A 48 años de aquel 2 de octubre
Héctor Severiano Ocegueda
01 de octubre de 2016
Un país DEVASTADO
48 años después de la MATANZA estudiantil llevada a cabo por elementos del Ejército mexicano de acuerdo a expresas ÓRDENES del Presidente Gustavo DÍAZ Ordaz, en la llamada Plaza de las Tres Culturas de la capital del país, México atraviesa el PEOR momento de su historia contemporánea. 28 MIL DESAPARECIDOS, 200 MIL muertos y decenas de miles DESPLAZADOS, heridos, VIUDAS y HUÉRFANOS considerados en el argot de la guerra “DAÑOS COLATERALES”, hacen de este país una combinación de DESASTRE HUMANITARIO y Estado FALLIDO. El ASESINO Díaz Ordaz ordenó una MASACRE que a la postre SACUDIÓ la conciencia nacional, una masacre que INDIGNÓ a muchos en México y el mundo, pero ahora las MASACRES son asunto COTIDIANO. En 1968 el estado mexicano ejercía la DESAPARICIÓN FORZADA fundamentalmente CONTRA luchadores sociales, opositores políticos y hombres y mujeres que, orillados por la CERRAZÓN y el AUTORITARISMO del gobierno optaron por LEVANTARSE en ARMAS; hoy, la DESAPARICIÓN forzada avasalla a MILES de FAMILIAS y se ejerce en
tal MAGNITUD que está presente en todos los rincones de la geografía nacional sin RESPETAR credo, sexo o militancia, se IMPUSO como una SOMBRA BRUTAL masiva que ARRASA la vida en un país ATERRORIZADO.
En 1968 México era un país INJUSTO, con un modelo de desarrollo que había generado POLARIZACIÓN social, ahogado por el autoritarismo pero también era considerado un país HEREDERO de una REVOLUCIÓN, con un reconocido lugar en la lucha por la AUTODETERMINACIÓN de los PUEBLOS y en el cual la SOBERANÍA nacional constituía, al menos discursivamente, motivo de ORGULLO de los mexicanos. Hoy, México es un país DESTROZADO, arrodillado, INTERVENIDO por policías, ESPÍAS y militares estadounidenses que actúan coordinados desde la Embajada de Estados Unidos, contando con la ANUENCIA de la PANDILLA de tecnócratas con estudios en Harvard, Princeton y demás y que asumieron el papel de AGENTES y EMPLEADOS del capital TRASNACIONAL asaltando desde 1982 la Presidencia de la República. Hoy la soberanía nacional es un concepto ABANDONADO en el que el “ORGULLO” se nutre de la contabilidad de hectáreas del territorio nacional que han sido CONCESIONADAS o VENDIDAS a capitales de la MINERÍA, el TURISMO y otros AVENTUREROS a los que en
el lenguaje VENDEPATRIAS se conoce como “inversionistas”.
Dos MÉXICOS, el de 1968 y el de 2016, distintos en mucho, pero IGUALES también, con actos BRUTALES de REPRESIÓN en Atenco, Apatzingán, Tlatlaya, Iguala y acciones represivas en todo el país. Ahora mismo, en medio de la FESTINADA “democracia”, desde los rincones más OSCUROS del Estado mexicano se PREPARA de nuevo un ATRACO a la voluntad popular que tendrá lugar en 2018 y que coloca a las fuerzas realmente OPOSITORAS ante una ENCRUCIJADA: apechugar otro FRAUDE electoral o disponerse a dar una BATALLA histórica por la construcción de una nueva sociedad en el entendido que OTROS seis años en manos de VENDEPATRIAS significan simplemente la consolidación del DESASTRE nacional.
Recordar el pasado FATÍDICO de la MATANZA de 1968 es comprender las TAREAS urgentes de HOY.
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