Chisgarabís

EL PODER DE ROBERTO A LA BAJA

Fue el 23 de octubre cuando el gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, mandó con el titular de la Secretaría General de Gobierno, Pepe Espinoza, al Congreso del Estado el documento por escrito que avala su cuarto informe de gobierno.

La ceremonia además de fútil, fue opacada por la inmisericorde presencia del devastador huracán “Patricia”, que por obra de Dios santísimo, según el gobernador Sandoval, no causó en Nayarit el daño que se advertía.

Por consecuencia, el 19 de septiembre anterior dio comienzo el quinto año de administración de Roberto Sandoval, en lo que se vislumbra el descenso de su fuerza política como representante del Poder Ejecutivo, habida cuenta que el poder desgasta.

Deberá entonces Roberto Sandoval emplear toda su capacidad intelectual para que sus colaboradores contribuyan con él a diseñar y llevar a la práctica estrategia administrativa para limpiar la casa. Es decir, cuadrar todo de tal manera que a la ciudadanía nayarita el gobierno presente cuentas claras.

Pero será muy difícil que lo anterior suceda, pues han sido públicas y notables las deshonestidades en que han incurrido funcionarios y ex funcionarios del gobierno de Roberto Sandoval, destacadas estas corruptelas, sobre todo, en el informe de auditorías a la cuenta pública de 2012 presentado por el Órgano de Fiscalización Superior al Congreso del Estado.

En lo que resta de su mandato, Roberto Sandoval tiene la opción de dedicar tiempo para preparar una salida digna, aunque de por medio vaya dejar deuda pública como su antecesor Ney González. Tan solo habrá que apuntar que al poco tiempo de asumir el poder en 2011, el gobernador Sandoval solicitó al Congreso autorización para un préstamo bancario por cinco mil millones de pesos sólo para el manejo de la deuda heredada.

Se calcula sea diciembre del año entrante cuando entren en ebullición los partidos políticos por el proceso de selección de candidatos a gobernador de Nayarit, pues la convocatoria a elecciones seguramente será lanzada por el Congreso del Estado durante enero de 2017, mientras que la jornada electoral se fijó para el primer domingo de junio del mismo año, es decir se adelanta un mes.

Cuando arranque el proceso electoral para renovar los poderes Ejecutivo y Legislativo, así como los 20 ayuntamientos, Roberto Sandoval estará a menos de ocho meses de dejar el poder, para muchos sin pena ni gloria.

En los primeros meses de 2017, el PRI tendrá entonces ya designado su candidato a gobernador de Nayarit. Quien quiera que este sea, aglutinará en su entorno los grupos políticos priistas, así como los incondicionales de los partidos satélites. Entonces el grito unánime de los lacayos será: ¡Viva el nuevo rey! Y a la cargada.

Roberto Sandoval sabrá aquel entonces de la ingratitud política. Conocerá vis a vis quiénes son sus verdaderos amigos y quienes lo fueron tan sólo por conveniencia.

Aunque son muchas las voces que aseguran Roberto Sandoval buscará ser Senador una vez fuera del poder, también hay otras que sostienen que volverá a su oficio de tablajero, pero la lógica los encamina a que se refugiará en su rancho de Aután, municipio de San Blas, a criar caballos y dedicar su tiempo y esfuerzo a lo que le pegue su regalada gana.