Cuando pierda credibilidad me retiro de la política

Ahora que en fecha reciente jóvenes drogadictos de madrugada entraron a mi casa para robar gran parte de las pocas pertenencias familiares, que en su búsqueda de cosas de valor hicieron batidero sobre todo en mi espacio de trabajo, me encontré en el reacomodo el texto de una entrevista que me concedió Roberto Sandoval Castañeda en noviembre de 2006 cuando fungía como diputado del PRI en la 28 legislatura local.

Me pareció interesante darla a conocer, después de casi diez años, a través de Nayarit Altivo. Hay les va.

El sombrero forma parte de su identidad. Lo usa desde los trece años de edad (hoy frisa los 38) porque iba al rancho a vaqueriar. Pero además como emblema le ha traído suerte. En la campaña constitucional de 2005 para diputado por el tercer distrito electoral local (Tepic-Santa María del Oro) triunfó porque la ciudadanía votó por el priista del sombrero, como apareció en la propaganda política.

Roberto Sandoval Castañeda comenta con gracejo que en la entrega del premio al deportista del año este 20 de noviembre, al gobernador Ney González se le pasó nombrarlo como integrante del presídium nadamás porque no traía puesto el sombrero, lo desconoció, aunque enseguida el mandatario rectificó.

“No me importa que me critiquen porque traigo sombrero, que me tachen de populista, pues así la gente vota por mí”.

PRIMERO LA PRESIDENCIA

El diputado Roberto Sandoval Castañeda tiene confianza en que su peculiar figura de gente de pueblo mantenga la aceptación de los electores, pues en la carrera de la vida política ha decidido alcanzar etapas superiores. En lo inmediato está la presidencia municipal de Tepic, aunque no descarta la candidatura del PRI a la diputación federal.

Formalmente trabaja desde el 2000, en una campaña política de contacto directo con la gente que va para largo. “Cuando fui electo diputado, mi esposa creyó que me tiraría a descansar, pero como legislador he trabajado más. Porque me ven desarrollando intensa actividad en las colonias, pueblos y rancherías, lógico es que políticos, con la misma aspiración que yo, se espanten y al mismo tiempo me ataquen”.

Acepta que la opinión pública lo menciona como fuerte aspirante a la alcaldía de Tepic, pero Roberto Sandoval, en un intento de bajarle presión al tema, señala que todavía falta mucho tiempo, también que en cuestiones de política uno no puede decidir. “Antes el partido determinaba que fulano de tal fuera el candidato, les guste o no, se acabaron esos tiempos, hoy la gente manda con razón a través de su voto”.

TRABAJO ATESORADO

Expresa que si le corresponde ser el candidato del PRI a la presidencia municipal de Tepic, continuará humilde y honestamente, como lo ha hecho en todo tiempo, pidiendo directamente el voto a la gente.

“Si me tocara competir en el 2008 lo haré con trabajo, no con dinero porque no tengo, tampoco con discursos porque no se me dan. Desde hace tiempo me empeño en tener credibilidad frente a los electores para ganarme su confianza y su voto, y bueno, si viene primero la presidencia buscaremos las coincidencias para que sea Roberto Sandoval el candidato del partido, pero si es otra persona la apoyaremos incondicionalmente para que logre el triunfo. Lo más importante es que haya excelente entendimiento entre el gobernador Ney González y el próximo presidente municipal de Tepic, porque Nayarit no tiene derecho a pleitos entre grupos, las venganzas llevan al fracaso.

Tu servidor trabajará junto al gobernador y sí, en su tiempo, me toca ser el candidato tendré trabajo acumulado, pues desde este momento pico piedra. Tengo más de 2 mil gestiones resueltas y 300 sin resolver, porque tampoco tenemos varita mágica”.

