La charlatanería del alcalde de San Blas
Francisco Cruz Angulo
21 de octubre de 2015
En hora buena que la XXXI Legislatura local presidida por el Dip. Jorge Humberto Segura López inició un proceso de investigación y en su caso aplicar sanciones en contra del presidente municipal de San Blas, Hilario Ramírez Villanueva a) “Layín” quien fuera denunciado por la Comisión Estatal de los Derechos Humanos por el hecho que el locuaz “layín” hizo escarnio público en contra de una jovencita samblaseña durante la fiesta de cumpleaños de ese servidor público en Huaristemba, Mpio. de San Blas a principios de este año.
Como todo charlatán Hilario Ramírez urdió bien un escenario el día de su comparecencia ante la Comisión de Justicia y Derechos Humanos de esa soberanía popular.
Todo se inició cuando previo a su comparecencia arribaron a esta capital un grupo de acarreados traídos del municipio de San Blas los que se plantaron frente al edificio del Congreso del Estado con numerosas pancartas en mano en apoyo a “layín”. Una vez que arribó el mencionado funcionario público a ese lugar todos a una sola voz gritaban “arriba layín te apoyamos para gobernador, tú eres el bueno”.
A su vez Ramírez Villanueva haciéndose querer y asumiendo una posición de victima arengó a sus seguidores que, por cierto comían sándwich y refrescos, gritando “aunque estoy bien madreado por el dengue aquí estoy compañeros para hacer frente a los que me acusan”. Luego añadió que si no fuera porque estoy todo madreado los saludaría de manos y de beso a todos ustedes. “Gracias compañeros por su apoyo”, reiteró en repetidas ocasiones. Por supuesto las porras no se hicieron esperar ante la sonrisa cínica del alcalde samblaseño.
Según información trascendida de esa comparecencia ante la susodicha Comisión Hilario Ramírez aceptó los hechos, luego pidió disculpas alegando que a todos les puede suceder lo mismo cuando están bajo el influjo de un traguito y un ruidito. Enseguida levantando la vista al cielo y luego fijándola en los diputados y diputadas imploró que Dios se lo perdone y todas las mujeres del mundo también.
Cuanta marrullería y cinismo exhibió el alcalde de San Blas. Se le olvidó que él no es un ciudadano común y corriente que puede hacer lo que le venga en gana en sus fiestas personales. Él es un servidor público que juró cumplir y hacer cumplir lo establecido en nuestra Constitución Política y las leyes que de ella emanen.
¿Cómo tolerar que un servidor público se burle de la ley, cometa hechos impúdicos, trate a la gente como limosneros al arrojarles monedas en plazas públicas o en regalar cientos de litros de cerveza a jóvenes que se lo solicitan cuando concurre haciendo proselitismo preelectoral a fiestas religiosas o cívicas como lo hizo en Compostela, Ahuacatlán, Ixtlán del Río, Xalisco, Jala y a otras poblaciones a donde asiste en busca de popularidad para ganar votos en su obsesiva ambición de ser gobernador del Estado?
¿Qué ejemplo da a la juventud cuando en cantinas de mala muerte baila arriba de las mesas ante las risotadas de sus coleros que le aplauden a rabiar?
¿Y qué decir de alguien que hoy ocupa el puesto de alcalde de San Blas y tilda de rateros y embusteros a los políticos que solo acuden a la gente cada tres o seis años a pedirles su voto mientras a la gente solo le dan chingada madre?
El alcalde de San Blas se dio baños de pureza y cada que escupe le cae la sangre de su lengua en su cara.
¿Este tipo de gente es el que pretende gobernar a Nayarit?
En vez de andar haciendo este tipo de faramallas el Sr. Alcalde de San Blas debería ocupar su tiempo y dinero en resolver el estado de abandono en que está inmerso el puerto de San Blas y el resto de sus comunidades.
Su otro yo, “Layín”, debe guardarlo para sus francachelas privadas. Allí nadie lo cuestionará.
Una vez que la Comisión de Justicia y Derechos Humanos de la actual legislatura escuchó los argumentos en defensa del alcalde samblaseño de las denuncias por los agravios y escarnio público a la que fue expuesta la jovencita mencionada se dio un plazo no menor de un mes para que esa Comisión emita la correspondiente sanción, en tanto que el denunciado como servidor público deberá someterse a la norma Constitucional.
La actual legislatura deberá sentar un enérgico precedente para que ésta clase de representantes populares no cometan abusos de autoridad sobre todo cuando se trata de actos contrarios a toda moral pública.
Así lo reclamamos los nayaritas y organizaciones nacionales que luchan por el respeto a los derechos humanos y la protección de la dignidad de la mujer.
No debe haber impunidad para estos hechos que denigran a la política y a los políticos…
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