La triste puerta falsa
Sergio Mejía Cano
06 de septiembre de 2016
Este pasado miércoles 31 de agosto se dio a conocer la noticia en varios medios de Guadalajara, Jalisco, de que en el municipio conurbado de Tlajomulco de Zúñiga, habían encontrado a una mujer y sus dos hijos sin vida dentro de su vivienda, hecho que se determinó como suicidio debido a que estaban las llaves del gas de la estufa abiertas y las ventanas selladas, y a una carta póstuma que habría dejado la mujer, carta en la que se informa, fue la desesperación por su situación económica la que la había orillado a quitarse la vida junto con sus dos menores hijos, uno de 8 y otro de 14 años de edad.
Según la nota que también apareció en la página de internet de “notisistema.com”, la ahora muerta señala en su carta que ninguna autoridad a la que se acercó a pedir ayuda le había hecho caso, que ya no aguantaba el atosigamiento de un banco que le estaba exigiendo el pago de la mensualidad de la casa que habitaba y que había sido adquirida por su esposo el que la había abandonado, que donde trabajaba ganaba 800 pesos lo que no le ajustaban para prácticamente nada. Y respecto a que según la señora no le habían hecho caso ninguna autoridad a la que supuestamente acudió en busca de ayuda, el alcalde de dicha localidad, Alberto Uribe Camacho, afirmó que no había registro de que esta mujer haya solicitado algún tipo de ayuda, pues de haberlo hecho el DIF hubiese tomado cartas en el asunto, pero además añadió el alcalde de Tlajomulco, que posiblemente el suicidio de la mujer junto con sus dos hijos menores, “ocurrió más por una cuestión psicológica que económica ya que una persona en su sano juicio no comete cosas de estas”. Y en la misma página de notisistema.com, en un programa que se denomina “Punto y seguido” que comienza a trasmitirse a las 20:00 horas allá en la perla tapatía, sus conductores reprobaban este hecho, en donde uno de los participantes, José Luis Jiménez Castro, que en el día anda de reportero en las calles tapatías, señaló que para nada se justificaba el haberse llevado consigo a los hijos, y se bañó en pureza al decir que varios de los que lo escuchaban iban a decir que claro, como él tenía trabajo no iba a comprender el porqué de la determinación de la mujer; y su compañera de trasmisión Talina Radillo, lo respaldó diciendo que efectivamente, pues nadie tiene derecho a quitarle la vida a otra persona.
Desgraciadamente esto de que una señora se suicide después de darle primeramente muerte a sus hijos no es un caso aislado, pues al buscar en internet algo más ampliado referente a esta nota en comento, es sorprendente la enorme cantidad de hechos similares en prácticamente todo el país, pero que resalta más en estados norteños como Chihuahua y Coahuila; y lo que más llama la atención sobre estas noticias es la similitud de lo que ocasionó el que una mamá les quite la vida a sus hijos para después quitársela ella misma: la falta de recursos económicos.
Así que de acuerdo a esta coincidencia en la mayoría de los casos de este tipo de suicidios que origina el hambre, quiere decir que el alcalde de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, pudo haber opinado a la ligera al afirmar que ese reciente suicidio en su municipio ocurrió más por cuestiones psicológicas que económicas, porque como se dice vulgarmente: “nadie sabe lo que pesa el muerto más que el que lo va cargando”; lo mismo que el locutor de Radio Metrópoli de Notisistema, al decir que no se justificaba en ninguna forma que la mujer le haya quitado la vida a sus hijos, porque antes de juzgar se debe de tener en cuenta lo que dijo “El Principito: uno nunca sabe”, porque bien podríamos ver a mucha gente que aparentemente le sonríe a la vida y que quien la vea jamás llegue a pensar que algún día esa gente que se ve alegre y dichosa, de pronto se quitará la vida por mutuo propio, ¿por qué? Porque uno nunca sabe que haya más allá de la apariencia de muchas personas alegres y dichosas o que aparentan serlo y estarlo.
Y si quien supuestamente vivía feliz y no tenía problemas económicos ni familiares de pronto se suicida, qué se podría esperar de alguien desesperado que no pueda soportar más ver llorar a sus niños de hambre y que están próximos a ser lanzados de su vivienda, que de pronto se les cierra su mundo y ya no encuentran más salida más que por la puerta falsa; aunque también se dan casos de suicidio por decepciones amorosas. Sin embargo, lo que está intrigando más a las autoridades, es el incremento de suicidios de jóvenes entre los 14 y 24 años de edad.
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