RETIRARSE ANTES DEL RIDÍCULO

De cualquier manera Sandoval Castañeda desarrolla dinamismo político, social y de gestoría a lo desconfiado. Tiene la experiencia de que en el 98 no le permitieron participar por ser joven cuando pretendió ser presidente de la Unión de Tablajeros de Tepic (organización que pertenece al sector popular del PRI). Quien le cerró las puertas de su propia organización fue Aurelio Cayeros, quien aquella ocasión presidía la Unión de Tablajeros (“decían que estaba medio loco porque andaba acelerado y haciendo cosas”). Pero en el 99, después del descalabro electoral del PRI en Nayarit, Cayeros renunció y entonces ocurrió la ascensión de Roberto Sandoval en el 2000. “Entré a trabajar con muchas ganas, con tantas que con la bandera de mi organización y partido recorrí todo el territorio de la entidad. Desde ese momento comenzó mi campaña que acabará cuando Dios lo determine. Pediré a mi Dios me conceda sabiduría para reconocer el momento en que ya no cuente con la credibilidad ni la aceptación de la gente, para entonces
honestamente retirarme de la política y evitar así hacer el ridículo como muchos políticos lo hacen en la actualidad”.

Considera que la juventud no es óbice para participar en política, “en todo el país cada día hay más gobernadores jóvenes, diputados por el mismo estilo, así como mujeres y hombres presidentes municipales. Pero reconozco que un joven sin la sabia conducción de un viejo, no es nada. Por el ímpetu, los jóvenes cometemos muchos errores, así es que si equilibramos juventud con personas maduras llegaremos muy lejos”.

TRABAJAR COMO NEGRO

Al inicio de la década de los noventas, Roberto Sandoval Castañeda inició de manera formal sus inquietudes políticas. “Empecé a picar piedra cuando tenía 22 años, pero a los 28 ya se fijaron en mí. Decían que estaba acelerado, medio loco, pero en realidad servir a la gente a través de la política es una locura bonita, es una cosa positiva; atender muchos asuntos y andar de un lado para otro con ímpetu y ganas, para mí es un orgullo. Si algún día me dieran la oportunidad de tener una responsabilidad más grande, el primero de mis compromisos sería trabajar como negro por la gente. Es lo que más sé, es mi mejor ofrecimiento”.

VIENEN A TRONARTE

En su propósito de ganar credibilidad entre los electores y, por ende, su voto, Sandoval Castañeda especifica que transita por el camino del cumplimiento a las demandas de cada persona, pero también enfrentando problemas ciudadanos con base en decir la verdad. “Hay veces que no puedo cumplir, que no puedo ayudar, porque no alcanza el recurso, pero lo más importante es regresar y hablarle a la gente de frente con veracidad. La clase política ha caído en el descrédito, precisamente porque a todo decimos que sí y al final nada cumplimos. Yo me empeño en hacer todo lo contrario. Sin embargo, he advertido que hay personas que vienen a pedirte imposibles con el afán de hacerte quedar mal, vienen a tronarte”.

“En la campaña constitucional para diputado me funcionó muy bien hablar con sinceridad a la gente, y ésta entendió muy bien cuándo se le puede ayudar o no. En ese entonces (2005) logré el 60% de la votación, mientras que los candidatos de los otros partidos se dividieron el restante 40%. Por eso no cambiaré el método que buenos resultados me ha dado. También es la razón por la que recibo ataques de adversarios, pues estoy haciendo cosas diferentes a ellos”. Roberto Sandoval ha participado en la constitución de la organización de transportistas TUNAY, de la cual se considera líder moral, pues no cuenta con tan solo un permiso para ejercer el servicio público, es Secretario de Organización del Comité Directivo Estatal de la CNOP y presidente de la Federación de Tablajeros e Introductores de Ganado del Estado de Nayarit.

