Rupestre política sandovalista

El lugar preferido de Pepe Espinoza, quien desde el verano de 2011se desempeña como secretario general de gobierno-es decir, el encargado de la política interna del estado-, sin lugar a dudas debe ser la cocina de mi amigo, el columnista Enrique Hernández Quintero, pues cada que el funcionario de rebelde cabellera comete una pifia que pone en entredicho su inteligencia y capacidad para el cargo que ostenta, siempre contesta a quienes a través de redes sociales le cuestionan su falta de oficio político, que “no hablará del tema porque está acitronando brócolis en la cocina de Quique” ¡Pobre de Hernández Quintero! ¿Él qué culpa tiene?

Lo cierto es que ya bien entrado el quinto año de gobierno de Roberto Sandoval, a nadie le queda duda que la forma en la que se ha conducido la política en el estado durante el presente régimen ha sido, por decir lo menos, rupestre. Aún peor, el gobierno estatal ha concentrado la conducción de la política en un trío de personajes que, al analizarlos, bien pudiéramos compararlos con los tres chiflados -aunque no tan inofensivos-, a saber: el gobernador Roberto Sandoval, el fiscal Edgar Veytia y el mencionado secretario, Pepe Espinoza. Resumido, podemos afirmar que la forma de hacer política en el sandovalismo es “con el sombrero, con la pistola y con el atole”.

Sale a colación lo anterior porque el pasado fin de semana, Pepe Espinoza, vía Facebook decidió ponerse rijoso nada más y nada menos que con Guadalupe Acosta Naranjo. Más allá del cargo de vice coordinador de los diputados federales del PRD que actualmente ostenta Acosta Naranjo, o bien el liderazgo de la corriente interna del mismo partido fundada recientemente y liderada por él mismo, a Acosta Naranjo nadie le puede regatear su habilidad para hacer política y para esgrimir argumentos, es un auténtico gladiador a la hora de debatir, por ello, la provocación de Pepe Espinoza a Acosta, bien podría  ser ejemplificada como el desafortunado accidente en el que un torpe ratón cae dentro de la jaula de un león siempre dispuesto a comer. Apenas un comentario le bastó a Naranjo para poner en su lugar a quien se dice, es el funcionario más brillante del gobierno de la gente -tal consideración, de ser cierta, nos ayudaría  entender muchas cosas-y mandarlo ipso facto a acitronar brócolis a la cocina de Hernández Quintero.

Y no es la primera vez. Cuando al secretario le aburre el Candy Crush o los test donde hay que encontrar la cabeza de un oso panda en medio de una serie de manchas negras y blancas, se pone a decir que vamos “avanzando” y comienza a lanzar efusivas consignas en su Facebook. Cuando sus consignas cargadas de efusividad y orgullo nayaritas no son suficientes, al encargado de la política interna, le da por ir a provocar a personajes de la oposición, que casi siempre le terminan poniendo una tunda.

-Si yo fuera el gobernador Sandoval, a Pepe Espinoza ya lo habría mandado a Isla Mujeres, sin boleto de retorno hasta que terminara el sexenio para evitar más riesgos productos de su torpeza, desde la vez que recibió en la fiscalía, junto con Veytia, a los entonces dirigentes nacionales del PAN y del PRD, Gustavo Madero y Carlos Navarrete respectivamente, en una mesa en la explanada de la fiscalía y rodeados todos por cientos de elementos encapuchados de la policía Nayarit, además de tanquetas y todo un escenario armado para intimidar a los visitantes- me dice un amigo a propósito de la última pifia del secretario Espinoza. Aquella ocasión le valió al gobierno de la gente unabien ganada exhibida a nivel nacional por sus métodos rupestres e intimidatorios de hacer política.Quien haya sido el artífice de aquella maniobra, en lugar de quedar bien, quedó en ridículo.

Lo irónico y chistoso del caso, es que Pepe Espinoza hizo dos acusaciones en su posteo a propósito de Acosta Naranjo, sin atreverse a mencionarlo directamente, por supuesto. Lo acusó de “porro” y de “proteger delincuentes”. Sin pretender defender a Naranjo -que además, no necesita quien lo defienda-, ¿Con qué cara acusas de “porro” a alguien cuando quien asume actitudes porriles, encabezando una comitiva de acarreados al congreso del estado para que gritaran injurias y groserías a los diputados opositores, eres precisamente tú, el que debería ser el funcionario con las mejores relaciones con las distintas fuerzas políticas del estado? ¿Con qué cara acusas a alguien de proteger delincuentes cuando tienes a Francisco García Villela, el responsable de la clonación de permisos de taxis, no sólo libre, sino haciendo campaña en Santiago Ixcuintla a favor de Margarita Flores?

Dicen que mucho ayuda el que no estorba. Nayarit lleva 5 años sin un encargado de la política interna y tal parece que vamos a sobrevivir así el sexenio, por el bien del estado-y en detrimento de un solo hombre, el columnista-deberíamos proponer que lo que resta del sexenio, Pepe Espinoza se dedicara única y exclusivamente a acitronar brócolis en la cocina de Enrique Hernández Quintero, el lugar donde sin lugar a dudas, un personaje como Pepe Espinoza, más útil puede resultar.