Izquierda ficticia e inocua

Este pasado lunes 06 del presente mes, en algunos medios locales y páginas de internet apareció una foto mostrando al presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera muy sonriente, acompañado de otros distinguidos priistas bajo el encabezado de que “Triunfó el PRI en la mayoría de los estados”; sin embargo, conforme avanzaron las horas y se terminaban de escrutar las casillas restantes en las entidades en que hubo elecciones, tal vez ese optimismo que mostraba el sonorense se fue desdibujando poco a poco.

Pero a la mejor no estaba tan equivocado Beltrones Rivera al festejar por anticipado el triunfo de su partido ganando la mayoría de las gubernaturas en disputa, ya que ahora más aclarado el panorama, se informa que de 12 gubernaturas siete fueron para el PAN y cinco para el PRI, pero si se mira de bien a bien, de esos siete triunfos que se le adjudican al PAN, en realidad nada más serían cuatro, pues los otros tres los candidatos que se dice vencieron al PRI, son priistas que contendieron bajo las siglas del PAN y el PRD o sea, la misma gata pero revolcada.

Así que verdaderamente fue el PRI el que se alzó con la victoria así haya perdido sus bastiones en donde siempre gobernó este partido político, porque ya se sabe que un priista jamás deja de ser priista, así se haya ido a las filas de otro partido político. Y así despotrique y ofenda a su partido nodriza, el PRI, todo priista con disfraz de otra agrupación política, los epítetos que lanza son de dientes para afuera. Así que hoy quienes se ufanan de haber derrotado al PRI habiendo sido priistas, en el fondo de su corazón se sienten felices porque siguen siendo priistas en forma y fondo.

Y quizás don Manlio Fabio se mostraba feliz, porque lo traicionó el subconsciente sabedor de que aunque hayan perdido como PRI, aun así de todos modos ganaron, ya que hoy en día en nada se diferencian los partidos políticos en cuanto a ideología se refiere, ya que ahora el PRI se ha encargado de llevar a cabo y feliz término todos los reclamos que tuvo en sus inicios el PAN: proteger a la iniciativa privada y dejar de lado los postulados revolucionarios que dieron origen precisamente a lo que ahora es el PRI, nieto del Partido Nacional Revolucionario (PNR), que devengó en su hijo, el Partido de la Revolución Mexicana (PRM). Hoy en día no hay ninguna diferencia con la mayoría de los priistas actuales para con los iniciadores del PAN, y si bien el PAN se ha aliado al PRD y viceversa, son más afines el PRI y el PAN, y el PRD nada más es una comparsa que se podría decir que hace cuña entre los otros dos, sus orígenes también son priistas y por ende, ya degeneraron en pensamiento, forma y fondo.

Cada día ha quedado claro que el PRD fue creado como un satélite más del PRI, pues fue fundado por priistas, y sus dirigentes, exceptuando a Alejandro Encinas y los Chuchos, todos han sido priistas inclusive sus cuadros más destacados; y si bien se podría decir que Rosario Robles no fue priista en sus orígenes políticos, ha quedado claro que en el fondo, muy dentro de sí, llevaba a ese priista que como dijo alguna vez la sinaloense Tatiana Clouthier, todos llevamos dentro.

¿Y Andrés Manuel López Obrador, (AMLO)? Pues también es priista y, como quedó dicho, eso nadie se los quita, porque se ha mostrado en cierta forma ambivalente de que sí, de que no, de que quién sabe y aunque mucha gente lo cataloga como de izquierda, ha quedado claro que no lo es en sí, porque no por ponerse un disfraz encima del traje del PRI ya se puede considerar de izquierda, lo mismo que don Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano que al igual que don Porfirio Muñoz Ledo, no por haber abandonado las filas del PRI ya se podrían considerar como pensadores de izquierda; por lo que se podría deducir que en México la izquierda no está bien representada, ya que a los verdaderos pensadores de izquierda siempre se les ha bloqueado, si acaso para calmarlos se les da algún cargo medio, pero quienes tienen las verdaderas riendas izquierdista del país, son el realidad priistas.

Da la impresión de que alguna vez, en una oscura oficina se fraguó el que se formaran otros partidos para hacerle frente al PRI, pero conformado con los mismos priistas nada más para dar la impresión de que había oposición, una oposición ficticia, inocua y no una real y, si a estos partidos caían verdaderos opositores, calmarlos de algún modo, haciéndoles creer que se habían salido del PRI para derrotarlo desde fuera, sin saber que ya lo pudrieron desde dentro.

Sea pues. Vale.