El libre tránsito bloqueado
Sergio Mejía Cano
29 de Agosto de 2016
En los albores del mandato del entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado, un servidor iba viajando en el tren de pasajeros número 4 de Tepic a Guadalajara, Jalisco. Era uno de esos días extraños en que iba a tiempo de itinerario dicho tren, por lo que estimábamos llegar a la Perla Tapatía temprano, pues la llegada a tiempo era a las 16:55 horas, hora pacífico.
Todo el viaje transcurrió normal hasta llegar a la estación Empalme Orendain, tres antes de llegar a Guanatos, en donde se nos dio la orden de tomar de frente el ladero (vía auxiliar) en estación Jocotán, una antes de la de Guadalajara NdeM. Al conductor del tren se le hizo extraña esta orden por lo que le preguntó al telegrafista el porqué de tal disposición, a lo que el empleado del telégrafo le dijo que lo único que sabía era que porque el presidente De la Madrid estaba en el Hotel Camino Real. ¿Y eso? La extrañeza entre la tripulación del tren era porque dicho hotel estaba como a un kilómetro de distancia de la vía férrea y no se le encontraba una explicación de interrumpir el paso del tren estando prácticamente muy retirada la vía del hotel.
Bueno, pues ni modo, se tenía que obedecer la orden. Ya una vez en Jocotán el conductor se estaba comunicando constantemente con el despachador de trenes por medio de un teléfono selectivo que había en todas las estaciones, y el despachador le decía que se esperara, que nomás estuviera al pendiente cuando dieran el paso libre.
La mayoría del pasaje se comenzó a inquietar porque la mayoría iba de paso y esperaba transbordar al tren número 10 de Nacionales de México que salía a eso de las 18:00 hora central y ya no lo iban a alcanzar; igual el pasaje que iba a Guadalajara que ya quería llegar y obviamente los reclamos no se hicieron esperar. El conductor y demás tripulación lo único que les decíamos es que no había paso y que teníamos que esperar ahí hasta que hubiera vía libre.
En ese entonces Jocotán era un lugar desolado. La avenida Patria que es la que lleva a la zona del estadio 3 de Marzo de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), la de los “Tecos”, era la más cercana prueba de que ya estábamos llegando a un lugar civilizado, pero lo la soledad de la zona no pasaban casi vehículos, mucho menos taxis, porque buena parte del pasaje quería ver la posibilidad de llegar por sus propios medios. Allá a lo lejos se miraba la Vidriera Guadalajara y a su alrededor unas casitas de los trabajadores de la misma, pero ningún vehículo por las inmediaciones. Total que se nos dio paso libre como a eso de las 00.30 horas. Atrás de nosotros ya había llegado desde como a las 18:30 el tren de pasaje número 2 y uno de carga que, haciendo fila india ahí estaban también esperando.
Esto viene a colación debido que ahora con la visita del presidente Enrique Peña Nieto se trastocó feamente la vialidad por la zona del “Auditorio de la Gente” y más allá, por lo que la mayoría de los habitantes de La Cantera y sus inmediaciones se molestaron a tal grado que cada vez que se encuentra a algún conocido que viva o trabaje por allá, casi se pone a llorar de todas las vicisitudes que les tocó vivir el pasado 25 del presente mes, pues tuvieron que hacer un largo rodeo para salir o llegar a sus domicilios y lugares de trabajo con las consecuencias consabidas de mínimo el regaño o falta de pago o reducción del mismo por haber llegado tarde a sus centros laborales en la Ciudad Industrial.
Y la pregunta es, ¿por qué se tiene que molestar a la ciudadanía a tal grado cada vez que viene un Presidente de la República? ¿Por qué se le tiene qué interrumpir el libre tránsito a la gente? Y más aún: ¿se dará cuenta el presidente en turno de todas las molestias que causa el Estado Mayor Presidencial a la ciudadanía con su presencia? Se entiende que es el Presidente de la República y por ende el primer mandatario de la Nación, pero no por eso se le tiene que rendir tal pleitesía, si no es un soberano como en Japón antes de la segunda guerra mundial en donde se dice que los súbditos no lo podían mirar a la cara a su paso. Y precisamente el presidente es el primer mandatario pero para acatar el mandato popular y no al contrario.
Si Nayarit es un Estado Libre y Soberano, ¿por qué se permite que gente de otras latitudes venga a impedir el libre tránsito por las calles nayaritas? Si es por la seguridad del mandatario en turno, pues el cinturón de protección debe ser lo más pequeño posible y que cause las menos molestias a la población en eso del libre tránsito.
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