La oportunidad de la Universidad Autónoma de Nayarit

El problema con la elección a rector de la UAN, misma que habrá de resolverse el próximo 31 de mayo, no es quién despachará en la oficina del rector entre junio de este año y el mismo mes de 2022, si el maestro Jorge Ignacio Peña o el Dr. Humberto Lomelí Payán –los dos contendientes con posibilidades reales de ganar-, sino el precedente que se está sentando durante este proceso electoral al interior de la máxima casa de estudios y las bases que habrán de abonar en el futuro para democratizar la elección de autoridades en la Universidad Autónoma de Nayarit. En este contexto, si llega a la rectoría Jorge Ignacio Peña –delfín del rector en funciones, Juan López Salazar, sospechoso de ser el responsable del desfalco millonario en la universidad- o Humberto Lomelí Payán, el director de la Unidad Académica de Derecho que llegó al cargo utilizando todas las prácticas de las que ahora se dice víctima, es realmente irrelevante. Ambos representan intereses personales y de grupo que ya han estado al frente de la Universidad de una u otra forma y que poco han contribuido a su engrandecimiento.  No, desde mi punto de vista el debate debe centrarse en quién será el rector –que si no hay ninguna sorpresa extraordinaria, será Ignacio Peña-, sino en la Universidad misma.

En alguna entrevista, el ex rector y actual dirigente estatal del PRD, Mtro. Francisco Javier Castellón Fonseca narró, a propósito del apoyo que recibió durante su elección como rector del entonces dirigente de la FEUAN y actual aspirante a la rectoría, Humberto Lomelí Payán.

-“El profesor Miguel Rodríguez García saca una nota periodística en donde dice que yo puedo ser la sorpresa; todos la ignoraron, nadie decía que yo, de repente empiezo a aparecerme en los desayunos y todos me veían con desconfianza, ya había platicado con Humberto Lomelí, él me había dicho en enero:

-Licenciado, usted está entre nuestros candidatos y otras dos personas.

-A mí con el apoyo de la FEUAN me basta- le respondí.

Y empecé a buscar apoyos, la estrategia era no mostrar una ambición que no tenía, tenía la aspiración, que es diferente a la ambición, hay que mostrar la aspiración, pero las cosas se tienen que dar solas, si se buscan es muy difícil que se puedan dar y empezaron a decir: usted puede ser”. Hasta aquí el relato del maestro Castellón.

Me detengo en este punto. Yo siento por el maestro Castellón un profundo respeto, creo que es un hombre serio, inteligente y bien intencionado, éste desliz suyo de apoyar a un personaje como Lomelí Payán en muy poco modifica mi percepción sobre él como persona, por el contrario, creo que habla bien de él saldar un compromiso político a pesar de saber que se va directo a sufrir una derrota.

El apoyo de Lomelí Payán en 1998 a la candidatura de Javier Castellón a la rectoría de la UAN fue decisivo. En aquella elección, por cierto, fueron los dirigentes de los sectores quienes se reunieron en un “cónclave” –como bien lo define el propio maestro Castellón- en el restaurante del hotel Bugambilias y decidieron a favor de quién se inclinaba la balanza. No hay indicio alguno de que los dirigentes de los sectores, Luis Manuel Hernández Escobedo (SETUAN),Humberto Lomelí (FEUAN) e Ildefonso López Castillo (SPAUAN) hayan consultado a las bases que representaban si estaban de acuerdo en la elección que un grupo minúsculo de personas acababan de hacer a nombre de los universitarios. Tal vez, el tiempo les dio la razón y el maestro Castellón fue la mejor elección en aquel momento, pero es justo decir que nadie, incluido el propio candidato a rector en aquellos días, se preocuparon por la democracia al interior de la Universidad. 18 años después, cuando uno de los aspirantes siente que no le favorece el sistema del que formó parte durante tantos años, cuando se siente víctima de las prácticas en las que fue experto victimario, se aduce como nuevo adalid de la democracia.

LA UAN ¿APARTIDISTA?

Una foto del registro de Humberto Lomelí, flanqueado por Luis Manuel Hernández Escobedo y por Fco. Javier Castellón Fonseca, acompañado de un titular bastante parcial que pretendía hacer ver que el PRD y su corriente interna “Los Galileos”, dirigida por Guadalupe Acosta Naranjo, pretendían inmiscuir en las decisiones de la Universidad. La nota sin lugar a dudas fue dolosa e imprecisa, además. ¿Puede hablarse de apartidismo en la UAN?

