Prietitos en el arroz

Concluyó el 2º Festival de Letras en Tepic, con cierto éxito relativo al decir de las autoridades municipales de que se rebasaron las expectativas debido a la gran asistencia que hubo y desde luego por la venta de libros. Y relativo el éxito, porque si bien se vio una gran afluencia mirando los libros, no todos esos visitantes adquirieron alguno, y obviamente lo relativo estriba en que se ha documentado que hoy en día a las nuevas generaciones no les motiva mucho el arte de la lectura. Y en cierta forma opacado, por algunos prietitos en el arroz, de esos que nunca faltan.

Y si para quienes están inmersos en el mundo de la cultura y las artes, este festival de letras les cayó como anillo al dedo, para varios comerciantes del entorno al Palacio Municipal no les cayó nada bien el que se hayan cerrado a la circulación las calles aledañas a dicho edificio. Y respecto a esto mucha gente se preguntó y se sigue preguntado el porqué un evento de esta naturaleza tiene que trastocar en cierta forma el hábito cotidiano de los tepiqueños, y no se explican por qué se tuvieron que cerrar esas calles a la circulación de vehículos durante todo el tiempo que duró dicho evento, ya que por este hecho, buena parte del comercio cercano al edificio del H. Ayuntamiento se vio seriamente afectado en sus ventas, así como su forma habitual de trabajar todos los días. Y por esto, se dice que las calles no le pertenecen al municipio, que están a su cargo para su mantenimiento pero no son de su propiedad para hacer con ellas lo que se quiera, como en este caso, prohibir la circulación de vehículos automotrices.

A la capital nayarita la mueve principalmente el comercio, y el hecho de haber prohibido la circulación a espaldas del edificio municipal y más allá, afectó en cierta medida a dicho comercio que ahora dicen los comerciantes, sus ventas bajaron considerablemente porque la afluencia de gente también bajó, y más en el mercado Juan Escutia, porque si algún cliente habitual está acostumbrado a surtir buena cantidad de mercancía y productos y por lo mismo tiene que cargar varios kilos de lo que adquirió, y si no lo dejaron llegar al mercado, y tenía que andar cargando su mercancía varias cuadras porque también el estacionamiento está muy difícil en el Centro Histórico en horas hábiles, pues mejor no fue y probablemente se surtió en alguno de los centros comerciales que también han hecho mella en el comercio tradicional. Y por lo mismo de ser una zona eminentemente comercial, se necesita que el tránsito vehicular no se altere en lo más mínimo por ser necesario la carga y descarga constante. Así como la llegada de los potenciales clientes.

Y otro prietito más en el arroz del 2º Festival de letras Tepic, fue el broche de oro que le pusieron algunos policías municipales al cierre del evento, ya que alrededor de las 18:00 horas más o menos de este pasado domingo 12 del presente mes, los guardianes del orden detuvieron con lujo de prepotencia a una señora que al parecer se dedica a vender elotes en la Plaza Principal, prepotencia porque la esposaron con las manos a la espalda y la llevaban tal y como si hubiese sido detenida en flagrancia de un grave delito. Lo bueno es que dicha detención quedó documentada en video que se subió de inmediato a las redes sociales causando indignación en gran parte de la población. En dicho video se oye decir a un municipal que es por orden de los fiscales esta detención. Y respecto a esto, ¿qué los fiscales no tienen un criterio de acción sin lesionar los derechos de los ciudadanos? ¿Qué no tienen un código de ética profesional? ¿Y los policías involucrados, tampoco tienen un reglamento y un código de ética basado en las leyes que emanan de nuestra Carta Magna? ¿Por qué actuaron de tal manera tanto fiscales como policías municipales? Porque se supone que no se mandan solos y que se atienen a las órdenes recibidas por sus jefes, ¿o no?

El presidente municipal, doctor Leopoldo Domínguez anuncia en su cuenta de “facebook” que los policías involucrados en este desaguisado serían suspendidos mientras se aclara el hecho; sin embargo, volvemos a lo mismo: no se mandan solos y se entiende que solamente siguen las instrucciones recibidas.

Y si los fiscales alegan que detuvieron a la señora porque no está autorizada para vender, entonces ¿por qué hay infinidad de vendedores en dicha plaza? Precisamente en la esquina de Veracruz y Lerdo hay varios vendedores ambulantes; así que todos coludos o todos rabones. ¿O no?