Naranjo y su equivocada estrategia

Evidentemente, la estrategia de Naranjo, no es la del pueblo nayarita. La estrategia del pueblo nayarita, históricamente, ha sido otra. De no rectificar, la estrategia de Naranjo, será derrotada en los comicios constitucionales que vienen y, así, consecuentemente, rectificaremos el camino de la economía y la política, arrancada en esta tierra de soñadores, por los hermanos Gascón.
 
¿En qué consiste la estrategia de Naranjo?
 
En su alianza con la derecha panista, que significa lo mismo que aliarse con la derecha priista, apoyando, por añadidura, en este caso de Nayarit, a dos cuadros identificados plenamente con la ideología del partido que nació para combatir el patriotismo del General Cárdenas, al arrebatar los pozos y refinerías del petróleo, en manos, entonces, de compañías inglesas y norteamericanas, así como la reforma agraria al crear el ejido en México.
 
¿Tiene razón Naranjo en plantear la alianza con la derecha panista y apoyar a Polo o a Toño Jr. para la gubernatura de Nayarit?
 
Definitivamente, no tiene razón. Naranjo, está radical y profundamente equivocado.
 
Nayarit tiene fuertes raíces socialistas, a partir de la huelga obrera de Bellavista en 1905, agregando, que Baca Calderón, oriundo de Real de Acuitapilco, en aquellos tiempos, encabezara el movimiento sindicalista de Cananea, Sonora, considerados los dos, cuna de la Revolución Mexicana, pasando, más tarde, por el tramo 1972-1975, período en el cual, arrancó el Poder Popular en este país, instaurado por la genialidad de Alejandro Gascón y el equipo político que gobernó Tepic, del 1 de enero de 1973 al último de 1975, liderando la majestuosa e impresionante movilización popular por la gubernatura del estado, logrando cimbrar y estremecer las estructuras del aparato burgués gobernante en México.
 
Tales hilos de nuestra historia local, es muy difícil que sean cortados, a partir de la visión esquirolera y limitada de Naranjo. Nuestro pueblo sabe muy bien cual es la ruta que tiene y debe seguir. Nuestro pueblo sabe muy bien que el camino de Nayarit está a la izquierda y que su corazón late a la izquierda. No fueron en vano los discursos de Lombardo en la Plaza Principal de Tepic, así como las cátedras de filosofía política que dictó su mejor discípulo, Alejandro, igual, desde el corazón de Nayarit, a un costado de la majestuosa catedral, que no pocas veces, repicó sus campanas, señalando su complacencia por las enseñanzas de éstos dos grandes de la historia.
 
Los pueblos luchan con las armas que tienen. En este momento, el pueblo nayarita tiene un arma que se llama Partido del Trabajo, así como un dirigente que ha seguido con fidelidad los pasos y enseñanzas de Alejandro, que se llama José Luis Sánchez, cuyo personaje, recorre palmo a palmo, la geografía nayarita, convocando a los trabajadores nayaritas a la rebelión y a la lucha contra este sistema depredador, el neoliberalismo, sembrador de tristeza, llantos y hambre, el cual, antepone, lo particular, muy por encima, de lo colectivo, cuando debe ser al revés.
 
Quienes estamos en este proyecto, creemos que ha llegado el momento de la izquierda nayarita, representada, sin lugar a ninguna duda, por ese partido que se llama Partido del Trabajo.
 
La estrategia de Naranjo es contra la historia. Más le vale al líder galileo cambiar de ruta, promoviendo la alianza sólo con la izquierda, sin el PAN, lo cual, es el reclamo del pueblo nayarita y, registrar una candidatura al gobierno, que sostenga y enarbole un programa popular y democrático, defensor de la soberanía estatal, así como, igual, de los intereses superiores del proletariado que labora en estas tierras, radicado en ciudades y campos nayaritenses.
 
Estamos aún a tiempo. Se trata de construir el nuevo camino que rescate y libere a Nayarit, para garantizar tortillas y sal, techo y casa, salud y educación, seguridad y felicidad, para todos, sin excepción de ninguno, ni de nadie.