“La gente hace tiempo le restó credibilidad a los partidos, más bien hoy se decide por el mono. Muy a pesar que mantengamos cohesión las dirigencias ante el partido, la gente nos rebasa, la gente ya sabe que su voto vale, entonces prefiero hacer campaña con la gente en lugar del partido. Pero aclaro que soy priista, no dejo de dar mis cuotas, a la hora que me llaman acudo, soy cenopista y no dejo de llevar nuevas organizaciones al partido, pero sé que no hay más que la gente, pues ahora todos sindicatos y las estructuras del sistema te dicen que sí, pero llegada la hora cada quién vota por su lado, no así la gente de las colonias que empeña su palabra y es fiel a ella.

ME ACABÉ LAS BOTAS

Durante su vida política, Roberto Sandoval Castañeda se identificó plenamente con la corriente que apuntaló el senador priista Marco Antonio Fernández Rodríguez. Aún después de la muerte de éste, hace dos años en un accidente automovilístico de carretera, le guarda fidelidad a quien también fuera su compadre.

Por esa circunstancia ¿el diputado Sandoval Castañeda hoy se halla huérfano políticamente o solo, sin ningún soporte, se abre paso en la actividad política?

“El ser leal a Marco Antonio Fernández me abrió las puertas con Ney González. Cuando existían los dos grupos políticos, el de Marco Antonio, mi jefe, y el de Ney González, mi amigo, yo nunca traicioné a Marco Antonio. Hay personajes que jugaban con las dos cartas, los típicos, van y hablan….y cuando fallece mi compadre, Ney González me invita a su equipo y me comenta que de las pocas gentes valiosas –me cuesta hablar del yo- es tu servidor, porque nunca le llevé ningún mitote ni a uno ni a otro.

“El valor que le di a la persona Marco Antonio Fernández en vida, sigo dándoselo después de su muerte, por consecuencia ello me abre las puertas del equipo de Ney González. Pero tu servidor ha hecho campaña solo, me acabé cuatro pares de botas al caminar para llegar casa por casa, pues además piso chueco. Entonces, nadie me puede decir que por él logré la diputación. Sí me ayudaron, el equipo de Ney me ayudó, pero la verdad si no haya trabajado y no le haya cumplido a la gente me hubiera ido como a otros candidatos que también formaban parte del equipo de Ney”.

LE QUITARON LA REGIDURÍA

Relata Roberto Sandoval que de último minuto la dirigencia priista le arrebató en el 2002 la regiduría al Ayuntamiento de Tepic para concedérsela a José Dolores Galindo que fue propuesto por organización de periodistas.

“A veces a los amigos se les ‘sacrifica’. Mi jefe, mi compadre, Marco Antonio (CTM), el profesor Acebo (CNOP) y el propio Ney González (candidato a presidente municipal de Tepic) tenían la presión de los periodistas y de la señora Águeda (SUTSEM), entonces dijeron: ¿Quién no se nos va, quién es el más leal, el más amigo? Todos dijeron pues Roberto.

Una vez que se ganaron las elecciones y Ney González fue el presidente municipal, me mandaron a la dependencia más conflictiva: el rastro. Mucha gente pensó que iba a explotar, que en esa dependencia acabaría mi carrera política. Allí había corrupción, muchos problemas, suciedad y estaba en focos rojos. Sin embargo, convertí al rastro municipal en una institución de primera calidad, certificado. Tan sólo en dos años metí siete millones 800 mil pesos contra un millón 800 mil pesos de la administración anterior en tres años. Pude, y puedo, demostrar honestidad.

Pero además me dejó la grata experiencia que donde estés puedes hacer campaña. En el rastro municipal, foco de infección, pude gestionar mucho en comparación a los regidores. Como director ganaba 13 mil pesos (trabajando de la una de la mañana a seis de la tarde) contra un regidor que gana 60 mil pesos, aún así logré sacar adelante mi campaña para diputado, gracias a Dios con casi 20 mil votos, sólo superado en le número por Luis Alberto Acebo, cuyo cuarto distrito tiene 15 mil votantes más que el mío, aunque en porcentaje tengo casi el 60% y el que me sigue obtuvo el 53%.