018 surja algún aventurero de la política que con un discurso populista camuflado de un nacionalismo patriotero penetre hondamente en los sentimientos de irritación e impotencia de millones de mexicanos que hoy viven en condiciones de pobreza. La figura de Trump será un ave de malagüero para nuestro país en los próximos años…
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