Un ex rector, el maestro Castellón, que hoy es dirigente del PRD y que ha sido senador por ese mismo partido así como su candidato a gobernador –por unos meses-, a alcalde y a diputado federal; Otro ex rector, Omar Wicab, sucesor de Castellón en la rectoría, candidato a diputado local por el PRD en las elecciones del 2011; Luis Manuel Hernández Escobedo, dirigente del SETUAN desde hace 36 años y dos veces diputado local –brillante tribuno-  por la vía plurinominal por el PRD. Porfirio López Lugo, el ex secretario general del SPAUAN de mediocre andar que lo fue, gracias al desafortunado fallecimiento de Pablo García Galaviz, llegó a ser diputado por el PRI y luego alcalde de San Blas postulado por el mismo partido; Héctor López Santiago, actual secretario de educación básica del gobierno del estado y ex dirigente de la FEUAN, presidente del PRI estatal, diputado y alcalde de Compostela; el propio Humberto Lomelí Payán fue candidato del PRI a diputado local por el 4to distrito en las elecciones de 1999, cuando perdió frente al perredista Freddy Castañeda. Sin olvidar el penoso intento de Daniel Maldonado Félix en 2008 de ser candidato a diputado por el PRI mientras fungía como dirigente de la FEUAN y el paso del sucesor de éste, Ángel Aldrete Lamas por San Lázaro como diputado federal suplente de Roy Gómez y la campaña “Ángel Universitario” que lleva a cabo el mismo Aldrete en lo que fue hasta hace meses el 5to distrito de Tepic, con miras a ser postulado por el PRI como su candidato en 2017. No pensemos mal, los cuantiosos recursos de la universidad no podrían jamás costear aventuras políticas de los dirigentes de sus sectores.

Mención aparte merecen los ex rectores Castellón y Wicab, pues hay que destacar que su acercamiento al PRD se da en fecha posterior a sus respectivas gestiones como rectores.

GUERRA SUCIA EN LUGAR DE DEBATE DE IDEAS

La administración de Juan López Salazar, así como la estructura de Carlos Muñoz y Ángel Aldrete Lamas, se han empeñado en llevar a cabo un descarado intento por cerrarles las puertas a los 7 aspirantes a la rectoría que no se llaman “Ignacio Peña”. Los intentos han sido francamente burdos y algunos de ellos han sido evidenciados en redes sociales, la embestida va dirigida sobre todo a Humberto Lomelí, el aspirante que si bien tiene pocas probabilidades de triunfo, bien pudiera arrancarles poco más de tres decenas de consejeros de los 118 con derecho a voto.

Por otra parte, el personal administrativo de la secretaría de finanzas, en su mayoría pertenecientes al SETUAN, han conseguido información privilegiada que tiene qué ver con listas de “becarios” y “aviadores” que cobran en la universidad como trabajadores por sus servicios “porriles” bajo el mando del dirigente de la FEUAN. Están todavía muy recientes las llamadas filtradas de Aldrete Lamas instruyendo a algunos de sus testaferros en la prepa de Santiago para que reventaran la elección a director, que parecía inclinarse a favor del corrupto de Manuel Narváez ¿son este tipo de “trabajos” por los que cobran varias decenas de personas un salario superior a los 10 mil pesos al mes?

La guerra sucia de información que evidencia la corrupción al interior de la UAN, fue desatada sin lugar a dudas por el equipo del Doctor Lomelí, más concretamente del equipo del Dip. Hernández Escobedo. Es una información de la que todos sospechábamos pero de la que hasta ahora pocos podían presumir pruebas, pues los secretos sólo son revelados cuando se pelean al interior de la propia familia.

CUANDO MAS OBSCURO ESTÁ, ES PORQUE SE ACERCA EL AMANECER

Esta semana, la Dra. Lourdes Pacheco Ladrón de Guevara hizo un llamado a la cordura entre los aspirantes a la rectoría y urgió a un acuerdo que pudiera evitar la connotación de violencia el día de la elección a rector. Es un llamado prudente que ojalá pueda ser atendido.

Este proceso electoral en la UAN ha dejado sin embargo, importantes lecciones que permiten vislumbrar un poco de optimismo en el futuro. Pocas veces los alumnos se habían involucrado tanto en la elección de rector, no para apoyar a uno u otro candidato, sino para exigir debates y propuestas, para exigir sus derechos a que sus consejeros les pregunten por quién deben votar en el Consejo General Universitario. Esto sin lugar a dudas debe ser una semilla que al crecer, detone en una mayor democratización de la Universidad Autónoma de Nayarit. Que para eso sirva este proceso, más allá de quién será el rector, que defina la universidad que queremos para las próximas generaciones. Cuando más obscuridad hay en el cielo, es porque se acerca el amanecer.