Al final de su gobierno, Roberto se ganará a pulso el abucheo
Lorena Orozco
10 de Febrero de 2016
Águeda no se arrepiente de nada, dijo que tiene “totalmente limpia la conciencia”; yo pensé que me diría que estaba arrepentida de apoyar al “Toro” para que fuera ungido como alcalde, ya que éste encabezó luego a los presidentes municipales de Nayarit para demandarla ante la junta local de conciliación y arbitraje, porlo que agarraron pleito casado.
Que se arrepentía de no haber cumplido todo lo que prometió cuando fue diputada, que se arrepentía de no haber podido hacer nada mientras fue legisladora para que no le dieran “en la madre” a los sindicatos; que se arrepentía de estar en la bancada del partido tricolor, cuando sus compañeros priístas sacaron adelante las reformas educativas, y tantos otros motivos de arrepentimiento…pero ella fresca, serena, imperturbable”.
Aunque eso sí con un nuevo proyecto político en ciernes: “Levántate Nayarit”, en donde la misma Águeda Galicia y tres de sus ex compañeros diputados se vuelven a reunir para concebir esta organización: Saúl Paredes y Alejandro Galván, ambos reconocidos por sus orígenes priístas, además de Graciela Domínguez, prospera empresaria en el ramo educativo.
Se notaba que Águeda estaba de buen humor en la víspera de su cumpleaños número 70, y nosotros, los columnistas y articulistas de Nayarit, agrupados en la UCAN, nos deleitamos con el desayuno que nos sirvieron en un céntrico edificio, propiedad del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado y Municipios.
Saúl Paredes y Graciela Domínguez fueron mesurados al hablar, no así la dirigente sindical y Alejandro Galván, ambos hablaron como metralletas en contra del gobernador Roberto Sandoval, y de quien dicen lo secunda en todo, el fiscal Edgar Veytia.
Su preocupación es que no llegue otro personaje peor al gobierno de Nayarit, porque según dijo Águeda, que ni Rigoberto Ochoa, con todo y que fue un barbaján y grosero fue tan problemático como el actual mandatario.
Afirmó que no hay ni siquiera un mínimo indicio de que las cosas se arreglen al final de su sexenio, que por cierto ya es el año próximo, y que mientras Ney González salió ovacionado por 10 mil trabajadores durante su última reunión como gobernante, Sandoval saldrá abucheado, por haberse negado a pagarles sus prestaciones, a darle incrementos salariales y a desbarajustar el fondo de pensiones.
Tanto Galicia como Galván fueron enfáticos al asegurar que el PRI no gana solo, que se tiene que aliar a otros partidos para poder acceder al gobierno, pero que el hecho de aliarse no los ha fortalecido no los ha mejorado de ninguna manera, al contrario, sentenció la lideresa: “Desde que el PRI le dio la espalda a los trabajadores, y empezó con sus chingaderas, se fue abajo. Se alió hasta con el diablo, con los narcos…nos traen candidatos desconocidos, y ahí andamos de pendejos, haciendo campaña”.
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