Polo destruye el área verde de la colonia 15 de Mayo

Cumplir y obedecer el principio y mandato de la escritura que acredita la propiedad del área verde de la colonia 15 de Mayo de la ciudad de Tepic, es la exigencia de vecinos de este asentamiento.
 
La absurda e ilegal obra pública ejecutada en el interior del citado espacio, ordenada por el alcalde capitalino, Polo Domínguez, destruyó el Área Verde (como se comprueba con el dictamen técnico gestionado por los propios vecinos),  ubicada entre las calles Avenida Uno, Dos, G y F, del señalado fraccionamiento.
 
Tal hecho, es de suma gravedad. Se acabó, de un plumazo, con un trabajo que colonos del mismo, hicieron a lo largo de trece años, contando con la solidaridad y apoyo de tepicenses de otras colonias, así como del poderoso movimiento ecologista de Nayarit y del país.
 
La acción, se decidió, justamente, para proteger dicha superficie, ante la codicia, voracidad y corrupción de los gobernantes.
 
Así, una gran victoria de los pobladores de la colonia 15 de Mayo, fue lograr  la escrituración del predio, el 11 de diciembre de 2013, cuyo testimonio, quedó plasmado en el Registro Público de la Propiedad, el 20 de enero de 2014, mismo que está siendo  criminalmente violado por el actual mandatario de Tepic.
 
Con esto, el ciudadano Presidente Municipal, violó la mencionada escritura, así como todas las normas jurídicas, vigentes, tanto a nivel mundial, como nacional, estatal y local, relacionadas con el cuidado y protección de los recursos ofrecidos por la naturaleza y cuidados por la mano del hombre.
 
Con la añadidura, que, igual, Polo atropelló el proyecto elaborado por la dependencia correspondiente de su gobierno, el cual, considera el respeto irrestricto a las plantas con un desarrollo de varios años, así como la siembra de árboles en el espacio descubierto, usado, por particulares, ilegal y perversamente, como mini cancha de futbol.
 
El principio planteado en la escritura del predio, es inviolable. El documento equivale a la Constitución. Está por encima del Presidente de la República, del Gobernador y, obviamente, del Presidente Municipal y del cabildo.
 
Consecuente con este principio, es el proyecto original, diseñado por la administración municipal que encabeza Domínguez González.
 
¡Cuánta desfachatez, al no respetarse ni entre ellos mismos!
 
Resulta una canallada ---que pretende justificar lo injustificable como lo es el flagrante delito---, decir que la asamblea de colonos, es la que resuelve y decide el destino de tal área verde. La instancia citada, es decir, la reunión de vecinos (también violatoria de la legalidad),  se tiene que sujetar a lo ordenado por la escritura. Aunque, aquí, tenemos que decirlo, la responsabilidad que, ya es penal, es única y absolutamente del alcalde tepicense. ¡De nadie más!
 
¿Por qué sostenemos que la asamblea de colonos, en este caso específico, es violatoria de la legalidad?
 
Porque se deriva de la usurpación, cometida, ordenada y ejecutada, también, por el Jefe de la Comuna de Tepic, en relación a la presidencia del Comité de Acción Ciudadana de la referida colonia 15 de Mayo y, que, es un acto, configurado, de la misma manera, en causal de destitución y prisión contra el alcalde de la capital nayarita, al incurrir en el delito de lesa humanidad y lesa patria, referido a la violación del voto universal, que viene desde la Constitución de 1857.
 
Área Verde, es un concepto que abarca el planeta, con implicaciones jurídicas y penales, no solamente ecológicas  y medioambientalistas. Decir área verde, es referirse a árboles o bosque o arboleda, que es lo mismo; es decir, son sinónimos.
 
El enunciado de la escritura ---que acredita la propiedad de esta superficie de la Colonia 15 de Mayo condicionada por el Donante al Donatario---, precisa, con el concepto área verde, que dicha tierra, debe estar cubierta de árboles, para lo que fue concebida, programada y destinada. No puede haber allí, ninguna otra cosa que no sean árboles.
 
Nadie, absolutamente nadie, guiado por la racionalidad y sensatez, puede oponerse a los árboles, virtud a que, de éstos, depende la vida de los humanos.